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Antonio Javier López
Viernes, 13 de junio 2014, 14:00
Quería su padre que prolongase la tradición familiar, que se convirtiera en arquitecto, como él. Pero sus planes iban por otros caminos. No en vano, se definió en una carta como amante de la libertad, de la paleta y de la guitarra. Con una en la mano aparece en uno de los retratos reunidos en la Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga, que hoy inaugura la exposición Darío de Regoyos. La aventura impresionista.
Un proyecto planteado como una suerte de diario pintado del autor español, el único al que cabe inscribir por derecho propio en la corriente impresionista, como ha reivindicado el comisario de la muestra, Juan San Nicolás. Un montaje que reúne 61 piezas de Regoyos y que recala en la pinacoteca malagueña después de haber hecho escala en el Museo de Bellas Artes de Bilbao y en el Thyssen-Bornemisza de Madrid. Este es el final de una historia que comienza contando la vida de Regoyos, ha explicado la directora artística del Thyssen malagueño, Lourdes Moreno, en alusión a los contenidos de la Sala Noble, una propuesta específica de la entidad malagueña en relación con los montajes anteriores.
Parte el recorrido de esa primera estancia biográfica para ofrecer luego una propuesta antológica que concede especial protagonismo a los nocturnos y a los efectos de la luz, todo ello con el paisaje como asunto casi monográfico. Estación del Norte y Alrededores de Bruselas (ambos de 1881) destacan en los primeros compases de la muestra, que ofrece como ejemplos preimpresionistas títulos como Plaza de Toledo (1882), Granada (1883) o El Corpus de Fuenterrabía (1887).
El espíritu indómito y viajero de Regoyos le llevó, en lo geográfico, por Bruselas, Francia o Italia, además de buena parte de la geografía nacional; mientras que en lo artístico le vacunó contra la adscripción cerrada a una corriente estética concreta. De esa combinación surgen sus pinturas sobre la España negra de finales del XIX, asunto que convierte a Regoyos en precursor de la Generación del 98, como ha reivindicado el comisario de la exposición programada en el Thyssen malagueño hasta el 13 de octubre. A esa España negra, rural y atrasada respecto a los países del entorno, dedica Regoyos cuadros como Víctimas de la fiesta (1894), que muestra la factura pagada por los caballos empleados en las corridas de toros, Sol de atardecer (1991) o Viernes Santo en Castilla (1904).
LA EXPOSICIÓN
Título:Darío de Regoyos. La aventura impresionista.
Lugar:Museo Carmen Thyssen Málaga. C/ Compañía, 10.
Fechas:Hasta el 13 de octubre.
Horario: De Martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas; lunes cerrado (excepto festivos).
Entradas:Colección permanente, general 6 euros y reducida 3,50 euros; exposición temporal, general 4,50 euros y reducida 2,50 euros; combinada, general, 9 euros y reducida 5 euros. Acceso gratuito todos los domingos a partir de las 17.00 horas.
Más información:http://www.carmenthyssenmalaga.org
De su etapa puntillista cabe citar el Retrato de Dolores Otaño (1892) y, en especial, Las redes (1893). Sirven las fechas para confirmar la capacidad de Regoyos para hacer compatibles en el tiempo piezas de inspiración y estética bien distinta, como ha explicado San Nicólas durante el recorrido por la exposición. Un montaje que deja para su tramo final los paisajes y escenas impresionistas y en el que adquieren protagonismo las dos vistas de la plaza de Burgos (1906), La Concha, nocturno (c. 1906) y Almendros en flor (1905).
Los dos últimos forman parte de la colección de Carmen Thyssen, que esta mañana ha mostrado su entusiasmo por el nuevo proyecto exhibido en el museo que lleva su nombre. Estoy luchando para que nuestros pintores maravillosos que tenemos en España salgan a la luz, porque han estado olvidados, ha argumentado la coleccionista, que ha apostillado: Vamos a tener una exposición muy importante que va a traer a mucha gente.
Es un orgullo para este museo presentar una obra de esta importancia, ha glosado Carmen Thyssen, quien ha dejado las puertas a que la pinacoteca malagueña acoja en el futuro otros proyectos vistos en el Thyssen de Madrid. Preguntada por esa posibilidad respecto a la exposición sobre el arte pop recién inaugurada en la institución del Paseo del Prado, la baronesa ha concedido: Nos gustaría mucho Estamos en trámites para ver si los prestadores cederían las obras. Es nuestra ilusión y estamos en ello.
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