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Abies pinsapos, pastizales y sabinares rastreros orófilos en el Parque Nacional Sierra de las Nieves. altasar Cabezudo
Investigadores publican el primer catálogo de la flora de la Sierra de las Nieves

Investigadores publican el primer catálogo de la flora de la Sierra de las Nieves

El coordinador del proyecto, Baltasar Cabezudo, junto a investigadores del área de Botánica han estudiado 13.200 muestras y 1.400 especies del Parque Nacional

NOELIA PLAZA CANTERO

Martes, 3 de mayo 2022, 00:01

El profesor emérito de la Universidad de Málaga Baltasar Cabezudo ha coordinado un proyecto donde los investigadores del área de botánica han estudiado 13.200 muestras recolectadas en el Parque Nacional Sierra de las Nieves incluyendo 1.400 especies diferentes. La investigación ha sido posible de realizar a través de un convenio entre la Universidad de Málaga y la Junta de Andalucía para el estudio de la diversidad vegetal presente en este territorio. Los datos entregados a la Junta ayudarán en un futuro a la gestión y el manejo de este nuevo Parque Nacional.

Los estudios comenzaron hace tres años, cuando el entorno aún era considerado parque natural. «La UMA firmó este contrato con la Junta de Andalucía y yo fui nombrado investigador principal. Durante 2019 y 2020 me he dedicado, junto a algunos de mis exploradores, a patearme el Parque Nacional y las zonas de protección», expresó Cabezudo. La totalidad del parque cuenta, aproximadamente, con 23.000 hectáreas, de las cuales todas ellas han sido estudiadas y unas 7.000 hectáreas más de los alrededores, «que es esa zona de protección que todo Parque Nacional necesita tener», explicó el investigador principal del proyecto.

«Nuestro objetivo era estudiar todos los hábitats posibles, pero seguro que alguno hemos dejado en el tintero. Éramos pocas personas y poco tiempo para una zona tan grande», argumentó Cabezudo a pesar de reconocer la buena labor que han hecho. El proyecto se entregó a la Junta de Andalucía en enero de 2021 con todos los resultados. De esa totalidad, el grupo de investigadores ha recabado parte de esos resultados para crear y publicar el primer catálogo completo y comentado de la flora del Parque Nacional Sierra de las Nieves.

El investigador principal de esta investigación, Baltasar Cabezudo, ha estado cerca de 40 años impartiendo clases en la Universidad de Málaga hasta que se jubiló hace unos años. «Aquí en la Universidad me jubilé como profesor, como funcionario, pero no de la botánica». Baltasar Cabezudo sigue trabajando en el campo, pero con un poco más de libertad. A pesar de ello, Cabezudo sigue vinculado a la UMA «porque me nombraron profesor emérito y como tal he podido seguir investigando en la universidad, pero ya sin dar clase».

El investigador principal del estudio, Baltasar Cabezudo. NOELIA PLAZA CANTERO

Creación del catálogo

La creación del primer catálogo completo de la flora del Parque Nacional Sierra de las Nieves supone una herramienta «para que los futuros gestores del parque puedan cumplir uno de los objetivos de un Parque Nacional, que es la conservación de la diversidad, en este caso, vegetal», argumentó Baltasar Cabezudo.

«Si las plantas han favorecido la creación del Parque Nacional, lo mejor que podemos hacer es clasificar qué plantas son y conservarlas, protegerlas y ayudar a un desarollo favorable en un entorno protegido y conservado», explicó el investigador. En este caso, Cabezudo, como botánico y profesor en la Universidad de Málaga, siempre ha trabajado en la flora de Andalucía y en la flora de Málaga.

«Desde el año 70 y tantos he trabajado un poco la Sierra de las Nieves. Unos seis locos nos propusimos hacer la flora de Andalucía y a mí me tocó explorar la provincia de Málaga». Con el tiempo tuvieron que abandonar ese proyecto porque «era demasiado para seis botánicos». Fue entonces cuando se dedicaron solo a la Andalucía Occidental. Hace cuatro años también completaron su objetivo de la flora de la Andalucía Oriental, por lo que «a día de hoy ya hemos publicado toda la flora de Andalucía».

En los 90 tuvo su primera toma de contacto con la Sierra de las Nieves para un encargo de la Junta de Andalucía para hacer una cartografía real de la vegetación que había en la Serranía de Ronda, en el antiguo parque natural. «No me quedé muy contento y pensé 'bueno, ya haré una cosa más definitiva'», recordó. A finales de 2018, la Universidad de Málaga firmó el convenio con la Junta de Andalucía para el estudio de la flora vegetal de lo que iba a ser el futuro Parque Nacional y entonces Baltasar Cabezudo supo que «un Parque Nacional debe conocer lo que quiere conservar, sino no tiene sentido su creación».

Este grupo de investigadores ha dejado 18.000 testigos de plantas en el Herbario MGC de la UNiversidad de Málaga con representación de todo lo que han estudiado, de manera que cualquier investigador del mundo pueda acudir y solicitar ese material para seguir estudiando y, si le interesa, «le decimos donde vive la planta y así la estudia en vivo», añadió Cabezudo. En cuanto al volumen de trabajo, hay muchas cosas que no han sido publicadas porque «hemos hecho tanto, que hemos decidido sacarlas poco a poco, pero lo más importante para nosotros ha sido sacar este catálogo comentado con datos de la diversidad vegetal».

Baltasar Cabezudo

Inconvenientes

«Por parte de la Junta de Andalucía hemos tenido poca colaboración. La única persona que nos ha ayudado a trabajar ha sido el director conservador del parque, Rafael Aro, que ha estado a nuestra disposición para todo», comentó Cabezudo, quien se encuentra un tanto disconforme con la Junta de Andalucía y Medioambiente porque «no han cumplido ninguno de los requisitos que venían en el convenio».

Durante los dos años de duración del proyecto, nadie de la Junta se puso en contacto con estos investigadores a excepción del director conservador del parque. «Los servicios centrales de la Junta ni nos han dado cartografías ni se han puesto en contacto con nosotros en nada», expresó Cabezudo. «Nosotros hemos cumplido los objetivos que teníamos conveniados y estamos contentos con nuestro trabajo».

Este grupo ha estudiado la feneología, es decir, el comportamiento de las plantas a lo largo del año, para saber cuándo están en flor. «Gracias a la feneología sabemos cuándo las plantas están bonitas». Además han estudiado las aerobiologías, aquellas partículas que flotan y producen alergias. «Hemos estudiado la concentración de granos de polen en la atmósfera del Parque Nacional por si alguien quiere ir de paseo sepa en qué época debe o no ir».

Otro inconveniente al que se enfrentan los botánicos es que «lo más bonito de nuestro trabajo es irnos al campo», sobre todo en un paisaje tan espectacular como el de la Sierra de las Nieves, pero «un día de campo nos afecta de manera en la que luego necesitamos quince días para estudiar el material recolectado en un día». Durante las investigaciones han tratado cerca de 1.400 plantas vasculares y 300 briofitos. «Hemos estudiado toda la gama de diversidad de flora, de vegetación. Lo único que no hemos estudiado son algas, porque no hay algas en la Sierra de las Nieves, pero sino también lo habríamos hecho», bromeó Baltasar Cabezudo.

Parque Nacional

Los estudios de este equipo humano han contribuido en la denominación como Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Desde el principio, y al no tener claro si se le acabaría reconociendo dicha denominación, estudiaron «muchísimas más hectáreas de las que actualmente tiene el Parque Nacional». Una parte significativa del parque natural no se ha podido incluir en el Parque Nacional porque no cumple los requisitos que debe tener, por ejemplo, ser una propiedad privada.

«Se han quedado unas 7.000 hectáreas del parque natural fuera del Parque Nacional, pero también hemos estudiado esas zonas». A pesar de haber sufrido el cambio de denominación mientras continuaban con su investigación, Cabezudo reconoce que el cambio no ha significado mucho para ellos porque «en realidad el Parque Nacional aún no ha empezado a funcionar como Parque Nacional».

Aún no se ha creado un órgano de gestión del Parque Nacional. De hecho, el actual director del parque natural está actuando como director del Parque Nacional. «Pero para nosotros no ha sido un hándicap importante porque los guardas forestales con los que hemos hablado siguen siendo los mismos en los dos sitios», explicó. El nivel de conservación de un Parque Nacional siempre es mayor al de un parque natural y Cabezudo está convencido de que cuando esté todo bien organizado el nivel de protección será mayor. «En los parques naturales aún se permiten hacer algunas cosas que no se pueden hacer en un Parque Natural, además gana importancia a nivel del Estado español», dijo.

El parque de la Sierra de las Nieves es importante porque tiene casi 80 endemismos de las sierras béticas que viven en él y que a partir de ahora se van a poder proteger. «Vamos a tener la manera de que siempre haya semillas para volver a sembrar estas plantas en otros sitios donde pueda desaparecer», explicó. Se dice que una mariposa aletea en Asia y se produce un terremoto en Estados Unidos, por ello con la creación de este catálogo del Parque Nacional, se va a poder conservar la flora y las especies que viven en su sombra. La Sierra de las Nieves tiene ahora la responsabilidad como Parque Nacional de proteger la diversidad vegetal, «por ello hemos avisado a la Junta de Andalucía sobre cuáles son las especies raras y que así hagan caminos donde estas especies no se vean afectadas».

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