En bañador no entras al museo

Juan Bonilla tituló su libro sobre el artista ruso Vladimir Maiakovski Prohibido entrar sin pantalones, aunque lo que tienen prohibido los visitantes a varios museos malagueños no son los pantalones (la prenda, como el valor en la mili, se presupone), sino el bañador. Poco importa, por ejemplo, que el Pompidou esté situado en plena dársena portuaria, en el corazón de la ruta (no precisamente de la seda) que va y viene a la playa de La Malagueta, al pie de una hilera de embarcaciones deportivas... La norma es clara: no se permite la entrada en traje de baño o sin camiseta.

Entre los museos malagueños, sólo el Pompidou, el Thyssen y el Picasso especifican en sus normas de acceso la prohibición de acudir de esa guisa. Además, este último lanza una recomendación llamativa, sobre todo con la que está cayendo ahora en el termómetro: en primavera y verano, el Museo Picasso Málaga recomienda a sus visitantes que tengan a la mano una prenda de abrigo. Desde la pinacoteca aclaran la sugerencia: Las salas mantienen una temperatura que oscila entre los 20º C y los 22º C, con el fin de preservar las obras de arte. Esto motiva que en primavera y verano pueda haber diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del Museo, por lo que es recomendable llevar para la visita una prenda de abrigo.

La Casa Natal y el Museo Ruso, por su parte, recomienda 'atar en corto' a los niños si se acude con ellos. "Si viene al Museo con niños, procure que estén siempre junto a usted. Ayúdenos explicándoles la importancia de no tocar los objetos. No deje que correteen por las salas ya que podrían molestar a otros visitantes", piden ambos centros con idéntica fórmula.

El Pompidou, el Thyssen y el Picasso comparten con el resto de los equipamientos expositivos la prohibición de fumar dentro del recinto, la entrada de animales (salvo los perros-guía) o el acceso con comida o bebida. Además, el Picasso, el Thyssen, la Casa Natal y la Colección Museo Ruso prohíben de manera expresa hacer fotos y vídeos en el interior de las salas, debido a los derechos de imagen que pesan sobre algunas de las piezas expuestas.

Quizá sólo la prohibición del bañador sólo sea eso: una cuestión de imagen.