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Estudiantes de la Universidad de Málaga en el campus universitario de Teatinos. IRENE MANZANO
«El lenguaje inclusivo fomenta una sociedad más consciente de las desigualdades»

«El lenguaje inclusivo fomenta una sociedad más consciente de las desigualdades»

La profesora de la UMA Patricia Álvarez Sánchez defiende su importancia como herramienta para construir una sociedad más igualitaria

Irene Manzano

Martes, 8 de abril 2025, 17:24

Las palabras construyen mundos, nos definen, conectan a las personas y en ocasiones, limitan. La profesora e investigadora de Traducción, literatura y sociedad de la UMA, Patricia Sánchez, lo sabe bien y reivindica el lenguaje para transformar la humanidad. Desde su perspectiva, desentraña los mecanismos con los que la lengua perpetúa desigualdades y propone alternativas para un habla más justa e inclusiva.

Patricia Sánchez (Oviedo, 1975) analizó cómo el uso del lenguaje refleja las estructuras de poder y desigualdad. «Solemos pensar que el lenguaje inclusivo se limita a incluir a las mujeres, pero es mucho más que eso. Se trata de fomentar el respeto hacia la diversidad de géneros, orientaciones sexuales y cuerpos», expresó. La experta en lenguaje subrayó que las palabras influyen en la percepción de la realidad y pueden contribuir a ratificar disparidades si no se utilizan con conciencia.

Un debate ideológico y social

La dimensión ideológica del lenguaje es innegable, según la profesora, que puso como ejemplo el caso de Argentina, donde el uso de la vocal 'e' en sustitución del masculino genérico se ha popularizado entre los jóvenes. En contraste, destacó la reciente prohibición del lenguaje inclusivo en los documentos oficiales de Argentina bajo el gobierno de Javier Milei, conocido por sus posturas ultraconservadoras.

En cuanto a la opinión de la Real Academia Española (RAE), que defiende el masculino genérico como forma inclusiva, Patricia Álvarez criticó la falta de fundamento lingüístico de esta afirmación. «La RAE ha tenido solo once mujeres desde su fundación en 1713. Su explicación de que el masculino es el término 'no marcado' no tiene una justificación real. De hecho, en otras lenguas como el alemán, existen palabras neutras para referirse a grupos mixtos, lo que demuestra que hay alternativas viables», sostuvo.

Las consecuencias del masculino genérico

La investigadora se apoyó en estudios académicos para demostrar que el uso del masculino genérico no es inocuo. Un ejemplo que resaltó es el caso de Israel, donde la interpretación de la expresión «instruirás» a tus hijos en las sagradas escrituras derivó en la exclusión de las niñas de la educación durante décadas. «El lenguaje inclusivo fomenta una sociedad más consciente de las desigualdades y jerarquías de poder. En el aula, su uso no solo educa sobre estas cuestiones, sino que también estimula el pensamiento crítico del alumnado», señaló.

Alternativas al desdoblamiento

Lejos de limitarse al uso de 'todos y todas', Patricia Álvarez propuso otras estrategias para aplicar el lenguaje inclusivo de manera eficiente. «Podemos recurrir a sustantivos colectivos como 'alumnado' en vez de 'los estudiantes', o cambiar el orden habitual de 'hombres y mujeres' por 'mujeres y hombres'. Además, debemos emplear el femenino en profesiones cuando exista, como 'médica' en lugar de 'médico' si se trata de una mujer», aconsejó. E insistió en que el cambio en el uso de la lengua requiere sensibilización y formación. Como recursos recomendados, señaló la guía de lenguaje inclusivo de la Universidad de Málaga y la publicación del Instituto de la Mujer de la Junta de Andalucía, que ofrecen orientaciones accesibles para quienes deseen aprender.

«Las lenguas crean pensamiento. Reflexionar sobre cómo las usamos nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad crítica y a fomentar una comunicación más respetuosa e inclusiva», finalizó Sánchez.

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