Paloma de la Cruz, la artista malagueña que triunfa con sus exposiciones

Paloma de la Cruz (Málaga, 1991) estudió en la Universidad de Málaga donde se graduó en Bellas Artes y cursó también su Máster de Producción Artística Interdisciplinar. Una pasión que nació en su infancia: «Desde pequeña, mi clase extraescolar favorita era manualidades», expresó la artista. Actualmente, compagina la realización del doctorado en la Universidad del País Vasco con su pasión, su trabajo en Madrid como artista contemporánea.

La malagueña ha traspasado fronteras, desde la Feria ARCO en Madrid o Lisboa, disfrutó de estancias internacionales en Marruecos, Senegal o México, donde expuso sus obras. «Cuando trabajo el barro, me interesa crear una conexión sólida entre cuerpo y lugar», subrayó De la Cruz. Una declaración que respaldó la que fuera su profesora durante su paso por la facultad de Bellas Artes, Carmen Osuna, y además destacó el trabajo de su ex alumna y su capacidad de realizar grandes obras con «materiales milenarios como el barro».

Pasión por el arte

«En mis instalaciones muestro una continuidad entre las formas del cuerpo y las de la arquitectura, al tiempo que creo confusiones entre recipiente y contenido», explicó la artista. Su ahora colega, Carmen Osuna, respaldó su trabajo en una sociedad a la que denomina «selvática» : «Paloma es capaz de sortear bien estos obstáculos gracias a su inteligencia y su carácter riguroso y afable a la vez».

Ejemplo de esta continuidad, 'De pieles mudadas y heridas abiertas', una exposición que inauguró en la Sala de Exposiciones del Rectorado de la Universidad de Málaga, la que fue y es su casa y que podrá visitarse hasta el 31 de enero. «El visitante tiene posibilidad de adentrarse en el mundo de la cerámica y el barro, y de conocer cómo los materiales naturales se pueden convertir en piezas de arte contemporáneo», manifestó de la Cruz.

Nueve son las obras que componen esta muestra, siendo la cerámica esmaltada el material más usado, aunque también se utiliza madera, o rafia. Según la malagueña, las obras que la componen redefinen el arte de la cerámica contemporánea infundiendo una conexión clara y profunda con los materiales, y mostrando una habilidad técnica que supera los límites de cualquier expectativa. Carmen Osuna, la calificó de «inolvidable».

Futuro prometedor

En octubre inauguró una exposición colectiva en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla, participó también en la Feria Estampa y la Feria Artissima en Turín. En noviembre expuso en una colectiva en la Sala de Arte Jóven de Madrid como seleccionada en la convocatoria Circuitos de Artes Plásticas donde cerrará su año artístico. De cara a 2025 volverá a la Feria Arco Madrid y realizará una residencia hasta el mes de julio en la Casa de Velázquez.

Aunque Paloma de la Cruz es plenamente consciente de que la vida artística «es una carrera de fondo», expresó: «Para cada persona es diferente pero en mi caso me ayuda saber que salgan más o menos cosas lo que quiero es producir y no hay nada que me haga más feliz que estar en mi estudio». Y admitió que el temor a fracasar o a no encontrar «tu lugar» lo sienten todos pero: «Forma parte de la carrera en la que hemos decidido participar y creo que abrazarlo es la mejor opción», destacó.

Como consejo a los estudiantes de Bellas Artes que terminan sus estudios, la malagueña resaltó: «Disfrutad de lo que estáis haciendo, de ese momento tan único e irrepetible como lo es el final de una formación, lo emocionante de exponer por primeras veces y ese vértigo que da no saber que pasará a continuación pero que siempre viene acompañado de una adrenalina que me genera la ilusión por descubrir qué vendrá después de cada pasito».

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