Laura Teruel, investigadora principal del proyecto DesinfoAND, en su despacho. Irene Manzano

Los malagueños encabezan el ránking en compartir información falsa, según la UMA

Laura Teruel, investigadora principal del proyecto DesinfoAND y doctora en Periodismo: «La desinformación es una problemática muy preocupante»

IRENE MANZANO

Martes, 22 de octubre 2024, 19:20

En un mundo digitalizado, la desinformación se extiende a lo largo y ancho del planeta como una mancha difícil de limpiar, a la vez que la capacidad para detectarla continúa en aumento en buena parte de la población. Más concretamente, en Málaga, el 14 % de la ciudadanía admite haber compartido información falsa en los últimos 7 días, casi el doble de la media andaluza que se sitúa en el 7%, según el proyecto de la UMA, DesinfoAND. Un dato que pone de manifiesto la necesidad de fortalecer las iniciativas de educación mediática en esta provincia.

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«La desinformación es una problemática muy preocupante, tanto que la Unión Europea desde 2018 ya pregunta regularmente y a nivel de España también se hacen encuestas, pero nosotros detectamos que no había nada a nivel andaluz, prácticamente», manifestó Laura Teruel (Málaga, 1979), profesora titular de Periodismo que dirige el estudio junto con Livia García, de Sociología.

La intención era conocer si en Andalucía el fenómeno de la desinformación afectaba más o menos que en España. Para ello, se realizaron 1.550 encuestas en toda la comunidad, y se diferenció el resultado por provincias. «Casi el 90% de los andaluces considera que la existencia de información que distorsiona la realidad es un problema para España», recalcó Teruel.

Málaga también lidera en la consulta de medios dedicados a la verificación de información, con un 34,9 % de sus habitantes haciendo uso de estas herramientas, mientras que Jaén es la provincia que menos los utiliza, con un 15,5 %. «Esto sugiere una mayor concienciación en Málaga sobre la importancia de verificar la información», explicó la periodista.

Teruel advirtió que no se debe tener miedo de que la sociedad esté completamente indefensa ante la desinformación puesto que «hay una gran conciencia del problema», pese a que le gustaría que el 100% de las personas estuvieran capacitadas para reconocerla.

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Falta de conciencia crítica

«Una de las cuestiones más sorprendentes del estudio fue que en Andalucía, las mentiras que más circulan son sobre temas políticos y se crean para fortalecer a tu ideología y de los que opinan como tú y sobre todo, son bulos sobre los contrarios, porque si es sobre alguien que te cae bien, no lo difundes», expresó la profesora.

La solución, según Teruel, recae en estimular la formación de la gente, la alfabetización mediática y la conciencia crítica, para que no crean todo lo que les llega, solo porque refuerza esa ideología. «Cuando aparece algo que fortalece o que respalda nuestras creencias, bajamos el listón de la crítica y lo dejamos correr, a veces la vida no te da la razón, lo que no implica que la información sea falsa», aseguró.

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Teruel incidió en que las redes sociales suponían un inconveniente porque «se simplifica todo y se tiende al extremo». Puso el ejemplo de 'X' donde «circulan las mentiras a una velocidad imparable», pero también una red social que ofrece la posibilidad de llegar a la gente más joven de una forma más sencilla. «Igual que antes lo hacíamos en otros medios, ahora tenemos que adaptar la información a las redes sociales», sostuvo.

Fundamental, educar

Como solución a la problemática, Laura Teruel apostó por educar de forma crítica: «La universidad tiene que estar para formar una ciudadanía analítica y potenciar el espíritu crítico». Asimismo, aseveró que cuanto más nivel educativo posea la sociedad, mejor detectará la desinformación. «Tiene que pasar en todas las carreras igual, pues un médico o una abogada, lo que sea, todo el mundo tiene que ser riguroso a la hora de informarse», afirmó.

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«El proyecto sirve sobre todo para derribar estereotipos, a veces uno piensa que la gente que más dinero gana es la que más tiene capacidad para utilizar la tecnología y no tiene por qué; o que las mujeres se creen más la desinformación que los hombres, cosa que no es verdad», destacó la docente.

Teruel hizo referencia a otro de los puntos significativos que sacó a relucir el estudio, la nula diferencia entre hombres y mujeres para creerse una noticia falsa. «Lo único que parece que se confirma en todo este tipo de trabajo es el nivel formativo, esa es la verdadera herramienta contra la desinformación», subrayó. Los datos de la investigación corroboran que quienes tienen estudios medios superiores y altos se sienten más capacitados para darse cuenta de la desinformación.

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