Eloy Tizón: «Tenemos miedo a los finales con esperanza»

El final feliz está desprestigiado. De ello se ha ocupado Hollywood que, a fuerza de manosearlo, lo ha convertido en un recurso ñoño que no disimula en absoluto el cartón piedra de la ficción. Y los relatos, los de papel y los que nos llegan por las pantallas, se han llenado de tramas oscuras y personajes que sufren. «Un dogma que habría que replantearse», confiesa el escritor Eloy Tizón (Madrid, 1964), que se sitúa el primero en esta tendencia al drama como rey de la narrativa. Por ello, el autor del celebrado libro de relatos Velocidad de los jardines o la novela Labia se rebela tras diagnosticar que la literatura «tiene miedo por los finales en los que asoma un atisbo de esperanza» y reivindica cierres en los personajes «tengan futuro». «Y más en este momento que es tan necesario», apostilla Tizón, que hoy se tomará un café con los lectores en Málaga.

Con el aroma de una taza por delante, el autor participa esta tarde en el ciclo Un café cargado de lecturas, que organizan el Centro Cultural de la Generación del 27 y el Aula de Cultura de SUR. Y sobre la mesa, este reconocido cuentista tendrá precisamente su último libro de relatos, Técnicas de iluminación (Páginas de Espuma), que supuso en 2013 su vuelta a la ficción después de siete años. «Es que disfruto mucho reescribiendo los textos y dejándolos reposar para que vayan madurando», confiesa Eloy Tizón, cuya obra huye de lo que denomina «prosa funcionarial» y la «visión rutinaria del lenguaje».

De hecho, la narrativa de este autor se distingue por una voz propia que difumina muchas veces prosa con poesía. Aunque él lo llama «aprovechar los recursos musicales» de las palabras. Una concepto de la Literatura que Eloy Tizón contagia además a muchos de los alumnos de sus cursos de narrativa, en los que intenta «expandir» los valores y talentos de aquellos que se acercan a las letras con intención de ponerlas en práctica.

Una línea «muy sutil»

Relatos sombríos y otros más irónicos completan el libro de relatos Técnicas de iluminación, cuya recepción por parte de la crítica, público «y libreros» ha dejado satisfecho a Tizón. Un libro cuyos cuentos se puede leer de forma independiente, aunque los textos están unidos por una línea «muy sutil». «Los relatos muestran una progresión y los personajes están enfrentados a una encrucijada», reconoce el autor que añade que, si bien estas historias no tienen una voluntad testimonial, «de forma indirecta sí que habla del momento de desorientación vital en el que estamos y de la incertidumbre ante al futuro».

Eloy Tizón confiesa que le «fascina» escribir cuentos por las posibilidades para «buscar y experimentar», aunque admite que tiene una cuenta pendiente como narrador. «En las novelas he puesto la misma energía e ilusión, pero no han sido igual de recibidas que mis libros de relatos. Me pasa al contrario que la mayoría de escritores», constata el autor, que siente especial debilidad por su novela Labia que, a su juicio, ha sido poco leída.