Tres museos en el calendario electoral

Andan esta semana muchas familias con reuniones, cábalas y expediciones comerciales. Preparan la vuelta al cole. Hacen planes y cuentas. Lo mismo que las administraciones públicas sobre el mapa de equipamientos culturales en Málaga. Sus exámenes llegarán en primavera y otoño en forma de elecciones y antes de que caigan las papeletas en las urnas esperan que caigan unas cuantas fotos de inauguraciones.

En apenas una vuelta de calendario hay previstos tres estrenos museísticos malagueños. Dos de ellos han dado esta semana pasos decisivos: la filial del Centro Pompidou se presentaba el miércoles en la sede parisina de la institución gala, mientras que un día antes se adjudicaban las obras en Tabacalera para acoger la primera sucursal europea del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. A ellos debe unirse dentro de un año el Museo de Málaga en el palacio de la Aduana.

Aunque los tiempos de los tres proyectos parecen más que marcados por el calendario electoral, los ritmos han sido bien distintos. En apenas nueve meses, el Ayuntamiento de Málaga ha encarrilado los desembarcos del Pompidou y del centro ruso. El primero lo anunciaba el alcalde Francisco de la Torre el 29 de noviembre del año pasado, mientras que el segundo se hacía oficial el 27 de mayo, un mes después de que este periódico adelantara en exclusiva la operación (SUR, 9-4-2014).

Al otro lado del biorritmo administrativo, el museo provincial de Málaga dependiente del Ministerio de Cultura y gestionado por la Junta de Andalucía espera abrir sus puertas en La Aduana entre finales del verano y principios de otoño de 2015. Se cumplirían entonces desde su salida del Palacio de Buenavista 18 años. La edad necesaria para poder votar.

Porque las elecciones municipales previstas en primavera y las generales del próximo otoño ofrecen un evidente telón de fondo en el devenir de las tres actuaciones. La que ha despertado mayor expectación es la elección de Málaga como destino de la primera extensión del Centro Pompidou fuera de Francia. La iniciativa se presentaba en sociedad a mediados de semana con la presencia del presidente del Pompidou, Alain Seban, y la ausencia de la anunciada ministra francesa de Cultura, Fleur Pellerin.

Una colección de dos años

La cita parisina resolvió algunas dudas y planteó otras nuevas. De una parte, se dieron a conocer las piezas que compondrán la colección de la sede malagueña del Pompidou. Aunque a esos fondos no cabe ponerles la coletilla de «permanentes». Lo resumió el propio Seban: «No hay nada permanente en el Centro Pompidou». Así, tal y como han confirmado a SUR desde la institución francesa, la relación de obras esbozada el miércoles permanecerá en Málaga dos años para luego renovarse con otra «presentación» de los fondos del Centro Georges Pompidou.

El presidente de la entidad gala incidió desde la primera frase de su intervención en el carácter «provisional» de la aventura malagueña, si bien el alcalde se afanó por lanzar el mensaje de que el Centro Pompidou Málaga es un proyecto «a largo plazo». Eso sí, la posible fecha de caducidad de la iniciativa viene marcada en el propio convenio: cinco años de duración, prorrogables por el mismo periodo. Ampliaciones en la relación con el Pompidou que los responsables municipales esperan ir multiplicando.

Durante ese periodo, Málaga se convertirá en un «laboratorio» donde el Pompidou ensañará su modelo de expansión internacional. No habrá otra filial en España mientras funcione el centro malagueño, si bien la institución gala tiene sus ojos puestos en Europa del Este y países «emergentes» de América Latina en sus planes de crecimiento. Lo que sí crecerá será la oferta del Pompidou en Málaga, así como la aportación municipal a la institución francesa. En el primer apartado, los fondos semipermanentes pasan de 70 a más de 90 piezas y las exposiciones temporales se incrementan desde un solo montaje hasta «dos o tres» al año. Del otro lado de la balanza, el canon anual de un millón de euros se verán acompañado por otra aportación municipal de 1,07 millones al año para seguros, transportes y «servicios técnicos» prestados por el Pompidou, «a un coste inferior del que pagaría el Consistorio si tuviera que contratarlos directamente», según el Consistorio.

Junto con la presentación oficial en París, el proyecto del Centro Pompidou Málaga se lleva esta semana otra buena noticia: el desbloqueo de las obras de adecuación en el Cubo del Puerto que debe convertirse en su sede. «Un lugar maravilloso en el centro de la ciudad (...) Estamos literalmente delante de la ventana del alcalde y va a poder ver todos los días que tenía razón», decía, medio en broma medio en serio, el presidente del Pompidou.

Los fondos rusos, en breve

Otras obras también ofrecían novedades esta semana; en este caso, la reforma en dos pabellones de Tabacalera para acoger la filial del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. La empresa malagueña Ielco ha ganado el concurso con una oferta de 479.007,19 euros y un plazo de ejecución de dos meses y medio. No en vano, el Ayuntamiento pretende inaugurarlo incluso antes que el Pompidou, aunque todavía quedan por conocerse los fondos que se expondrán procedentes de la institución rusa. El calendario municipal prevé darlos a conocer entre este mes y el que viene. Han tenido donde elegir, ya que las colecciones del centro ruso superan las 400.000 referencias.

Un catálogo también extenso pero no tanto brindará el Museo de Málaga, con más de 15.000 piezas de Arqueología y unos 2.000 títulos de Bellas Artes. Después de 17 años, el Gobierno ha anunciado su intención de adelantar el estreno en 2015 desde finales de año hasta el mes de septiembre. Las elecciones generales serían en noviembre.