Alumnos de la UMA en la Biblioteca General Agustín Cara

La cuenta atrás para los exámenes de enero

Los estudiantes de la Universidad de Málaga se preparan para afrontar la primera convocatoria

Agustín Car

Lunes, 16 de diciembre 2024, 19:13

En el epicentro de la Costa del Sol, con la ciudad vestida de luces navideñas, el ambiente en las universidades malagueñas está marcado por una tensión palpable. Los estudiantes están a punto de enfrentarse a la primera convocatoria de exámenes en enero, un reto académico que muchos afrontan con nervios y estrés, pero también con la esperanza de dar lo mejor de sí mismos y no ir directos a febrero o julio. En pleno mes de diciembre, los campus de las facultades se transforman en una combinación de aulas con luces cálidas y bibliotecas saturadas, mientras los jóvenes se sumergen en una montaña de apuntes, cafés y bebidas energéticas.

Publicidad

En la Universidad de Málaga, la Facultad de Medicina parece especialmente abarrotada de nerviosismo e incertidumbre. En sus pasillos, los ecos de conversaciones sobre la «temida primera convocatoria» se mezclan con los rumores sobre qué asignaturas son más complicadas y extensas y cuáles necesitan un tiempo de estudio más escaso. Los estudiantes se preparan para lo que muchos consideran unas de las semanas más duras del semestre.

Entre la Navidad y el estrés

«Es una época del año rara, porque por un lado estás viendo los adornos de Navidad para tu hogar y las luces en las calles, pero por otro no puedes dejar de pensar en los exámenes que se celebran en enero. No te puedes relajar del todo», comentó María del Carmen Alcaide, estudiante de segundo año de Filología Hispánica. A sus 20 años, se enfrenta a la presión de las asignaturas que considera más complicadas, como Teoría Literaria. «Es complicado desconectar, porque los exámenes están a la vuelta de la esquina y parece que el tiempo se me está echando encima. Me pasa igual que a todos mis compañeros, que estamos haciendo malabares para poder estudiar todas las asignaturas y combinarlo con las navidades con familias y amigos», afirmó Alcaide.

En cambio, los estudiantes de la Facultad de Derecho parecen enfrentar una realidad igualmente desafiante, aunque algo distinta. Iván Olmedo, de 22 años, se encuentra sentado en una mesa de la cafetería, rodeado de apuntes y con una expresión seria, plenamente consciente de la carga académica que se le viene durante los meses de diciembre y enero. «Este último año es crucial, ya que la asignatura de Derecho Constitucional se me está complicando más de lo que anticipaba. Mis compañeros están muy enfocados en sus estudios, porque saben que enero llegará rápidamente», sentenció Olmedo.

Las bibliotecas, centros vitales de la concentración

El destino de muchos estudiantes en los meses de diciembre y enero parece ser evidente: las bibliotecas de la UMA se convierten en el refugio donde intentan escapar de las distracciones externas y sumergirse en los contenidos de las asignaturas. «La biblioteca está llena de universitarios, parece que todo el mundo se ha dado cuenta de que los exámenes están a la vuelta de la esquina. Lo que más me cuesta es desconectar de las redes sociales, es una lucha constante conmigo mismo. Tengo que ponerme límites para no perderme horas en Instagram o TikTok», afirmó Raúl Jiménez, estudiante de Psicología.

Publicidad

Sin embargo, no todos los estudiantes afrontan este período con la misma intensidad. Algunos, como Marta Ríos, estudiante de Comunicación Audiovisual, prefieren no estresarse demasiado. «Tengo claro que no me voy a agobiar. Hay que estudiar, sí, pero también he aprendido que el estrés no me ayuda nada. Prefiero organizarme bien y no obsesionarme con el resultado final. En estos cuatro años he aprendido a gestionar el tiempo y llegar a los exámenes sin ninguna preocupación, ya que me ha dado tiempo a estudiarme todas las asignaturas», sentenció Ríos.

A medida que avanza el mes de diciembre, los universitarios también empiezan a compartir sus estrategias para afrontar el periodo de exámenes. Algunas asignaturas se pueden preparar con semanas de antelación, pero otras requieren un esfuerzo concentrado en los días previos. Como comenta Laura Fernández, estudiante de Biología: «Yo me hago unos resúmenes exhaustivos y me los repaso una y otra vez, hasta que me lo sé de memoria. Pero lo que más me ayuda es hacer ejercicios prácticos. Creo que es clave hacer muchas prácticas antes del examen, especialmente en las asignaturas de ciencias».

Publicidad

Para muchos, los exámenes de enero son el primer gran reto del curso. La presión no solo viene por las asignaturas, sino también por las expectativas personales y la presión social. «Si apruebas todo en enero, te quitas un peso de encima, porque si no, tienes que enfrentarte a los exámenes de la segunda convocatoria en febrero, y tienes apenas tiempo para prepararte todo el temario», dictaminó Olmedo.

A pesar de las dificultades, no todo es agobio. Las semanas previas a los exámenes también se cargan de una cierta emoción por la satisfacción de culminar un proceso académico al que has dedicado tanto tiempo y esfuerzo. «Es el final de un ciclo, y siempre hay una satisfacción cuando consigues entender un tema complicado y lo dominas antes del examen», concluyó Ríos.

Publicidad

Así, los jóvenes universitarios malagueños se preparan para la llegada de los exámenes de enero, afrontando con esfuerzo y concentración una de las pruebas más esperadas del semestre. En cada rincón del campus de Teatinos, desde las aulas hasta las bibliotecas, los universitarios se esfuerzan por sacar adelante los conocimientos adquiridos, en una mezcla de esfuerzo, estrés y nerviosismo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad