Julio Portabales
Martes, 12 de marzo 2024, 10:10
Honduras es un país de América Central, desconocido por muchos habitantes del viejo continente, con zonas de costa en el mar de Caribe, al norte, y en el océano Pacífico, al sur. Con unos 9 millones de habitantes, dos tercios de ellos –6 millones– se ... encuentran malviviendo con cinco euros diarios. La situación actual del país puede llegar a sorprender: segundo territorio más empobrecido de América, quinto más violento del mundo, el 70 % de los jóvenes dejan los estudios a los 14 años… Todos estos datos que se exponen muestran a un país calificado desde distintos ámbitos de los más pobres y desiguales del mundo.
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Incluso dentro del propio país hay zonas en clara situación de exclusión social, como es el caso del basurero de Tegucigalpa. Ese vertedero se encuentra habitado por más de 1.200 personas en condiciones infrahumanas, entre ellos más de 400 niños que no se encuentran escolarizados.
Ante esta situación, la Fundación General de la Universidad de Málaga (FGUMA) ha querido unirse a ACOES, una organización que tiene como objetivo intentar disminuir las desigualdades del mundo y en especial en Honduras, con la misión de poder montar una estructura educativo sanitaria en este vertedero.
El Director General de FGUMA, Diego José Vera, califica este proyecto como «muy atractivo» para aquellas personas que creen en la colaboración internacional. ¿Y por qué Honduras?, se pueden preguntar muchas personas. Pues realmente, la relación existente entre la Universidad de Málaga y la zona de Latinoamérica es tradicionalmente muy fuerte. «Nos gustaría poder ayudar a todo el mundo, pero en algún sitio tienes que poner tu pequeña ayuda», razona el dirigente de FGUMA.
El grupo ACOES tiene varios proyectos en marcha relacionados con el tema educativo por todo el territorio, dando cobertura a cerca de 12.000 niños, y que junto con FGUMA ha decidido expandir hasta el vertedero de Tegucigalpa, una de las grandes ciudades de Honduras, con unos 2 millones de personas y con un 70% de su población bajo el umbral de la pobreza, además está calificada como una de las cinco ciudades más violentas del mundo que no están en estado de guerra.
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«Se trataba de hacer una estructura sanitaria y educativa de tal manera que los niños tengan una cobertura que ahora mismo no tienen. Y a partir de ahí poder ir evolucionando con el paso del tiempo», explica el director de FGUMA. Para este organismo es «realmente emotivo» poder ayudar en este tipo de proyectos. El objetivo, por su parte, no es otro que intentar ayudar «a sacar a esos niños del infierno que están viviendo», como resalta Vera.
Dentro de este programa, en el que se encuentran inmersos desde Honduras, ACOES, y desde Málaga, la Fundación General UMA, además aparece la Agencia de Cooperación Española, que financia una parte del proyecto. El papel del organismo Universitario de Málaga no ha sido otro que el de difundir mediante sus redes sociales todo el proceso con el objetivo de captar unas cantidades económicas que se van enviando al continente sudamericano.
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Varias presentaciones, una rueda de prensa… Son algunas de las actividades que la Fundación UMA ha puesto en marcha para recaudar dinero. Sin embargo, esto solo es la punta del iceberg. Con la llegada del nuevo equipo de dirección de la universidad se pretende proponer nuevos métodos para concienciar a más personas. De hecho, hay personas que de manera individual han depositado cantidades significativas. Tanto es así que cada vez son más las entidades que están dispuestas a hacer aportaciones económicas.
La recaudación económica que ha puesto en marcha la Fundación General de la Universidad de Málaga está siendo clave para que el proyecto pueda salir adelante de manera progresiva. Sin ir más lejos, en el último recuento y entrega del dinero a ACOES se produjo a finales del año anterior, donde la organización universitaria consiguió reunir casi 5.000 euros.
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Para poder participar en esta iniciativa solidaria, la fundación ha abierto en su página web una sección denominada 'Plántate por Honduras', en ella se puede ver más información sobre el proyecto. Pulsando el botón «colaborar», rellenando unos cuantos datos personales y seleccionando la cantidad que cada persona quiera aportar, uno podrá ser partícipe de esta iniciativa.
Además, tras depositar la aportación económica aceptada por cada uno, el nombre y la cantidad aportada aparecerán con el resto de personas que han realizado el mismo proceso al final de la página. Aunque en caso de que alguien no quiera que aparezca sus datos personales, también podrá optar por esa opción.
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Desde la FGUMA se tiene como previsión poder llegar a los 75.000 euros en el proyecto, pero entienden que esto es una carrera de fondo. Además, «los picos» son clave en este proceso para intentar recaudar el máximo dinero posible para la construcción de estos edificios.
Si hay algo que se tiene claro desde la fundación es que para poder sacar adelante esta iniciativa es necesario «mover este tipo de actuaciones», con el objetivo de poder captar fondos. Ya que como recuerda el dirigente de FGUMA, «podemos tener mucho interés, pero al final una obra civil se hace con dinero, entonces hay que financiarla».
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El proceso de construcción ya se inició hace algún tiempo y las obras van en buen camino, con lo que se ha conseguido recaudar desde las distintas organizaciones que componen esta iniciativa. A la espera de recibir más ingresos y colaboraciones, se observan brotes verdes dentro de las infraestructuras.
El padre Patricio es la cabeza visible de ACOES, también calificado por Diego Vera como el «alma mater» de la iniciativa y uno de los principales responsables del buen funcionamiento de este plan de ayuda. Tanto el padre Patricio como el dirigente de la fundación malagueña mantienen una comunicación constante con respecto al proyecto, además de una transparencia absoluta.
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Vera afirma que existe una justificación de las diferentes fases de la obra que se van produciendo: «Nos reportan constantemente hasta las fotos. Hablé con el padre Patricio y me comentó que una parte ya está muy avanzada, y a partir de ahí vamos a ver si lo conseguimos», asegura él.
A pesar de su compromiso con el trabajo que se encuentra realizando junto a ACOES en Honduras, que se agrupa dentro de «la responsabilidad social corporativa» de la fundación, la FGUMA realiza otros muchos proyectos.
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Para Diego Vera, la principal función de este organismo es el de ser «un instrumento para la universidad», por lo que la Fundación General de la Universidad de Málaga aparece también en otros proyectos dentro del organigrama universitario.
Temas formativos, de investigación, de proyección internacional, de mecenazgo, de convenios con municipios... Todas estas actividades se encuentran dentro de las competencias de este organismo. «Esta fundación es bastante amplia», como bien detalla Diego Vera. «Llevamos el Centro Español para Extranjeros, el de Traducción, el de Estudios Iberoamericanos y Trasatlántico, de Investigaciones Médicas...»
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Además, desde la misma se llevan a cabo una serie de talleres formativos que tienen un gran valor para los estudiantes. Cursos como el de verano, primavera u 'on line' son los que se ofrecen para los integrantes universitarios. Todos estos movimientos hacen de FGUMA un enlace entre la universidad y el mundo en los distintos ámbitos: sociales, económico, lectivos y, ahora también, solidarios.
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