'De mutuo desacuerdo', condenados a entenderse

"Ya tenemos una larga trayectoria con esta obra pero Madrid es Madrid". Iñaki Miramón y Toni Acosta resumen en una frase la ilusión y los nervios por el inminente debut de la obra teatral 'De mutuo desacuerdo' en el Teatro Bellas Artes de la capital, en "un momento dulce para el espectáculo".

Miramón y Acosta ofrecen una divertida visión del divorcio y de la paternidad, en la que muchos de los espectadores se sentirán identificados, a pesar de sus diferentes inclinaciones en la pugna que mantienen Ignacio y Sandra, un matrimonio que decide divorciarse tras doce años de relación y que es incapaz de ponerse de acuerdo en lo que concierne a la educación de un hijo, el personaje invisible que padece los daños colaterales de la ruptura.

Ignacio y Sandra están condenados a entenderse por el bien del hijo en común. Lo mismo parece ocurrir con Iñaki y Toni, que ya fueron pareja durante tres años en la serie televisiva 'Con el culo al aire' y que en contra de lo que pueda parecer en un espectáculo que transcurre entre discusión y discusión, forman un tándem profesional bien avenido y de primer nivel.

De la mano de Quino Falero en la dirección de la adaptación teatral del texto de Fernando J. López, que ya ha exportado el espectáculo a Venezuela, el espectador se sumerge en una situación irresoluble, sin buenos ni malos establecidos. El espectáculo evita caer en los estereotipos de género habituales en este tema y juega con ambos roles de manera ingeniosa, además de incluir referencias a terceras personas que han condicionado la relación entre ambos y que el intenso diálogo desvela poco a poco.