Borrar
Picasso y la prensa. ‘Botella de Viux Marc, gafas, guitarra y periódico’ (1913).
‘Litoral’ se va de compras

‘Litoral’ se va de compras

La revista convierte su nuevo número en un centro comercial que repasa la relación de la poesía, el cine y el arte con los anuncios y la publicidad

Francisco Griñán

Martes, 5 de enero 2016, 00:27

La publicidad tiene su arte. Solo hay que sentarse a leer un periódico o una revista para ver que los anuncios no solo venden. También crean, tanto diseños como sensaciones. Y eso es lo que ha hecho la revista Litoral en su nuevo número, que se ha convertido en un «gran bazar» que descubre la relación de la poesía, el cine o el arte con los anuncios. Es sobre todo un repaso a la literatura de las marcas, a la leyenda de los logos que siguen funcionando y a la seducción de los carteles. Tras los cuales no sólo hay grandes diseñadores, sino también muchos artistas que coquetearon y se dejaron querer por las casas comerciales. «Ahí está Salvador Dalí que, aunque mucha gente no lo sepa, fue el creador de la imagen de Chupa Chups como la conocemos hoy día», explica Lorenzo Saval, director de la revista Litoral y perpetrador de este lúdico número que se va de compras pero con un objetivo: «humanizar la marca».

Para retratar y ordenar todo ese mundo de la imagen de la compra-venta, la revista se convierte en unos grandes almacenes para que el lector encuentre lo que quiere y pueda comprar sin dar muchas vueltas. «La relación de la publicidad con el arte y la literatura es mucho mayor de lo que pensamos y lo más costoso ha sido ordenar todo el material que nos daba para varios números», señala el director de este Bazar Litoral que, como todo gran establecimiento, arranca con su supermercado en la planta sótano.

Allí se pueden encontrar sabrosos poemas al chicle Bazooka de Pere Gimferrer, etílicos versos a la botella de Anís del Mono de Salvador Dalí, un elogio del vino de Ramón Gómez de la Serna o la nostalgia del mítico diseño de Rafael Sánchez Campos para cerveza Victoria. No faltan la revisión artística del omnipresente logo de Coca-Cola con la firma de Andy Warhol o del contemporáneo Ai Weiwei, mientras que en el pasillo de la limpieza nos espera un vanguardista Federico García Lorca para que no se nos olvide el higiénico Zotal.

En la planta baja encontramos un fabuloso departamento de Librería/Papelería se nota que aquí tienen debilidad los gestores de este gran bazar con odas a la máquina de escribir, esa «pequeña metralleta entre mis manos» de la que hablaba Francisco Umbral, o los lápices Alpino vistos por el Equipo Crónica. Al lado se puede comprar la prensa, como ese Picasso con la portada de Le Figaro que vale millones. En el estanco se pueden comprar hasta Celtas, esos que fumaba el abuelo de Eugenio DOrs, que, como el resto de productos que tienen precio, podemos pagar con la Visa de la que nos habla Juan Bonilla. Y si tanta compra nos marea, mejor seguir el consejo de Julio Cortázar y pasarse por la farmacia para comprar unas aspirinas, un alcaselser y un poco de vitamina C.

El cóctel reconstituyente nos permite seguir comprando y subir a la primera planta donde el poeta José Hierro nos vende a Joaquín Sabina como un «modelo de Versace de taberna», Marilyn Monroe se sale de la página con su Chanel nº5 o Levis le calza unos vaqueros al mismísimo David de Miguel Ángel. La moda, los complementos y la perfumería quedan atrás en las escaleras mecánicas que nos llevan a la planta tecnológica, donde Mario Benedetti reniega del Windows 98 y Aurora Luque le dedica un rap a Steve Jobs y su Apple; Manuel Vázquez Montalbán nos recomienda la marca Westinghouse si queremos un electrodoméstico, y José Antonio Mesa Toré nos reta a una partida de Trivial cuando pasamos por la juguetería.

Los coches y motos tienen toda una planta para ellos, la tercera, mientras que, con el carrito lleno, en la cuarta podemos descansar en la cafetería, donde Almudena Guzmán pide un Nescafé y Luis Bagué duda entre el mocca o el latte de Starbucks.

Este número publicitario se cierra con un artículo de Antonio Castán, que precisamente fue el que sugirió este monográfico en el que Román Gubern nos descubre la relación del cine con los anuncios y Enric Satué reflexiona sobre los logos a partir de la Marca España. Un monográfico de los de guardar en la biblioteca y que nos revela, una vez más, que esta revista no se mueve por modas o por intereses económicos. «De hecho, en nuestra historia hemos tenido muy poca publicidad... aunque no es que no queramos», aclara Saval, que añade que la marca Litoral es sinónimo de calidad literaria, pero también de supervivencia. Cada nuevo número es un «milagro».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur ‘Litoral’ se va de compras