Las palabras que enseñan lo que las imágenes dicen

Cuarenta y cinco puertas a la imaginación esperaban ser descubiertas de manera individual por cada uno de los asistentes. Una máquina de escribir, las vías de una estación de tren y la inmensidad del mar eran solo algunos de los escenarios representados por la mirada fotográfica de Sergio Romero. Las imagenes, todas en blanco y negro, se coloreaban de diferentes formas en la mente de cada uno de los espectadores.

'María Zambrano. Mirar la palabra, pensar la imagen' es el título de la nueva exposición de la Sala de Exposiciones del Rectorado de la Universidad de Málaga. La inauguración fue el pasado 9 de diciembre y podrá visitarse hasta el 15 de enero de 2022. La labor fotográfica de Sergio Romero, apoyada en la investigación de Beatriz Caballero, una de las comisarias de la exposición junto a Belén Ruiz, propone una mirada inédita sobre la principal aportación de María Zambrano a la historia de la razón poética.

La vicerrectora de Cultura de la Universidad de Málaga, Tecla Lumbreras, estuvo presente en la inauguración y quiso agradecer a los presentes el hecho de estar allí una vez más. «Esta es la segunda propuesta después de la exposición de 'Mínimo Máximo' y tanto una como otra son exposiciones que invitan a la reflexión», comentó la vicerrectora. Con esta exposición se ha planteado un tema que gira en torno a la filosofía bajo la propuesta realizada por Sergio Romero, encargado de presentar un itinerario muy especial sobre una de las figuras más importantes de nuestra historia, María Zambrano, para tratar una de sus aportaciones más importantes a la historia de la filosofía, la razón poética.

El 19 de diciembre de 1982 se le concedió a María Zambrano la distinción de ser la primera doctora honoris causa de la Universidad de Málaga. «María Zambrano no solo fue una pensadora, sino también una mujer comprometida con su tiempo por luchar y defender sus ideas pese a las terribles consecuencias que le llevarían a un largo exilio y, en definitiva, por trabajar para un mundo mejor», expresó la vicerrectora de Cultura. Gracias a las fotografías de Sergio Romero y a las comisarias de la exposición, el nombre y la obra de esta pensadora universal se mantiene vivo.

María Zambrano dijo alguna vez: «La cultura es el despertar del hombre. La primera realidad que al hombre se le oculta es él mismo. No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero». En este caso, las imágenes han sido pensadas para que hablen de lo que no se ve, para reflejar aquello que está oculto detrás del pensamiento, detrás de la palabra. En esta exposición, interactiva a juicio del autor, el espectador es el encargado de buscar el significado de cada una de las fotos, de asociarlas con las palabras que se encuentran en la habitación. Las fotos, situadas sobre paredes negras, solo se acompañan de un número, a diferencia de una exposición convencional en la que habría una breve descripción de cada una de ellas para hacer que el espectador despierte la cultura que hay en su interior.

Las palabras y las imágenes interrogaban a todo el que pasaba por delante de ellas en aquella habitación oscura y gritaban silenciosamente que buceasen entre ellas con esta propuesta calificada como «experiencial, sensorial e intuitiva» por una de las comisarias, Belén Ruiz, quien además es profesora en la Universidad de Málaga. «Pedimos al público una intersección para unir palabras a la imagen y que, con este efecto lúdico que potencia el conocimiento, se invite a un recorrido interactivo que junte al público y la obra», dijo la comisaria.

«Porque solamente siendo a la vez pensamiento, imagen, ritmo y silencio parece que puede recuperar la palabra su inocencia perdida». Las palabras de María Zambrano dejaron la huella que esta exposición espera dejar para hacer justicia a su historia y a la razón poética. «El verdadero protagonista no soy yo, sino Beatriz Caballero, la persona que ha creado este proyecto», dijo Sergio Romero en su intervención mientras resaltaba que su participación no es más importante por ser más llamativa al ser visual.

El principal objetivo del proyecto es sacar a María Zambrano del espacio académico y llevarlo mucho más allá, sobre todo para que la ciudad de Málaga pueda acceder a ella. «Hemos hecho una selección de palabras muy importantes de los ensayos de María Zambrano de una riqueza mayor que trascienden a otro lugar», dijo Sergio Romero. Solo con la reflexión de estas palabras es posible crear nuevas realidades que se acompañen de la voz visual del fotógrafo.

Uno de los puntos que caracterizan a María Zambrano es que no constituye una razón únicamente pensada, sino sustancialmente vivida, encarnada y sensorial. El autor de las 45 fotografías que componen esta exposición trata de poner en valor el papel que juega la imagen dentro del marco de la razón poética para así abrir una nueva vía de acceso a la filosofía a través de la musicalidad y el misterio de las palabras y las imágenes.

Cada fotografía es un misterio, un secreto a descubrir desde la penumbra en la que se empieza a crear y vislumbrar algo que, con mucha luz, cegaría. Desde los ensayos de María Zambrano, dirigidos a todas las personas, se descubren y se ven todas sus vivencias en la exposición. Ahora es el momento de recogerlas en una misma habitación para reflexionar y ampliar el conocimiento en homenaje al 30 aniversario de su fallecimiento.

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