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Víctor Rojas
Martes, 31 de enero 2023, 10:00
Diez ediciones de 'The Millenium Technology Prize', premios conocidos popularmente como los Nobel de tecnología, diez ganadores desde 2004, pero solo una mujer se ha hecho con el galardón que valora las innovaciones revolucionarias que mejoran la calidad de vida. En 2016, la científica e ingeniera bioquímica estadounidense Frances Arnold lo consiguió: entró en la exclusiva lista de premiados. Un ejemplo de que la brecha de género está presente en todos los niveles de las profesiones STEM (ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas).
Este es un problema que comienza en la etapa escolar, se acentúa en la etapa universitaria y acaba repercutiendo en las altas esferas de la ingeniería. Sin embargo, desde la Real Academia de Ingeniería se está luchando por revertir este fenómeno con proyectos como 'Mujer e Ingeniería', que está en proceso de instalarse en la Universidad de Málaga de la mano de la nueva Cátedra Airzone de Innovación y Gestión Inteligente en la Edificación para la Transición Verde.
Un proyecto colmado de ilusiones, de emociones y de entusiasmo, iniciado en un momento difícil para la ingeniería: cada vez menos alumnos se matriculan en estas carreras. Ante este problema, en 2016, nació 'Mujer e Ingeniería'. «Era el caso de la Universidad Politécnica de Madrid, aunque en la de aquí el número de matriculados se mantiene», asegura la directora del proyecto, Sara Gómez, tras reunirse con representantes de la Cátedra y con el director de la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA, Alejandro Rodríguez.
Aunque la pérdida de alumnos no es la única adversidad: el escaso número de mujeres que se decantan por las carreras de ingeniería también preocupa. En la Escuela de Ingenierías Industriales de la UMA el porcentaje de chicas matriculadas es del 26%, 894 mujeres frente a 2548 hombres. La facultad cuenta con ocho grados y tres dobles grados y solo uno tiene más alumnas que alumnos: el grado en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto, con un 54%. Cerca de la paridad, con un 41% de universitarias, queda el doble grado de Mecánica y Diseño Industrial y Desarrollo del Producto. En el otro extremo se encuentran el doble grado Eléctrico-Mecánico y el grado de Mecánica con un 12% de alumnas.
Unas cifras que contrastan con las que se manejan desde la Real Escuela de Ingeniería: solo el 20% de los matriculados en un grado o máster de una carrera de ingeniería son mujeres, mientras que entre los doctorados sube hasta el 27%. Diferencias que también se encuentran en la vida laboral, el 80% de los ingenieros en activo, a esto hay que añadir la brecha salarial: la mayoría de ingenieros cobran entre 20.000 y 30.000 euros (46%), de ellos el 80% son hombres.
Pero, ¿por qué se están perdiendo alumnos y falta representación femenina en estas carreras? Desde el proyecto 'Mujer e Ingeniería' han estudiado los motivos. «No los tenemos todos, pero tenemos algunas claves. Hay causas de tipo sociológico y cultural», apunta Gómez. Con respecto a las pocas mujeres que hay en la ingeniería, la primera razón es la tradición masculina de estas profesiones, a la que hay que añadir los estereotipos «perniciosos». «Algunas encuestas apuntan a que el perfil del ingeniero es varón, joven, blanco, un poco desaseado y un poco raro, entonces a las mujeres en general no nos va este estereotipo», asegura la ingeniera, quien añade como factor «más preocupante» la falta de formación en materias STEM del profesorado de educación infantil y primaria, que además suelen ser mujeres. «Estamos haciendo un máster universitario para profesores de educación infantil en materias STEM, para enseñarlos y que puedan enseñarlas».
Uno de los factores por los que se están perdiendo alumnos es por el desconocimiento de la vertiente social de la ingeniería, aunque también esto afecta más a las mujeres. «Cuando vemos que ayudamos al otro, nos metemos en ello, pero se desconoce cómo la ingeniería puede ayudar a mejorar la vida de las personas», apunta Gómez. También hay otra causa, sin embargo esta es más aplicable a los varones: no es una profesión bien pagada. «¿Cuáles son los retornos de estudiar una carrera con fama de ser dura si luego dirigen las empresas los economistas?», reflexiona la directora del proyecto como si fuera un adolescente cuando tiene que tomar la decisión de qué estudiar.
Un proyecto social, integrador y, como a sus componentes le gusta decir: «Con alma». Un proyecto que incluye diferentes programas para trabajar en aspectos concretos que son necesarios reforzar, como el fomento del interés de las estudiantes de primaria y secundaria por las materias STEM o el tránsito de la vida universitaria a la laboral de las futuras ingenieras.
Uno de los programas que se encuentra dentro de 'Mujer e Ingeniería' es el 'mentoring' de excelencia, que se basa en conceder becas para matriculadas de último año de grado o máster de las carreras STEM, en Málaga se aplicará para las alumnas de la Escuela de Ingenierías Industriales, con el objetivo de acompañarlas a gestionar el tránsito de la vida académica a la profesional. Además es la primera acción concreta que se pretende llevar a cabo en la UMA. El número de becas que se ha barajado para esta primera edición es de diez, aunque está por concretarse y el coste de las mismas se pagará entre la UMA, las empresas que participen y la Real Academia de Ingeniería.
Diez mujeres que podrán enfrentarse al mundo laboral de frente, sin miedos ni discriminación. «Es una formación de posgrado, les ponemos mentores y mentoras, aunque las tuteladas son solo mujeres, para que les den formación durante cinco meses y cumplan los objetivos que cada pareja se haya marcado», explica la directora. El perfil de los tutores es de altos ejecutivos o técnicos de grandes empresas tecnológicas o industriales, en este caso del parque tecnológico de Málaga con Airzone como principal aliado, que «compartirá el programa con otras empresas o proveedores suyos», afirma Gómez, quien también dice que «la experiencia en otras comunidades autónomas es que un porcentaje altísimo de las tuteladas se queden en las empresas de los mentores y las mentoras».
Por otro lado, el requisito «más importante» para obtener la beca no es el expediente académico, aunque también se tiene en cuenta, sino «el compromiso social». «Si recibes esta beca, tienes que tener la suficiente solidaridad para ayudar a las que vienen detrás», asegura la ingeniera. La manera de conocer esta característica es mediante una encuesta que se realiza a todas las alumnas que opten a la beca.
Un programa que ya cuenta con seis ediciones en Madrid con resultados como que el 93% de los mentores repetiría la experiencia y el 91% la recomendaría. Además el 85% de mentores y tuteladas cubrieron sus expectativas. Gracias a los años que este mentoring de excelencia lleva en marcha ya tiene fortalezas como el acompañamiento a cada participante o la formación y seguimiento en grupos pequeños de mentores y de tuteladas. Sin embargo, también reconocen que hay puntos a mejorar como potenciar más contacto entre participantes o mezclar nivel de experiencia de mentores en los grupos sin olvidar avanzar con los mentores más expertos.
Además del 'mentoring' de excelencia, 'Mujer e Ingeniería' cuenta con más programas, de los cuales otro pensado para llevar hasta la UMA son las charlas informativas en colegios e institutos o Mujer e Ingeniería va a tu colegio, que consiste en que una ingeniera que esté realizando un proyecto interesante vaya a un colegio, cuente su trabajo y se someta a las preguntas de niños y padres.
Un programa parecido a una iniciativa que la Escuela de Ingenierías Industriales hizo año atrás y que pretende recuperar, que se basaba en llevar a alumnos de secundaria a la facultad para ver qué se hacía allí y luego enseñarles las instalaciones. «Nosotros queremos colaborar con esto y las tuteladas del programa del 'mentoring' de excelencia pueden ser las embajadoras de la escuela en los colegios», comenta la directora del proyecto. Una retroalimentación entre los programas para que revertir la situación de la falta de mujeres ingenieras.
Sin embargo, ambos programas todavía están en negociaciones para instalarse en la UMA aunque con «muy buenas sensaciones» tras celebrarse una primera reunión presencial. «La disposición de los representantes de la universidad y de Airzone es magnífica, creen en el proyecto y están comprometidos», asegura la directora, quien resalta una frase pronunciada por el director de la Escuela de Ingenierías Industiales: «Es una necesidad».
El contacto entre el proyecto y la UMA fue a través de Airzone. La empresa se puso en contacto con la institución a través de las redes sociales y llevan manteniendo reuniones 'on line' desde hace aproximadamente un año. «Nuestras tuteladas se mueven mucho por las redes sociales y por ello nos conocieron», confirma Gómez.
El proyecto 'Mujer e Ingeniería' aterrizará en la UMA de la mano de la nueva Cátedra Airzone de Innovación y Gestión Inteligente en la Edificación para la Transición Verde, que arrancó el pasado 29 de noviembre con cinco objetivos fundamentales, uno de ellos ser el impulsor de las vocaciones STEM entre las mujeres.
También destaca la búsqueda de talento entre los alumnos de la UMA por parte de Airzone, a través de contratos de prácticas y contratos directos. Otros son la formación especializada en este ámbito mediante un título propio de gestión comercial y técnica en la rehabilitación energética de viviendas y edificios. «Dura aproximadamente cuatro meses y es para aquellos alumnos que quieren formarse específicamente en este tema», confirma el director técnico de la cátedra, Guillermo Bermúdez. Así como un ciclo de conferencias a desarrollar durante los dos próximos años con ponentes de «reconocido prestigio en innovación en la gestión inteligente de la eficiencia energética».
El reconocimiento del esfuerzo y la excelencia a través de premios a los mejores TFG o TFM vinculados a la innovación y la climatización inteligente es otra de las finalidades, ya cuenta con seis tareas de estas características. También convenios específicos de investigación con profesores de la UMA junto a alumnos.
Airzone es una empresa malagueña de climatización inteligente que permite obtener todo el control del sistema de climatización a través del termostato o del móvil para alcanzar la temperatura deseada en cada estancia. Una compañía que exporta a países como Estados Unidos Francia o Grecia desde Málaga, ya que está instalada en el parque tecnológico desde el año 1997 y el diseño y la fabricación se hace en la propia ciudad.
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