El equipo masculino de voleibol se prepara para su gran desafío: revalidar el título de campeones de Andalucía

En el corazón de la Universidad de Málaga, entre libros y exámenes, un grupo de 18 jugadores se viste con su equipación con un solo objetivo: volver a levantar el trofeo del Campeonato Andaluz Universitario (CAU). El equipo masculino de voleibol de la UMA, actual campeón de Andalucía, afronta este nuevo desafío con una combinación de veteranía, ilusión y compromiso.

Guillermo Vázquez, estudiante del doble grado de Derecho y Criminología, es uno de los referentes del equipo. Con 12 años de experiencia en el voleibol y cinco temporadas defendiendo los colores de la UMA, su pasión por este deporte sigue intacta: «Es una experiencia gratificante porque es como representar a una selección de Málaga. Además, el campeonato son tres días intensos en los que se vive el vóley con mucha pasión». No obstante, este año es un desafío con nuevos rostros y mucha adaptación.

La preparación no ha sido sencilla. La mayoría de los jugadores compiten con sus clubes a lo largo del año, lo que dificulta cuadrar entrenamientos conjuntos. «Este es apenas nuestro quinto entrenamiento juntos», confiesa Vázquez. «A nivel físico trabajamos de manera individual, pero el verdadero reto es acoplarnos como equipo. Es un proceso que necesita rodaje». Rofo Escobar, seleccionador y entrenador del equipo, conoce bien estos desafíos. Lleva seis temporadas al frente del combinado masculino y este año no ha sido la excepción: «Hemos tenido bajas importantes de última hora. Ha sido un reto reorganizar el equipo, pero los chicos están poniendo todo de su parte para adaptarse». A su lado está María Lanceta, que tras finalizar su carrera de Medicina asume el rol de segunda entrenadora. «Nuestra misión es darle a los chicos las herramientas para competir al máximo nivel. Ellos están respondiendo con entrega y una gran capacidad de adaptación», afirma con convicción.

El voleibol es un deporte tan espectacular como exigente. «Es un deporte técnicamente complejo», explica Escobar. «Cada acción debe ejecutarse a la perfección. Además, dependes de tus compañeros: somos seis en el campo y cada jugada requiere coordinación y rapidez». añade Vázquez. Para Jaime Monterroso, estudiante de Psicología de la UMA y capitán del equipo, la clave está en la conexión grupal: «Nos conocemos bien porque hemos coincidido en las ligas provinciales. Ahora se trata de crear cohesión y entendernos con gestos, miradas y movimientos».

En la pista, la UMA se encontrará con viejos conocidos. Almería es el rival a batir. «Hemos disputado tres finales contra ellos en los últimos seis años», reconoce Escobar. «Este año, además, jugaremos en su casa, lo que añade un extra de dificultad». Granada y Sevilla completan el cuarteto de favoritos, con plantillas reforzadas por la presencia de estudiantes de Ciencias del Deporte. Pese a las dificultades, el espíritu del equipo está más fuerte que nunca. «Este año no somos los favoritos sobre el papel», admite el entrenador. «Pero en el voleibol, un mal partido puede dejarte fuera. Nosotros vamos con actitud, entrega y el sueño de llegar a la final y darlo todo», señala Monterroso.

Con una mezcla de experiencia, nuevas promesas y un cuerpo técnico entregado, el equipo masculino de voleibol de la UMA está listo para escribir un nuevo capítulo de su historia. El CAU es mucho más que un torneo: es el escenario donde la pasión, el esfuerzo y el trabajo en equipo se convierten en leyenda.

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