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El gran espectáculo de nuestra memoria

El gran espectáculo de nuestra memoria

La colección de arqueología, aumentada con nuevas piezas halladas en excavaciones recientes, constituye una de las mejores de su especie en España

PEDRO RODRÍGUEZ OLIVA

Lunes, 12 de diciembre 2016, 01:21

La sección de Arqueología del nuevo Museo de Málaga que ahora se inaugura, está compuesta por un conjunto de muy variadas piezas arqueológicas que van desde el Paleolítico al siglo XV d.C. y que, adecuadamente restauradas y con una exposición de atractivo diseño, se muestran ahora en la segunda planta del palacio de la Aduana insertas en un moderno y bien planteado discurso museográfico; además -cosa no usual en la mayor parte de los museos- la nueva instalación ofrece al visitante la posibilidad de acercarse a otros fondos arqueológicos guardados en la planta baja del edificio en un almacén visitable. En la misma entrada del museo se ha colocado una escultura femenina de fines del siglo I de nuestra era que se encontró en 1789 en este mismo lugar cuando se construía el edificio neoclásico y que es una evocación al coleccionismo antiguo del que en parte se nutrió la primera instalación del museo Arqueológico Provincial de Málaga que se fundó en 1947 en algunas estancias de la recién restaurada Alcazaba musulmana.

Entre las colecciones malagueñas que antecedieron a ese primer museo público, del que el actual es directo heredero, deben recordarse la formada en el siglo XVI por la familia de Torres (de la que viene un monumental pie de mármol originario de Écija), o la que en el XVIII poseyeron los condes de Buenavista, aunque la primera gran colección arqueológica de Málaga es la que en la segunda mitad del XIX instalaron los marqueses de Casa Loring en su finca de La Concepción. Una buena parte de aquella está integrada en este museo y con algunas de sus piezas se ha instalado un espectacular montaje en el que destacan las imponentes estatuas femeninas de Cártama y otras esculturas, retratos e inscripciones de lugares diversos de Andalucía que los Loring adquirieron de una antigua colección de Córdoba.

Ordenados cronológicamente, los restantes apartados de la exposición se inician con materiales prehistóricos de bastantes yacimientos de la provincia de Málaga, piezas bien seleccionadas que incluyen las primeras herramientas en piedra y algunos restos óseos, como la conocida mandíbula de un Neandertal de la cueva del Boquete de Zafarraya, o el excepcional conjunto de vasos neolíticos y otros materiales de la llamada Cultura de las Cuevas. Todos esos bien seleccionados ejemplares y los magníficos de la época del Bronce se ofrecen en varios apartados y dentro de un discurso bien articulado en el que juegan un papel destacado las escenas reconstructivas del paleopaisaje que les acompañan. Excepcionales y muy numerosos son los materiales de la época de las Colonizaciones, sobre todo los fenicios de entre los siglos VIII-VI a.C. de los varios yacimientos de la zona costera de la Axarquía, de la desembocadura del río Guadalhorce, del Aeropuerto (con piezas que se remontan incluso al siglo IX a.C.), con aportaciones recientes muy notables entre las que deben destacarse los ajuares de varias necrópolis de la propia Málaga como la serie de joyas de una tumba encontrada bajo el túnel de la Alcazaba, las del hipogeo púnico de calle Mármoles y, de entre todas, la excepcional tumba de sillares del siglo VI a.C. encontrada cerca de El Ejido y que, por el casco en bronce de tipo corintio que le acompañaba en su exterior, viene siendo denominada como la 'Tumba del guerrero'.

La colección de piezas romanas es variadísima y ha aumentado notablemente respecto a la que se mostraba hace años en el antiguo museo de la Alcazaba: esculturas de distinto tema y formato, inscripciones, mosaicos (como el de Cártama con el tema de Venus en ambiente marino o los de Torrox), cerámicas, monedas. son todos estos materiales arqueológicos que tienen su origen en las numerosas ciudades romanas y en las villae alto y bajoimperiales que se han estudiado en prácticamente toda nuestra geografía provincial. Conviene recordar que de aquellos trabajos que recuperaron para la ciudad la fortaleza y los espacios palaciegos de la Alcazaba (donde tuvo su local el anterior museo) procede una buena parte de la riquísima colección de cerámicas hispano-musulmanas (variadísimas en tipos y calidades) que ahora se exponen en este nuevo museo, junto a otra amplia serie de piezas islámicas en metal, cerámica, madera, vidrio. de entre los siglos X al XV d.C. halladas en la propia Málaga o en otros lugares de la provincia.

Ha merecido la pena esperar las dos décadas transcurridas desde que en 1996 las piezas que formaban parte de la sección de Arqueología del Museo de Málaga salieran de la Alcazaba a la espera de un incierto lugar para su nueva ubicación. Ahora, aumentadas con la incorporación de bastantes nuevas piezas arqueológicas halladas en las excavaciones de los últimos años, se muestran públicamente en el palacio de la Aduana y de esas colecciones, por su contenido y la calidad de su exposición, puede afirmarse -sin serio temor de exageración- que constituyen hoy una de las mejores de su especie en España.

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