Sara Baras en un momento del espectáculo.

Sara Baras: «El baile es mi manera de estar en el mundo, no un trabajo»

La bailaora gaditana ofrece esta noche su espectáculo ‘Voces’ en el que homenajea a las grandes figuras del cante y del baile flamenco

joaquina dueñas

Martes, 11 de agosto 2015, 00:03

Sara Baras llega esta noche al escenario del Festival Starlite en La Cantera de Nagüeles de Marbella para emocionar al público con su último montaje, Voces, en el que homenajea a algunas de las figuras más relevantes del flamenco, desde Paco de Lucía a Carmen Amaya pasando por Camarón de la Isla, Antonio Gades, Enrique Morente y Moraito.

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«La gira de este espectáculo está siendo maravillosa. Es un encuentro con los maestros que hace que se convierta en algo muy especial y que fluya una energía particular», explica la propia Baras. Un trabajo en que rebosa admiración y respeto. «Se produce una conexión con cada maestro y eso se siente y se respira», afirma. Más aún, Baras considera que las figuras homenajeadas «nos han influenciado mucho, sus voces nos transportan a otros lugares y momentos y nos dan una fuerza muy grande».

La bailaora ha recorrido el mundo y es reconocida allá por donde pasa, sin embargo, eso no es fruto de la casualidad sino de una excepcional combinación entre talento innato y esfuerzo. Un esfuerzo que se materializa además de en las incontables horas de ensayo, en la labor continua de investigación y profundización. «El flamenco es un arte grande con una riqueza bestial que va directamente al corazón», explica. Esa capacidad de conmover es lo que hace que su trabajo se entienda dentro y fuera de España en todo tipo de públicos y de culturas. «No se puede hacer sólo lo que funciona sino que hay que estudiar, investigar y trabajar. Ese es el único modo de aportar algo desde lo más profundo de tu ser, partiendo de todo tu sacrificio y de la superación personal», asevera.

Baras asegura que «el flamenco es verdad y te pide honestidad y compromiso con el arte». No en vano la artista sólo ha realizado un paréntesis en su exitosa carrera y fue hace cuatro años para tener a su hijo. «Recuerdo que cuando paré para ser mamá, al mirar atrás estaba satisfecha, con tantas cosas hechas y tanto logrado. Sin embargo, al regresar volví a entregarme completamente de nuevo con la misma intensidad, fue algo inevitable». Y es que para la gaditana su baile es algo más que un trabajo. «Es mi manera de estar en el mundo. Si no saliera al escenario me marchitaría pero si salgo tiene que se con todas las de la ley».

Baras califica de «privilegio» todo lo que le ha tocado vivir profesionalmente. «Es mi forma de vida, toda mi vida es flamenca y siempre estoy creando, no es algo que pueda hacer de ocho a tres. Cuando veo una tela pienso en los vestidos para el espectáculo o al escuchar una música. Al final entras en un círculo virtuoso y todo me lleva a crear».

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El reconocimiento logrado le ha llevado también a platearse las prioridades de la vida y a ver el mundo con ojos preocupados y solidarios. «Todo cambia el día que descubres que tu nombre puede ayudar a quienes lo necesitan. A partir de ese momento no hay manera de distraerse, tienes que agarrar el riesgo por el corazón y hacer tanto como puedas».

Esta perspectiva es la que le llevó a ser madrina de la fundación Mi Princesa Rett. El síndrome Rett es una patología neurológica que afecta a una de cada 10.000 niñas y provoca retraso mental grave y pérdida de capacidades motoras. «Es una enfermedad muy cruel que sólo afecta a las niñas y de la que supe por casualidad», relata Baras. «Conocí a una niña con la edad de mi hijo y estamos muy unidos. Las familias están desamparadas porque no se sabe nada y eso provoca un dolor infinito», lamenta la artista.

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Ella, desde su arte, procura dar visibilidad a estas niñas y a sus familias, de hecho dedicó su espectáculo Medusa, la guardiana en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida a la lucha contra este síndrome. «Yo siempre había hecho personajes buenos, muy positivos, pero haciendo el papel de Medusa sentí que era como si bailara contra un monstruo, contra el monstruo que atenaza a estas niñas y sacaba toda la rabia bailando contra el síndrome Rett», relata.

«Puedes meterte en el personaje que quieras, pero si la rabia que sacas es para defender algo o a alguien, eso se nota y es cuestión de corazón», afirma rotunda. Además, desde su página web se puede acceder directamente a la de la fundación Mi Princesa Rett.

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Esta noche, en torno a 2.000 afortunados podrán disfrutar de su representación actual en el Festival Starlite al que regresa por segunda vez. En Voces la prestigiosa artista sigue un sólo hilo argumental en el que pasa por diferentes palos del flamenco mientras une su identidad con la de los genios del flamenco y con detalles que los evocan directamente. Baras lleva desde niña inmersa en el mundo de la danza ya que empezó en la escuela de su madre, Concha Baras. Desde entonces hasta hoy ha logrado los mayores reconocimientos posibles incluido el Premio Nacional de Danza y la Medalla de Oro de Andalucía.

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