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Antonio M. Romero
Viernes, 15 de agosto 2014, 01:53
Se cerró la fase preliminar del certamen con un festejo entretenido donde salieron a hombros los malagueños José Antonio Lavado y Javier Orozco. Aéste último le tocó en suerte un gran novillo de Santiago Domecq, Carolino de nombre, premiado con la vuelta al ruedo aunque los mulilleros no vieron el pañuelo azul y se llevaron al burel al desolladero sin el merecido premio.
Las actuaciones de los dos triunfadores del festejo fueron de distinto corte. Orozco evidenció que está muy placeado y en todo momento demostró una gran soltura y buenas maneras. Sus verónicas de recibo a pies juntos no fueron muy lucidas. Con la muleta estuvo pulcro y dejó algunos muletazos de buen trazo y con gusto, pero le faltó ajustarse más ya que toreó muy por las afuera. En el epílogo por manoletinas fue arrollado dos veces aunque sin consecuencias. Dejó una media estocada.
Con su actuación de ayer, Lavado recuperó parte del crédito que había perdido ante los aficionados la semana pasada en el certamen Eres Torero. El de Benamocarra salió este jueves como hay que exigirle a un novillero: enrabietado y a por todas, máxime tras el triunfo de Orozco. Las ocho verónicas y la media con las que recibió a su oponente, ganando terreno desde las tablas hasta los medios, fueron de una gran calidad, sabor y enjundia. Tras brindar al público, construyó una faena a base de firmeza ante un novillo poco colaborador al que exprimió a base de aguantarle y de exponerle, logrando algunas tandas por el pitón derecho, el mejor del animal, largas y ligadas. Mató de estocada fulminante. El malagueño se reivindicó ayer ante su público.
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Del resto, el portugués Ganchas destacó en un espectacular tercio de banderillas, pero su nivel bajó con la muleta. Moscoso, que intenta imitar a Morante y le gusta lo clásico, dejó una buena verónica en el recibo, banderilleó con solvencia e inició la faena sentado en un silla de enea; su trasteo fue a media altura a un novillo blando. Ferrer pasó por Málaga sin pena ni gloria ante un animal que rehuyó en todo momento la pelea y González sufrió tres tremendos revolcones y se le vio verde, lo mejor, la buena estocada que dejó.
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