Diez películas alternativas para San Valentín

San Valentín en domingo es ideal para disfrutar en pareja. Y entre las opciones, alquilar una película romántica para ver en casa es un plan más que seductor. A los que el cliché de Hollywood le produzca urticaria, el cine ofrece un amplio catálogo de dramas y comedias que huyen del almíbar y en los que el amor establece relaciones más cercanas a la realidad que a las películas. Aquí está una selección de los diez títulos más recientes que merecen la pena ver tal día como hoy:

10.000 km (2014), de Carlos Marques-Marcet

Las relaciones a distancia tienen más posibilidades de éxito en la época de Internet y de la hipercomunicación. Eso es al menos lo que se plantea la pareja formada por Alex (Natalia Tena) y Sergi (David Verdaguer), cuando a ella le proponen una beca de un año en Los Ángeles mientras él se queda en Barcelona. Facebook, Skype, Whatsapp y todas las aplicaciones al servicio de esta historia de amor que busca en las redes sociales y la tecnología un sustituto al contacto humano. Un filme sobresaliente que ganó en el Festival de Málaga y que se llevó el Goya al mejor director novel para Carlos Marqués-Marcet.

(500) días juntos (2009), de Marc Webb

Tom (Joseph Gordon-Levitt) y Summer (Zooey Deschanel) son los protagonistas de esta historia de pareja unida por la música The Smiths. Las vidas de ambos se cruzan en un ascensor cuando se convierten en compañeros de trabajo. Tom hará todo lo posible para enamorarla y, cuando Summer decide terminar la relación, él repasará los 500 días que han pasado juntos para saber qué hizo mal. Pese a su formato de comedia romántica aparentemente convencional, se esconde una pequeña, fresca, deliciosa, divertida e inteligente película con la firma de Marc Webb.

Amor sin escalas (2009), de Jason Reitman

Aunque el argumento dice que el filme va de un tipo que es contratado por empresas de todo EE UU para que comunique los despidos a sus empleados, en realidad (re)trata una historia de amor protagonizada por este verdugo laboral, al que encarna George Clooney, que se ha convertido en un hombre solitario que no cree en las relaciones estables y cuya única aspiración en la vida es alcanzar el máximo de millas volando para ser reconocido como pasajero Premium. Pero en uno de sus viajes encontrará a su alma gemela (Vera Farmiga). Una cinta con estrella de Hollywood, pero que no pierde su sabor a cine independiente.

Amour (2012), de Michael Haneke

Una de las historias de amor más arrebatadoras que se han filmado en lo que va de década. Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva son los protagonistas de esta intensa historia sobre dos ancianos de 80 años que siguen viviendo solos y cuyo amor tiene que superar una última prueba: un ataque al corazón dejará a la mujer con parte de su cuerpo inmovilizado. Directa y conmovedora, dura y tierna a la vez, esta cinta ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Imprescindible.

Blue Valentine (2010), de Derek Cianfrance

Las historias son la esencia de las películas, pero su forma de contarlas son puro cine. Y ambos ingredientes combinan a la perfección en Blue Valentine, que narra el principio del fin de una pareja formada por Michelle Williams y Ryan Gosling. Después de seis años de apasionada relación y de tener una hija, Dean y Cindy se casan y su amor empieza a desmoronarse. Recomendable tener a manos un paquete de pañuelos. O dos.

Bon Apettit (2010), de David Pinillos

Una cinta española poco conocida pero que dejó un buen sabor de boca tras su paso por el Festival de Málaga Cine Español. Y no solo porque el protagonista es un cocinero (Unax Ugalde) dispuesto a superarse entre fogones, sino más bien por la historia de amistad y (no) amor de este chef español con la sumiller (Nora Tschirner) del restaurante de Zurich en el que entra a trabajar. Un melodrama romántico delicioso y elegante que merece la pena descubrir.

Déjame entrar (2008), de Tomas Alfredson

Aquí tenemos una doble variante romántica. Con niños y vampiros. Los amantes del fantástico encontraran fascinante esta cinta sueca sobre un tímido niño de doce años que sufre el abuso de sus compañeros de clase. Una noche se encuentra con Eli, una joven que se ha mudado recientemente al piso vecino y que sólo sale de noche. Kåre Hedebrant y Lina Leandersson son los jóvenes protagonistas de esta original cinta que conoció un par de años más tarde una versión norteamericana. Pero esta es la buena, ya que lleva la firma de Tomas Alfredson (que más tarde llevaría su fría mirada a la adaptación de El Topo).

Her (2013), de Spike Jonze

Enamorarse del teléfono móvil ya no es tan extraño. Pero esta película no va exactamente de eso, sino de las posibilidades de la Inteligencia Artificial y de la capacidad de sentirse seducido por la apariencia de realidad de la tecnología. Igual que Dana Andrews se enamoraba de la mirada de un cuadro en Laura (1944), el solitario Joaquin Phoenix de Her se siente atraído por Samantha, la voz femenina de un nuevo sistema operativo. Un historia de amor diferente.

Moonrise Kingdom (2012), de Wes Anderson

El mundo de Wes Anderson se sirve esta vez de la búsqueda de unos jóvenes desaparecidos para narrar una deliciosa historia de amor infantil que le saca partido a la iconografía de los scouts. Una sinfonía divertida y entrañable que protagonizan Jared Gilman y Kara Hayward, a los que arropan un gran elenco formado por Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton, Jason Schwartzman y Harvey Keitel.

La vida de Adele (2013), de Abdellatif Kechiche

Exploración sobre el amor y la identidad sexual a través de una quinceañera que, tras conocer una noche a Emma, una joven con el pelo azul, se enamora de ella. Las actrices Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux son las protagonistas de esta arriesgada historia de amor lésbico que se retrata de forma descarnada y conmovedora. El filme se llevó una merecida Palma de Oro en Cannes.