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La consejera Rosa Aguilar, ante una de las puertas de acceso a lo que será el Museo de Málaga, en donde se trabaja intensamente.
«Vamos a cooperar; Málaga tiene la garantía de que la Aduana abrirá en 2016»

«Vamos a cooperar; Málaga tiene la garantía de que la Aduana abrirá en 2016»

La consejera Rosa Aguilar revela que el Gobierno «no terminará este mes su trabajo». Pero «es tiempo de diálogo institucional» y la Junta colaborará para que finalicen pronto esas obras

María Eugenia Merelo

Domingo, 15 de noviembre 2015, 16:11

Camina entre los grupos de escolares que a primera hora de la mañana animan con voces y carreras la calle Alcazabilla. Sorprende la desenvoltura con la que posa delante del Museo de la Aduana. Han pasado 18 años desde que las colecciones del Museo Provincial de Bellas Artes salieron embaladas del Palacio de Buenavista para ceder su espacio al Museo Picasso. Es la infraestructura cultural más importante que, a corto y medio plazo, se inaugurará en Andalucía y en España, inmersa ahora en una batalla política que esboza dudas sobre los plazos y la apertura. Mira los muros de la nueva pinacoteca que encontró su principal defensor en la sociedad civil malagueña que, bajo el lema La Aduana para Málaga, tomó la calle en varias manifestaciones hasta conseguir que las administraciones acordasen que el mejor inmueble de Málaga dejase de tener un uso administrativo y restringido (Subdelegación del Gobierno) y tuviese un contenido cultural y abierto a la ciudad y a sus visitantes. Después de la sesión de fotos, Rosa Aguilar, consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, habla de los proyectos de su departamento en Málaga. De los heredados, pendientes y eternizados en las legislaturas. Y de algunas ideas que quiere poner en marcha. Defiende la importancia y el peso de la cultura en el Gobierno de Andalucía y destaca su apuesta por el talento y el impulso de los nuevos emprendedores culturales.

Consejera, en tantos años en política se ha fraguado fama de gestora a la que le gusta el contacto con la gente. Pero en los cinco meses que lleva ya en la consejería se le ha visto poco por Málaga.

He venido cuatro veces a Málaga en cinco meses. Es casi una vez por mes. Andalucía es muy grande y hay que estar en todos los sitios. De manera habitual he venido a Málaga y vendré más, porque hay una serie de encuentros y contactos que quiero realizar. Pero no sólo la consejera, el equipo de la consejería ha venido en muchísimas ocasiones: el secretario general, la viceconsejera y responsables de todos los niveles. Málaga nos importa, nos interesa. Es un referente cultural y estamos trabajando para impulsar aún más ese potencial.

En esas visitas, el Museo de la Aduana habrá ocupado un lugar importante. El Gobierno dice que la Aduana estará lista a finales de mes. El Ayuntamiento revela que están las licencias de apertura. Y usted pone reparos a la recepción del edificio. ¿En que momento real está la infraestructura?

En primer lugar quiero decirle a la ciudadanía malagueña que trabajamos por Málaga y por los malagueños. Tienen que tener la certeza, la garantía y la seguridad de que en 2016 abrirá el Museo de la Aduana.

¿Y no puede afinar más?

En ese contexto lo que le puedo decir es que estamos en un momento en el que, afortunadamente, se ha dado paso al diálogo institucional. Estamos dialogando, la consejería y el ministerio. Es tiempo de diálogo institucional y desde la consejería estamos totalmente dispuestos a colaborar y a cooperar con el ministerio para que pueda terminar aquello que debe realizar. Y después, a coger el testigo y a abrir las puertas del museo en 2016. Pero hay que tener en cuenta una cuestión que me parece fundamental: Málaga lleva muchos años esperando ese museo y tenemos que hacer las cosas bien; no por correr más vamos a llegar antes. Sabemos que el tiempo es importante, pero más importante es que cuando abramos las puertas del museo la ciudadanía se sienta reconocida en él y se coja con fuerza, con cariño, con calor. Y que el museo sea un referente, teniendo en cuenta que va a ser uno de las cinco pinacotecas más grandes de España. Tenemos que cuidarlo y mimarlo para que su presente y su futuro estén garantizados.

Entonces, ¿el ministerio no terminará su parte como anunció, a finales de este mes?

No. Ya le digo que ministerio y Junta estamos hablando, y no se va a concluir el trabajo del Gobierno en ese tiempo. La consejería va a cooperar con el ministerio para que pueda finalizar su trabajo lo antes posible. Pero no será en este mes. Después de tanto esperar, cuando el museo sea una realidad, queremos que los malagueños y malagueñas digan que ha merecido la pena. Lo primero por la lucha de la ciudadanía, que no fue poca, para conseguir que el museo se hiciera una realidad. Por cierto, un museo que se inició con un Gobierno socialista y que va a culminar en lo que Málaga quería.

Colaboración

Habla de diálogo y de colaboración con el ministerio. ¿Echa de menos esa sintonía con el Ayuntamiento de Málaga?

Teniendo en cuenta mi experiencia de alcaldesa, estoy siempre dispuesta a colaborar con los ayuntamientos. A colaborar lealmente; sin regate corto. A definir los espacios de colaboración y a ponernos juntos a trabajar. El alcalde de Málaga lo sabe perfectamente. Hay posibilidades de colaboración sobre bases concretas, claras y leales. Todo requiere diálogo. Cartas iban y venían desde Londres a Madrid, decía la copla. Escribir cartas está bien, pero hablar está mejor. En la medida que hablas, puedes concretar cosas.

Parece que la carta que le envió Francisco de la Torre a la presidenta Susana Díaz ofreciéndose de nuevo a participar en la gestión de la pinacoteca no ha caído bien en su consejería.

Hay un modelo establecido en el convenio de transferencias. El Gobierno tiene la titularidad del museo y transfiere la gestión a las comunidades autónomas. En ese contexto, en el diálogo abierto entre el Gobierno y la Junta de Andalucía, hemos pedido un informe jurídico. El Gobierno de España será el que determine si se cambia el modelo o si ahora no es el momento. Nosotros estamos acostumbrados a colaborar lealmente, y subrayo esto último, con los ayuntamientos. En los consorcios de las orquestas estamos y trabajamos juntos. Y en otros espacios. Para los museos nos encontramos con un modelo definido, con un marco legal, que de la noche a la mañana nadie lo puede cambiar por su cuenta.

¿La cooperación con el ministerio se ha traducido ya en un planteamiento de exposiciones temporales o en una posible cooperación con el Museo del Prado u otras pinacotecas?

No estamos cerrados, todo lo contrario. Propiciamos la colaboración entre distintos museos porque desde la colaboración y la cooperación museística, sin duda, nacen mejores y mayores oportunidades. Ahí vamos a estar. Fíjese que cerca está el Museo Picasso y la proximidad con otros museos de la comunidad autónoma y del resto del Estado. Incluso otros museos internacionales con los que venimos colaborando. También estamos abiertos a la colaboración con fundaciones privadas.

Su predecesor en el cargo cifró en 3 millones de euros el presupuesto anual necesario para mantener la Aduana. Parece poco creíble cuando el Picasso, con 8.300 metros, necesita 4,5 millones al año. El Museo de la Aduana es un edificio imponente con 18.400 metros cuadrados de superficie.

Estamos evaluándolo todo y tendremos una planificación adecuada. Las necesidades de los museos no dependen solo de su superficie. Y hay que tener en cuenta que también generan ingresos. La cifra la tendremos y la daremos en su momento. Haremos público lo que será el personal del museo, las actuaciones que se van a llevar a cabo y lo que costará el mantenimiento. Sí le puedo decir que la Consejería de Cultura tiene previsto en sus presupuestos de 2016 la apertura del museo. No hay ningún problema desde el punto de vista presupuestario. Año tras año, se incorporarán al presupuesto las necesidades de la pinacoteca para que funcione con normalidad y siga siendo un museo de referencia en España. No solo se trata de tener superficie sino de llenarla de actividades. Y ahí vamos a estar, y vamos a estar en colaboración con otros museos, trabajando permanentemente.

Otra infraestructura cultural que pone a prueba la paciencia de los ciudadanos: la Biblioteca Provincial de Málaga. Veinte años esperando un espacio definitivo y casi ocho millones de euros pagados por la Administración andaluza por el alquiler de su sede provisional en la avenida de Europa. ¿Hay luz al final del túnel?

Para el año que viene hay una previsión en los Presupuestos Generales del Estado. Con el gobierno que resulte de las urnas nos sentaremos. Por nuestra parte no va a haber ningún impedimento para que de una vez por todas se pueda hacer realidad. No vamos tener ninguna postura cerrada de antemano, sino que buscaremos lo que más le conviene a Málaga, lo mejor. No queremos anticipar dónde tiene que estar ni dónde no tiene que estar. Queremos lo que sea mejor para Málaga.

Consejera, las dotaciones en los presupuestos estatales y autonómicos para esa biblioteca son ya un clásico. Todos los años están, pero nunca se invierten. No se ha puesto ni un ladrillo.

Voy a poner todo de mi parte para que lo que hay en los Presupuestos Generales del Estado no sea virtual y se haga realidad para Málaga.

¿Y defenderá la última ubicación decidida, el Convento de la Trinidad?

Me parecerá bien aquel lugar donde convengamos el Gobierno y la Junta pensando en Málaga. No voy a llevar como consejera de Cultura a priori ninguna propuesta cerrada que impida un acuerdo. Lo que quiero es que los dineros que aparecen en los presupuestos para la biblioteca de Málaga se inviertan. Vamos a trabajar con la mejor voluntad para eso.

¿Pero hay algún avance?

El Gobierno ya sabe lo que pensamos. Es verdad que estamos en un tiempo complejo, un tiempo electoral. Pero hablaremos sin apriorismos con el nuevo gobierno.

Un bien andaluz, el Sitio de los Dólmenes de Antequera, candidato español a Patrimonio Mundial de la Unesco. ¿Es firme el compromiso de la Junta para que, después de varios intentos fallidos, se pueda construir el Museo de los Dólmenes?

Sin duda. Totalmente.

Pero su presupuesto para 2016 contempla una pequeña cantidad (370.000 euros). La inversión prevista es de nueve millones y medio a través de fondos europeos. ¿Está garantizada esa financiación europea?

Estoy segura de que los fondos van a llegar. Pero también vamos a dar un cierto giro a ese planteamiento de museo. Ahora, nuestros esfuerzos están centrados, junto al de todas las instituciones, en la candidatura. Espero que en julio tengamos un gran día cuando, en Estambul, los Dólmenes se incorporen a la Lista del Patrimonio de la Unesco. Se ha hecho un gran trabajo. Han participado muchísimas personas. El ámbito universitario y de los investigadores se ha volcado y hay que reconocérselo y agradecérselo profundamente. Creo que la propia ciudadanía ha tomado conciencia de que, no sólo es un motor de oportunidades para Antequera, sino para toda la comarca y para Málaga. Ahí estamos todos juntos. A partir de ese primer paso que, afortunadamente dio la Junta de Andalucía, caminamos unidos, hechos una piña. Una candidatura que ahora es de España, además de andaluza, y que todos vamos a defender hasta el final.

Además de miles de ciudadanos, el presidente Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y buena parte de los ministros se han fotografiado con el símbolo de apoyo diseñado por el Ayuntamiento de Antequera para la candidatura. También cargos y gestores socialistas, como usted misma. ¿Por qué la presidenta Susana Díaz no lo ha hecho todavía?

La presidenta estuvo apoyando la candidatura tan pronto, que no se había ni creado el símbolo. Fue la que dio un primer paso decidido. No hay ningún problema con el símbolo. Da igual quién lo creara, si el símbolo vale, pues ahí estamos todos. Y le aseguro que la presidenta lo sabe hacer.

Un nuevo impulso

El contrato de José Lebrero al frente del Museo Picasso Málaga se ha renovado por solo un año. El propio Ministerio de Cultura recomienda en su manual de buenas prácticas contratos de cinco años para los responsables de instituciones culturales. ¿Es un contrato que se cierra en falso a la búsqueda de un nuevo director?

No, no. Hay una cosa clara, Lebrero lleva ya años en el Picasso. Estamos en un momento en el que queremos dar un impulso decidido al museo y queremos que él forme parte de ese nuevo tiempo. No estamos hablando de un contrato de un año al uso. Es un contrato prorrogable; no pasa un año y esto se ha terminado. Creo que Lebrero quiere también formar parte de esa subida de peldaño del museo para que cada vez cobre más fortaleza, como ya está ocurriendo con unas expsiciones extraordinarias y con el número de visitantes, que aumenta. La figura de Picasso tiene una gran fortaleza y el museo también, pero hay que darle un impulso más. Queremos que de ese futuro forme parte José Lebrero. A trabajar y a seguir prorrogando el contrato, sin más, con absoluta normalidad.

La ley del cine es una apuesta de esta legislatura y también lo fue de la anterior. Es llamativa esa apuesta de la Junta, que sigue ausente del Festival de Málaga mientras apoya otras citas cinematográficas en otras ciudades andaluzas.

El estar en el festival no solo significa una aportación económica. La Junta ha estado presente en el festival con una serie de actividades. Algunas van a permanecer, como el ciclo de cine andaluz que se proyecta en el Picasso. Queremos consolidarlo, porque es una manera de mostrar la fortaleza de nuestro cine y de respaldarlo. Es una oportunidad para reivindicar nuestra industria, que es de excelencia y de calidad. Hemos propiciado el encuentro de productores, una actividad que creo que es fundamental. Creo que ahora se trata de que dialoguemos y de que estas actividades no sean paralelas sino parte del festival. Estamos abiertos a que esto que se ha venido celebrando en el tiempo del festival y acompañando al festival forme parte su programa, para que nuestras actividades no se vean como algo paralelo sino que contribuyan y ayuden a los resultados finales. Estamos hablando ya. Es nuestra voluntad y vocación no estar en lo paralelo, sino en el encuentro. Y creo que vamos a poder hacer algo ya para la próxima edición.

Consejera, ¿en su agenda sólo hay hueco para solucionar problemas, situaciones e infraestructuras heredadas o hay espacio para pensar en nuevos proyectos?

Hay más hueco para pensar en proyectos nuevos. En este momento en Málaga hay muchas iniciativas de carácter cultural de pequeñas empresas, de emprendedores y de colectivos con mucho talento y quiero empezar a tener contactos con ellos. Están propiciando el impulso cultural en la ciudad y en la provincia y quiero escucharlos para ver cómo establecemos cauces de colaboración. Hay un conjunto de actividades que merece la pena impulsar. La consejería quiere atender el tejido empresarial en torno a la cultura, teniendo en cuenta que la cultura forma parte indispensable, es un pilar de lo que significa un nuevo modelo productivo. La industria cultural es generadora de desarrollo económico, de empleo y de oportunidades.

¿Tiene algún proyecto ya cerrado para ponerlo en marcha?

Recuperamos para Málaga los cursos de Escénica, integrados en las actividades de la Escuela Pública de Formación Cultural de Andalucía. Había una reivindicación y una demanda de esos cursos de formación escénica dentro de la profesión teatral de Málaga. Vamos a promover tres cursos que tendrán como escenario el Centro Andaluz de la Letras, el Teatro Cánovas y la Sala Gades. Estamos cerrando los contenidos y estarán en marcha pronto.

Reconocimiento y apuesta

Hablaba antes del valor económico de la cultura, que genera ya el doble de empleos que la industria agroalimentaria en Andalucía. Crea 115.280 puestos de trabajo y aporta 4.200 millones de euros al PIB. Y se ha convertido en motor renovador de la gran industria andaluza: el turismo. ¿Cree que realmente le acompañan los presupuestos y la atención del Gobierno andaluz?

La cultura es esencial en el nuevo modelo productivo, y también la agricultura. Más que comparar la cultura con cualquier otro sector, me gusta poner en valor las cifras reales y objetivas que aporta. El primer paso que dio la presidenta fue crear la Consejería de Cultura. Eso significa ya una apuesta y un reconocimiento a todo lo que la cultura es y aporta a Andalucía. Aunque no sólo debemos medirla en términos económicos, sino que tenemos que medirla por lo que aporta al conjunto de la ciudadanía. Los ciudadanos crecemos con la cultura. Nos formamos más y mejor de la mano de la cultura, que genera oportunidades cada día para nuestra vida. Los que tenemos responsabilidades públicas debemos aspirar a que los ciudadanos tenga la oportunidad de ser felices, y la cultura te entrega momentos en los que tu persona, tu sensibilidad, tus sentimientos, sin duda, se conmueven y se desarrollan.

Pero sus presupuestos para 2016 no son demasiado generosos para esa apuesta.

Tenemos unos presupuestos con los que podemos cumplir los objetivos que nos hemos planteado. Desde luego, a lo que aspira la Consejería de Cultura, como todas, es ir a más presupuestariamente. Pero además de nuestros presupuestos contamos con la alianzas. Los presupuestos hay que mirarlos trasversalmente. Hay que mirar la Consejería de Empleo y sus medidas para los autónomos de la cultura. Economía, con los recursos para innovación, y ahí está la cultura. Y También Turismo y Educación. La trasversalidad de nuestros presupuestos es la fotografía exacta y justa de la importancia que le da el Gobierno andaluz. En ese nuevo modelo productivo hay, sin duda, un sello grande que pone cultura.

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