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Los alumnos que han participado en la jornada junto con la profesora, y organizadora de esta jornada, Mercedes Martín. CRÓNICA
¿Cómo afrontar la vida universitaria con cáncer?

¿Cómo afrontar la vida universitaria con cáncer?

Mariola Rueda, personal técnico de la Oficina de Atención a la Discapacidad de la UMA: «Nos amoldamos a la situación individual de cada estudiante»

Irene Manzano

Viernes, 13 de diciembre 2024, 19:03

El cáncer, una enfermedad que no discrimina según edad, género ni condición social. Ese temible sustantivo que encoge el corazón de cualquiera. Una batalla interna a la que muchos valientes se enfrentan, entre ellos, los estudiantes. En su mayor momento vital, en el esplendor de su época dorada académica, de repente, aparece para alterar por completo su bienestar. Cada vez resultan más los universitarios que se encuentran en esta situación y que luchan cada día por compatibilizar sus estudios con la agresiva medicación.

«La mayor dificultad es que no pueden venir a clase y por eso mismo, le hacemos una formación adaptada, nos amoldamos a la situación individual de cada estudiante», manifestó Mariola Rueda, personal técnico de la Oficina de Atención a la Discapacidad de la UMA. Y añadió que lo primero que debe hacer un estudiante cuando se le diagnostica es pedir una cita en el gestor de peticiones y contar que tiene cáncer.

«Luego continúa el protocolo habitual, ver en qué fase está y cómo se encuentra y pasan a ser alumnado a tiempo parcial, pero estamos constantemente pendientes», recalcó Rueda.

Asimismo, recordó la importancia del boca a boca para que el estudiantado lo cuente y el profesorado esté informado. «La experiencia que estamos teniendo es que los alumnos terminan su grado y consiguen graduarse algo, que antes no era así», subrayó.

La Universidad de Málaga organizó la II Jornada '¿Hay estudiantes con cáncer en la Universidad? Qué puedo hacer' en el Salón de Actos de la Facultad de Psicología y Logopedia con el objetivo de visibilizar la situación en la que se encuentra el estudiantado con cáncer, que normalmente se ausenta de las aulas y desconocen por completo dónde acudir para pedir ayuda y orientación académica dentro de la UMA.

Además, también pretendió sensibilizar al estudiantado y al profesorado de la existencia de alumnos que han pasado o se encuentran en un proceso oncológico, del impacto que supone esta enfermedad en todos los ámbitos de sus vidas y de la importancia de mantener un proyecto de vida, sintiéndose que forman parte de la comunidad universitaria.

Donar como método salvavidas

Desde el área de Hematología, el director del laboratorio HLA en el Centro de Transfusión, Tejidos y células de Málaga, Francisco de Paula Sánchez, y Ana Isabel Gallardo Morillo, Servicio de Hematología-Unidad de Trasplante Hematopoyético del Hospital Regional de Málaga, recordaron la importancia de donar médula ósea porque a veces «es la última opción de los pacientes» y las distintas fases por las que ha de pasar el paciente oncológico.

«El paciente que se trasplanta normalmente viene de muchos tratamientos y quimios así que hay que tener mucho cuidado con su recuperación, lo tenemos que tener en una burbuja», reveló el director del laboratorio HLA. Después del trasplante, el paciente debe permanecer en una cámara aislada con un acompañante con el que se quedará un mes completo en el que se prohíben otras visitas externas, un proceso complejo pensado en el bienestar del enfermo porque «puede infectarse con el paso de una mosca».

«Una vez que el paciente se va de alta es un triunfo tanto para él como para su familia pero no acaba la historia, quedan meses de recuperación porque la inmunidad tarda mucho tiempo en recuperarse», reconoció Gallardo. Entre las medidas que deben tener en cuenta es que han de llevar mascarillas, seguir una higiene de manos extrema y evitar lugares muy concurridos.

La neuropsicóloga, Laura Rosado, destacó que el cerebro de los estudiantes está muy entrenado, por lo que poseen una buena reserva cognitiva, por lo que les será más fácil recuperarse. «Por supuesto, es de gran importancia el autocuidado y rodearse de una buena red social».

Testimonios reales

Paula Vila Martín estudiaba segundo de Medicina cuando le detectaron cáncer: «Tienes que dejar tu vida social, de repente, te encuentras solo, con cicatrices, sin pelo, con cambios físicos que interfieren en tu autoestima y son muchos cambios que asumir solo sin una asistencia psicológica adecuada para nuestra franja de edad». Esta fue una declaración póstuma, puesto que Vila falleció con 22 años tras varias recaídas.

En el caso de Miguel Gutiérrez era alumno de Actividad Física y del Deporte: «No siempre es malo todo lo que te pasa, tienes que darle la vuelta y buscar lo bueno. He seguido haciendo deporte cada vez que podía, nunca en ningún momento me paré, es algo que me ha ayudado mucho sobre todo al terminar mi tratamiento», afirmó.

El linfoma de Hodgkin arrasó con la vida de Lorena López, estudiante de psicología, en marzo de 2022. «Me echaron del trabajo y quise seguir estudiando pero llegó un punto en el que no pude seguir. Quería ser normal porque el cáncer no era mi vida». López recalcó que aunque el cáncer se va del cuerpo, «nunca se va a ir de ti».

A raíz de estos testimonios, la psicóloga sanitaria de la Fundación Malagueña de Asistencia a Enfermos de Cáncer (FMAEC), Lorena Cazorla, resaltó: «Todos podemos hacer algo por los jóvenes que tienen cáncer o alguna enfermedad grave, estar aquí ya es algo fundamental».

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