El Pompidou salta las fronteras del Cubo

Tiende la economía del lenguaje a la reducción metonímica de la parte por el todo. Por ejemplo, el edificio de 6.300 metros cuadrados levantado en la esquina portuaria entre los muelles 1 y 2, tras su bautizo laico, ha quedado nombrado como el Cubo, en virtud del lucernario de 12 metros de alto que le sirve de corona urbana. El recinto será la sede del Centro Pompidou Málaga, cuya oferta cultural tiene previsto, no obstante, saltar la frontera física de su domicilio.

Así lo han confirmado a SUR fuentes cercanas al proyecto, cuyo calendario de exposiciones temporales ya frisa 2016 e incluso 2017, a la luz de las negociaciones entre los representantes del Ayuntamiento y de la institución gala, tal y como adelantan las mismas fuentes.

Las primeras ideas que manejan los promotores del Centro Pompidou Málaga para las propuestas más allá de sus instalaciones se centran en la organización de espectáculos de danza y de proyecciones de obras audiovisuales en el perímetro del Cubo, según el testimonio recabado por este periódico de distintas fuentes implicadas en el proyecto.

El presidente del Centro Pompidou, Alain Seban, ya dio pistas de los planes de la institución gala para su primera filial fuera de Francia. Durante su comparecencia en Málaga el pasado viernes, Seban destacó las «posibilidades excepcionales y muy estimulantes» que ofrece el Cubo del Puerto.

Un mensaje lanzado también por el propio Alain Seban durante la presentación en sociedad del Pompidou de Málaga celebrada en la sede parisina de la institución el pasado mes de septiembre.Entonces habló del Cubo como «un lugar maravilloso en el centro de la ciudad». Y bromeó: «Estamos literalmente delante de la ventana del alcalde y va a poder ver todos los días que tenía razón».

Instalaciones audiovisuales

Esa búsqueda de proyección más allá de su sede física enlaza con la carta de presentación ofrecida por el Centro Pompidou Málaga en aquella cita parisina.La documentación aportada entonces ya avanzaba su intención de incluir en el discurso de la entidad la proyección «en el suelo exterior» del Pompidou malagueño de la instalación en vídeo À la belle etoile (2007), realizada por la artista suiza Pipilotti Rist con el acompañamiento musical compuesto por Mister Solo Anders Guggisberg.

En este punto, los responsables de poner en marcha el Centro Pompidou Málaga reiteran que estas propuestas exteriores se llevarían a cabo siempre dentro de los límites marcados por la normativa que rige el uso de los espacios en el interior del recinto portuario. Una sede visitada el pasado jueves y viernes tanto por el presidente del Centro Georges Pompidou, Alain Seban, como por el director del Museo Nacional de Arte Moderno delPompidou, Bernard Blistene.

A la presencia de Seban y Blistene en Málaga se sumaba ayer el mayor respaldo institucional recibido por el proyecto hasta la fecha. La iniciativa entraba en la agenda de la vigésimo cuarta cumbre bilateral entre Francia y España. Primero el presidente galo, François Hollande, ponía el Pompidou de Málaga como ejemplo de la colaboración entre ambos países en materia cultural y, acto seguido, los gobiernos de Francia y España se mostraban «decididos a reforzar y apoyar» el proyecto. Y eso va mucho más allá del Cubo.