Numerosos visitantes han acudido a la jornada de puertas abiertas.

"Es una oportunidad única para los malagueños"

2.149 personas visitan el día de la inauguración el Centre Pompidou Málaga de forma gratuita desde las 16.00 a las 21.00

isabel bellido

Sábado, 28 de marzo 2015, 19:43

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2.149 personas han pasado por el Centre Pompidou Málaga desde las 16.00 a las 21.00 horas. El sol y el Pompidou han sido los indiscutibles protagonistas de este sábado, que además es de Pasión. Lo mismo que dicen sentir Clara Ronda y Ángela Sicilia por el arte. Han sido las primeras de la larga cola que se ha formado a la entrada del centro de arte de origen galo. Unos minutos antes de las cuatro de la tarde, hora a la que por fin el Cubo abría sus puertas al gran público (por la mañana han tenido lugar los actos de inauguración), estas chicas de dieciséis años confesaban que llevaban cuatro horas aguardando la apertura. Soy fanática del arte, admitía Clara Ronda. Espero que los de nuestra edad se interesen ahora un poquito más por la cultura, decía Ángela Sicilia. Creo que es culpa de la tecnología, sobre todo de los móviles. La gente no se mira a la cara, opinaba su amiga. Un poco más atrás, Carmen Mérida esperaba su turno para entrar. Tenemos muchas ganas de ver el Centro Pompidou porque sé del gran esfuerzo del alcalde y de Jose María Luna. Es la primera vez que ha salido fuera de París, por lo que es una oportunidad única para los malagueños, comentaba. Iba acompañada de Manolo Sánchez, que está convencido de que el Pompidou va a afectar positivamente a Málaga. Está demostrado que el turismo cultural tiene un nivel y una sensibilidad preferible al turismo de masas de otras comunidades autónomas, explicaba. Mérida aprovechó para rematar: No queremos el botellón de Benidorm, queremos gente que se interese por la cultura.

Justo detrás de ellos estaban Laurent Albert y Elsa Berros. Él es francés, lleva viviendo en Málaga veintidós años y está muy contento de tener un Pompidou a domicilio, aderezado con el sol de Málaga. Este sitio ha cambiado muchísimo, opinaba Albert. Es una ciudad cosmopolita que no tiene nada que envidiar a una gran capital, coincidía Berros. Por la cola también andaban unos cruceristas. Ella es coreana y él estadounidense, han estado bebiendo cañas en el centro y comiendo borecones y eran completamente ajenos a la noticia, pues desconocían la existencia del Pompidou Málaga, pero no han dudado en colocarse al final de la cola.

Entre Bacon, Picasso, Kahlo o Magritte circulan ya miles de malagueños y de extranjeros. María del Río, por ejemplo, ha acudido bien acompañada. Miraba a su nieto jugar con Bajo la luna II, una obra del valenciano Miquel Navarro. Ahí está construyendo, comentaba entre risas. Me encanta el museo, es muy interactivo y está muy bien para los niños. Otro de los puntos fuertes del Centre Pompidou Málaga es la presencia de asistentes mediadores que explican a los visitantesel sentido y la historia de la obra y de su autor, lo que le parece a Ángeles Calvet estupendo. Esto si no te lo explican no lo entiendes bien, decía mientras señalaba Fantasma, la instalación de Kader Attia.

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