El señor de Juego de Tronos

Solo una alfombrilla en la que se lee Juego de tronos apunta que entramos en los dominios de unos de los personajes que han protagonizado el rodaje de esta serie en Sevilla. «Es que por contrato teníamos prohibido llevarnos cualquier objeto del rodaje y eso también vale para el productor», explica el malagueño Peter Welter, que accede a hablar de la filmación aunque con la salvedad de que su acuerdo con los propietarios de la serie, Fire and Blood, y la cadena HBO le hace valer más por lo que calla que por lo que cuenta. «Pero tú pregunta», anima. Pues allá va: ¿Habrá una segunda temporada de la serie en Andalucía? «Los creadores y guionistas de la serie David Benioff y Dan Weiss se fueron encantados, pero para volver me han puesto una condición: incentivos fiscales», revela Welter desde la oficina de la productora Fresco Film en la malagueña urbanización El Olivar.

Todavía le faltan por cerrar algunos papeles y cuentas del rodaje, pero el productor piensa ya en una nueva entrega. Y de sus informes dependerá buena parte de la decisión final de repetir el rodaje. «Es un tema de guión, porque Benioff y Weiss decidieron reducir para la quinta temporada el rodaje en Islandia de las escenas al norte del muro y crear el nuevo reino de Dorne que es el que hemos filmado en Sevilla y Osuna», relata Peter Welter, que subraya que en el fallo tendrán mucho peso las desgravaciones fiscales que, en España, entran en vigor en 48 horas: el 1 de enero.

«Muchos han criticado que son solo un 15%, pero eso es mejor que nada», sostiene el cineasta que, no obstante, añade que la nueva norma no garantiza la filmación «porque el problema de estos beneficios económicos es que no son automáticos, sino que se declaran al año siguiente».

El productor recuerda que el rodaje en Andalucía de la serie ha sido una excepcionalidad, «ya que es el único país en el que Fire and Blood no ha tenido beneficios fiscales». Por contra, Welter adelanta que las escenas rodadas en los Reales Alcázares de Sevilla y la plaza de toros de Osuna entusiasmaron a los popes de la serie, Benioff & Weiss. «Casi sin vestir las escenas, el decorado quedó espectacular», subraya el productor de Fresco Film, que añade que, si bien «Andalucía es el mejor sitio y el más cómodo para recrear el reino de Dorne», también se podría filmar en otros sitios. «Con la tecnología digital es posible y, de hecho, la entrada de los personajes en el reino se rodó en Irlanda», apostilla del productor.

Durante la filmación el pasado octubre, Fresco Film organizó el movimiento de hasta 1.000 personas al día entre equipo técnico, artístico y extras. «Era como un ejército y para organizarlo era necesario casi un orden militar», relata Peter Welter, al que le correspondió el papel de Mano del Rey el gobernador en la sombra del Trono de Hierro, como lo bautizo un reportaje de SUR. «Vaya cachondeo tuve que aguantar, porque cada vez que aparecía en el rodaje alguno decía: Ahí viene la Mano del Rey», recuerda el productor que, con su cabellera rubia, también podría pasar por un hermano Lannister. Una familia que, como todos los espectadores saben, siempre paga sus deudas. Un lema formidable para un productor.

Pese al volumen del rodaje, Welter asegura que la filmación fue «fácil... o, más bien, llevadera». Eso no quiere decir que no hubiera problemas. En este caso, el inconveniente fue la gran expectación creada por la película que provocó desde un intento de estafa a las personas que se presentaban al casting a unos actores sobrepasados por los fans. «Llegaron a sentirse tan agobiados que ocasionó alguna crisis y que algunos intérpretes no quisieran seguir aquí porque no podían dar un paso en la calle y la gente se colaba en sus hoteles», recuerda Welter que tuvo una relación cercana con Nikolaj Coster-Waldau (que encarna a Jaime Lannister) que le confesó que dejó de ir al gimnasio ya que estaba más tiempo haciéndose fotos que entrenando.

A Peter Dinklage (Tyrion Lannister) lo recuerda «bastante reservado», mientras que la Kalhessi Emilia Clark se mostró «abierta y simpática», aunque afectada por la popularidad. Ni sus dragones pudieron defenderla de unas muestras de cariño que, llevadas al exceso, resultaron «negativas», admite la Mano del Rey.