Irene Manzano
Martes, 22 de octubre 2024, 19:10
La universidad supone un reto en general, pero aún más para aquellos jóvenes que se enfrentan a la mayoría de edad, a una independencia en parte obligada para los que deben desplazarse a grandes ciudades lejos de sus hogares y a la dificultad de llegar a fin de mes con una cuenta bancaria que no esté en números rojos. Para paliar esta situación, la UMA desde el curso 1992 desarrolló un programa de acción social con el fin de mejorar las relaciones intergeneracionales entre jóvenes y mayores y facilitar al universitario un alojamiento gratuito en la ciudad y paliar el problema de soledad de algunas personas mayores.
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Luca Montenegro (Brasil, 2004) y Manuel Cuaresma (Sevilla, 1943) comparten piso desde septiembre de 2024. «Me mudé a casa de Manuel con la esperanza de poder acceder económicamente a una vivienda cerca de la universidad y sin necesidad de estar todo el día yendo y viniendo en transporte público», confesó Montenegro, que actualmente está matriculado en el primer curso de Periodismo.
Manuel Cuaresma hace 70 años que se trasladó a Málaga desde Sevilla, cuando en 1954 destinaron a su padre. «Nunca me casé, ni tuve hijos, viví solo con mi madre en Ciudad Jardín hasta que falleció. Después me compré este piso pero era demasiado grande para mí». Entonces, una amiga que trabajaba como profesora de la UMA le comentó el programa que se llevaba a cabo y le pareció una «magnífica idea». «Pensé que alguien podía venir a acompañarme y yo le ofrecería un cuarto de baño suyo propio, una habitación, compartir la cocina, la lavadora… Y efectivamente, me fue muy bien».
Intercambio cultural y generacional
Ambos, a pesar de su diferentes edades, se ayudan y complementan y es que desde el principio afirmaron «encajar muy bien». «Me aporta cosas de la juventud de hoy en día, como lo que sabe de tecnologías y yo le cuento sobre zarzuelas, el cine, el teatro y la cultura española», destacó Cuaresma.
El estudiante de Periodismo reveló: «Esa diferencia intergeneracional y también cultural aporta muchísimo en mi día a día». Normalmente, desayunan juntos, van a comprar el pan, dan un paseo por la playa y comparten como afición la lectura. Además, admitieron que para una convivencia «lo más importante es comunicarse y ponerse de acuerdo». «Si tienes ganas y necesitas esa oportunidad, intenta que la relación sea buena, aunque claro, no hay relación perfecta», expresó Montenegro.
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Alternativa desconocida
«Sobre todo, lo que más me aporta es la compañía, porque también me ayuda en determinadas cosas, por ejemplo, él tiene más fuerza que yo y unas piernas muy ágiles, yo voy más lento y me cuesta más. Eso sí, en todo momento tiene plena libertad de hacer lo que quiera, todo lo que haga, me parece bien», subrayó el más longevo de la pareja.
Al principio, según contó el futuro periodista, sobre todo los jóvenes son reticentes ante la idea de vivir con una persona mayor. A mis amigos les pareció bien y les sorprendió que hubiera una alternativa así. «Pero también tenían miedo a perder la libertad, pensaban que no iba a poder hacer muchas cosas». El veinteañero rechazó ese argumento y afirmó que se trataba de una «oportunidad increíble» y que además «se hacía algo muy bueno a cambio».
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Búsqueda activa de participantes
Sergio Cañizares, el trabajador social de la UMA a cargo del programa, hizo un llamamiento dirigido a las personas mayores: «Todas aquellas personas mayores que se encuentren en una situación de soledad no deseada, que en la provincia de Málaga hay muchas, que se animen a contactar con nosotros, con la Universidad de Málaga y a apostar por esta experiencia que es bastante bonita y enriquecedora».
Luca Montenegro recordó: «Las personas mayores son personas como cualquier otra, quieren echarse unas risas, hacer algo divertido. La gente cree que las personas mayores van a estar todo el día sentadas en el sofá sin querer hacer nada». Del mismo modo, Manuel Cuaresma animó a aquellos que se encontraran en su misma situación a participar: «La compañía es muy importante, el poder hablar también es importante, complementarnos el uno al otro».
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