Jesús Mérida, con una imagen de la exposición colgada en la Diputación Provincial.

Un segundo en cuarenta milímetros: un fotógrafo en estado natural

Jesús Mérida expone en la Diputación Provincial su visión en blanco y negro de escenas de playas, vida cotidiana y bodas documentales como pellizcos de una realidad en estado puro que no siempre se ve

Luis Moret

Lunes, 4 de mayo 2015, 01:22

Ve la vida con ojos de fotógrafo. Lleva una cámara colgada a todos sitios y la vena artística la tiene cerca. Jesús Mérida Guzmán ha vuelto a Málaga desde Madrid para cambiar la fotografía publicitaria por otra vertiente más humana, más cercana, natural. Desde ella se ha convertido en captador de segundos, de instantes irrepetibles que ahora expone en la Diputación Provincial hasta el 5 de junio en una muestra con el blanco y negro como protagonista. Entre las instantáneas de playa cotidianas que trasmiten distintos sentimientos, algunas de bodas como testigos documentales de las otras situaciones que ocurren en torno a los novios. No todo se ve; algunos momentos pueden trasladarte a otra época o ser digno de cualquier revista de moda.

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Entre sus habilidades, además de la artística -su hermano es el pintor Andrés Mérida y de casta parece venirle también a este Mérida- el lado publicitario, cultivado durante años en los que los objetos tenían que dejar elementos oscuros de deseo para ser apetecibles a todas luces. Mucho estudio entonces, 'maquillaje' y preparación para que todo esté perfecto ante la vista de un posible consumidor. En "Un segundo en cuarenta milímetros" cultiva su lado más creativa, pero a la vez la de cazador de momentos irrepetibles, el decisivo, usando el objetivo al que alude el título de la exposición para las 28 instantáneas que se exponen. "Tras venir de la publicidad estaba un poco cansado de que hubiera mucho de mentira, iluminaciones, retoques de producto... Quería un cambio y he pasado del zumo de bote al zumo natural", explica. Nada de retoque en las obras para conservar su autenticidad. "Lo que se ve aquí soy yo al natural", añade.

Y entre playas y escenas callejeras, algunas de ellas en color, las bodas como forma de vida, pero con un punto documental buscado ex profeso. "El blanco y negro me acerca a los grandes fotógrafos de antaño que no tenían tanta tecnología a su servicio, pero que acertaban a captar el momento exacto". Momentos ahora colgados sobre la pared, que él defiende que son imágenes que, aunque aisladas, le tocan el corazón.

Fotos como la de 'El ramo' en la que una novia antes de ir al altar se acerca a ver a su tía abuela. En la imagen parece estar contemplando a una anciana junto a una virgen con flores. "Me lo han dicho más veces, el contraluz hace ese efecto. Parece una virgen, pero no lo es. Era el momento. Irrepetible, quizá. Emotivo para ambas". En 'La prensa', foto tomada durante un reportaje de bodas, una pareja se muestra cariñosa, mientras que por la parte superior de lo que parece la Alcazaba de Málaga un hombre pasa ajeno a la escena periódico en mano. "Fotos como esa las suelen coger, aunque para los álbumes muchos buscan las imágenes típicas, que la tengo que ofrecer, aunque dedico tiempo a captar todo lo que sucede en torno a la boda de modo documental. Y hay quien selecciona fotos de ese tipo para ellos, aunque no sean para el álbum".

Mérida es consciente del mundillo que se mueve en torno a las bodas. Asegura que tradicionalmente ha sido un sector en el que se ha ganado mucho dinero y en el que quizá ha habido poca renovación, investigación... Él busca un paso más con su trabajo y sus exposiciones y tras ésta ya tiene otra en mente para el próximo año. Hasta entonces muchos meses por delante para captar unos cuantos miles de segundos, aunque quizá con otros milímetros.

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