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Miembros del equipo de Mart en su taller. Antonio Contreras
MART: mucho más que un equipo de carreras

MART: mucho más que un equipo de carreras

La escudería de Fórmula Student continúa ampliando el número de miembros y grados implicados en un proyecto que sobrepasa el mundo de la competición

Antonio Contreras

Martes, 9 de mayo 2023, 10:44

En 2016 un grupo de no más de 15 estudiantes de ingeniería comenzaron la aventura de crear su propio equipo de Fórmula Student en Málaga, tras darse cuenta de que en esta ciudad aún no existía ninguno y de que en muchas otras capitales españolas sí que lo había. Nace así MART, una escudería dirigida en su totalidad por estudiantes y que pretende ser (y es) mucho más que la creación de un monoplaza. Casi siete años después, el proyecto iniciado por ese grupo de alumnos cuenta con un total de 70 miembros, que trabajan en conjunto para sacar adelante el proyecto y que ha conseguido poner en jaque a equipos mucho más veteranos y con mayor presupuesto.

Se trata de una competición en la que compiten universidades de todo el mundo y que está totalmente reglada. La prueba busca conocer la excelencia de los ingenieros y de qué son capaces de hacer a través de la construcción de un monoplaza. Raúl Ramos, actual Team Leader de MART, cuenta cómo ha avanzado esta categoría, nacida en 1981 en Estados Unidos. «Actualmente hay más de 800 equipos repartidos por todo el mundo entre monoplazas eléctricos y de combustión».

Dentro de la Fórmula Student encontramos pruebas que se dividen en dos apartados: las estáticas y las dinámicas. Las del primer apartado hacen referencia a aquellas que tienen lugar durante el desarrollo del proyecto. En estas pruebas se evalúa la capacidad del equipo de llevar a cabo un proyecto viable. Para ello, se hace una evaluación de los costos y diseño del monoplaza. Posteriormente, se hace un seguimiento de la planificación y gestión del proyecto.

El equipo competirá por primera vez con un monoplaza eléctrico la próxima temporada

En la segunda fase, la dinámica, se pone a prueba el monoplaza resultante del proyecto presentado en la primera fase. En esta fase se miden distintos apartados técnicos del coche, como su aceleración, maniobrabilidad, eficiencia o resistencia.

La prueba de resistencia, conocida como endurance, es una de las más exigentes. Consta de unos 25km de largo y, según Raúl Ramos, «si entran 100 equipos, de la endurance apenas pasan 30 o 35». Todos los coches de Mart han terminado la prueba, algo que «prácticamente ningún equipo puede decir. El año pasado el equipo líder, que es el de Stuttgart, hizo DNF en la endurance» comenta el actual Team Leader del equipo.

Otro aspecto que añade dificultad a la prueba es que apenas se deja tiempo previo a los equipos para ver cómo va a ser el circuito, por lo que no es posible preparar un setup específico para la carrera ni tener una estrategia definida. Dicho esto, durante la endurance las escuderías no compiten «rueda a rueda», puesto que lo que se busca es poner a prueba el trabajo de ingeniería de los monoplazas. «Lo que importa es que tu coche vaya bien. El piloto tiene que ser un estudiante también. Puede ser profesional, pero tiene que ser estudiante, en nuestro caso, por ejemplo, no es profesional».

Posterior a la endurance tiene lugar la prueba efficiency. Esta prueba trata de medir, como su nombre indica, la eficiencia del coche. Para ello se llena el depósito de los monoplazas hasta una marca concreta en la prueba anterior. Al terminar la carrera de resistencia se vuelven a llenar los depósitos hasta la misma marca y, dependiendo de la cantidad de combustible que haya que verter de nuevo al mismo para llegar a la marca se mide el consumo real. El que menos combustible haya conseguido es el ganador.

Todas estas pruebas se rigen por una normativa común a la que los equipos han de adaptarse si quieren participar, aunque existen diferencias entre países. En el entorno europeo, a excepción de Reino Unido, todos los países adoptan la normativa alemana para facilitar la participación de todos los equipos dentro del continente, pero también existe la normativa china, australiana, estadounidense o japonesa, entre otras.

Por su naturaleza, la Fórmula Student se ha convertido con el paso de los años en una fábrica de innovaciones técnicas que pueden llegar a aplicarse en multitud de competiciones ajenas a la Fórmula Student. Ya lo dijo Ross Brawn en su día, quien fue director general de la Fórmula 1 hasta 2022: «Hay dos formas de innovar en motorsport: la Fórmula 1 y Fórmula Student».

El monoplaza de MART

Actualmente el equipo está desarrollando dos monoplazas al mismo tiempo. Por un lado, el monoplaza de combustión y, por otro, su primer monoplaza eléctrico. Este último se encuentra aún en fase de desarrollo, aunque esperan poder competir con él la próxima temporada. En cuanto al coche de combustión su corazón está propulsado por un motor tetracilíndrico de 600 centímetros cúbicos procedente de una Honda CBR 600. El motor de origen supera los 110 caballos de potencia, pero la normativa obliga a llevar una entrada de aire igual o inferior a los 20mm de diámetro, lo que limita la potencia, según Ramos «es una forma de estandarizar a todo el mundo, pero también de que no nos matemos, que no tengas 130 caballos en un coche de apenas 200 kilos». Pese a esto, el monoplaza de Mart llega a alcanzar 85 caballos, cifra cercana a la de los más potentes con mecánicas similares. «Lo máximo que hemos visto con tetracilíndricos de 600cc ronda los 95cv». La columna vertebral está formada por un chasis tubular de acero, parando la báscula en 230 kilos. También cuenta con escape en acero inoxidable, radiadores y depósito en aluminio, suspensiones de acero con cromo y molibdeno, que, aunque no reduce el peso, otorga al conjunto de la suspensión una mayor rigidez.

Además, aunque no cuentan con la mayor financiación del territorio español, con el paso de los años han conseguido comprar algunas mejoras que se pueden aplicar a todos los monoplazas. «Cuando un equipo lleva 15 o 20 años compitiendo lleva mucha más inversión a su espalda. Nosotros, por ejemplo, hace 4 años pudimos comprar una centralita Link G4, una de las mejores del mercado. Esta clase de piezas valen mucho dinero, pero una vez la has comprado la tienes para siempre».

Este año también abandonarán las llantas Braid que equipaba hasta ahora por un modelo OZ mucho más ligero, tratando de reducir al máximo las masas no suspendidas. Y es que este tipo de pesos son de los más importantes a la hora de mejorar tiempos, según cuenta Raúl Ramos. «Las masas no suspendidas son importantísimas. Cuando fabricas intentas tenerlo todo lo más apurado posible, que la geometría sea perfecta, y después te das cuenta de que neumáticos, masas no suspendidas o rotación son factores clave».

Hasta ahora han buscado centrarse en tener una «buena base», de tal manera que durante los próximos meses puedan tener el coche en pista y testearlo. El equipo, que hasta ahora testeaba sus vehículos en el circuito de Zapata junto al aeropuerto, ha conseguido que les dejen el aparcamiento de la Facultad de Ciencias de la Salud, lo que supone una notable mejora en el terreno de entrenamiento y testeo. «El circuito de Zapata es muy pequeño para coches, está más pensado para pitbikes, por ejemplo. En el parking de la Facultad de Ciencias de la Salud podemos formar nuestro propio circuito con conos, lo cual es perfecto, porque en la Fórmula Student los circuitos son con conos también».

El equipo

El equipo de MART está formado por 70 integrantes, un número que el equipo espera que siga creciendo. «Ahora nos gustaría incluir también a los grados de Fisioterapia y Psicología al proyecto. Porque también puede haber un fisioterapeuta, por ejemplo, que quiera dedicarse al motorsport. Aunque solo sea uno, esa persona también merece tener la oportunidad dentro de la carrera de formarse en lo que le gusta».

El equipo cuenta con jefes de departamentos específicos para cada sección (por ejemplo, el departamento de potencia o electrónica), que se encargan de organizar y dirigir a aquellos integrantes del equipo que trabajan dentro de su sección.

Aunque se trata de un proyecto ligado a la universidad, en la mayoría de los casos no dan créditos por ser miembro de Málaga Racing Team. De los 70 integrantes que forman el equipo, solo 5 pertenecen a plazas de prácticas ofertadas por la UMA. Además, son solo para algunos grados de ingeniería muy específicos. Esto, que a priori puede parecer una desventaja, también tiene su parte positiva, según el Team Leader del equipo, «el perfil de estudiante que entra a Mart ya es de por sí un estudiante ambicioso. Sabe que no va a conseguir créditos y, evidentemente, que no está remunerado, y aún así decide entrar».

Para Raúl Ramos, todos los miembros de MART son profesionales, razón por la cual están creciendo como lo hacen. «Con muy poco hemos conseguido hacer mucho. En la temporada pasada tenemos cuatro podios y una victoria. Hay equipos que llevan seis años compitiendo y no tienen podios ni victorias. La temporada pasada fue un golpe en la mesa, un claro aviso de que aquí estamos nosotros y que a la mínima que conseguimos un poco de financiación somos capaces de crear un monoplaza muy competitivo».

Es un proyecto dirigido, producido y organizado únicamente por estudiantes. Solo dos profesores pertenecen al proyecto y no intervienen en ningún momento en el proceso de creación del vehículo. Joaquín Ortega Casanova, profesor de Mecánica de fluidos en el grado de Ingenierías Industriales, quien ofrece ayuda en la parte organizativa y legal entre el equipo y la universidad. Es un lazo directo con la UMA; y José María de la Varga Salto, profesor en el grado de Marketing e Investigación de Mercados, el cual ayudó en un principio a dar sentido al proyecto. Enseña a los estudiantes a comunicar el proyecto y conseguir los recursos necesarios para que siga creciendo y salga adelante.

Siete años dando guerra

Si bien es cierto que la escudería se fundó en 2016, no es hasta 2021 cuando el primer monoplaza de MART entra en pista y compite, rodando por primera vez en un campeonato celebrado en España. En 2022, el equipo participó en el torneo de España nuevamente y en el de Holanda, donde consiguió subirse al podio en dos ocasiones, en la prueba de resistencia y la de aceleración. A pesar de que el equipo ya acumula 4 podios, para ellos su mejor logro en términos competitivos es el cuarto puesto que consiguieron en la prueba de aceleración de España 2022, quedándose a solo una décima y media del equipo valenciano, el cual fue en la temporada pasada top 3 mundial. Un logro realmente bueno teniendo en cuenta lo incipiente que es (aunque no lo parezca) aún el proyecto y sus recursos.

Para la próxima temporada Málaga Racing Team ya tiene plaza en España (en el circuito de Montmeló) y Alemania (en el circuito de Hockenheim) con el monoplaza de combustión y, por primera vez, participarán en una competición con un monoplaza eléctrico, concretamente en Portugal, en el circuito de Estoril.

Se podría decir que 2023 es, dentro de lo que cabe, un año de transición para MART, siendo la próxima temporada una de sus últimas en las que participarán con un vehículo a combustión y, de seguro, la última donde los recursos vayan destinados al coche de combustión. «Cuando el eléctrico esté totalmente montado vamos a dedicarnos 100% al eléctrico. Este es el último año que nuestros recursos van destinados al monoplaza de combustión». Aún así Ramos hace hincapié en que la Fórmula Student es innovación constante. «En la próxima temporada destinaremos nuestros recursos al eléctrico, pero al cabo de unos años a lo mejor estaremos con el hidrógeno, que ya hay equipos que hacen monoplazas de hidrógeno. O tal vez con los combustibles sintéticos, no se puede saber a ciencia cierta». De lo que sí se muestra convencido es de la conducción autónoma, «el futuro a lo que nos va a llevar, y eso si te lo puedo confirmar, es al vehículo autónomo».

Fuera como fuere, eléctrico, gasolina o hidrógeno, queda claro que en Málaga Racing Team aún tienen muchísimo que demostrar y que estos años no son más que el principio de una escudería que espera durar muchos años más.

«This is MART»

«Nuestra mejor baza es que somos una familia enorme. A mí me sigue sin cuadrar que seamos un equipo de 70 miembros, y los 70 seamos familia». Esta frase, dicha por Raúl Ramos, podría en realidad ser dicha por cualquiera de los miembros que conforman Málaga Racing Team. Da igual a cuantos miembros preguntes, si ese miembro acaba de entrar, como es el caso de Modesto, o si ya es jefe de su sección, como Francisco José. Todos y cada uno de ellos, a la pregunta «¿Qué es lo que más te gusta de pertenecer a MART?» tienen la misma respuesta: su gente, la familia que se forma dentro. Son los integrantes de la escudería los que dan sentido a la misma y no el monoplaza.

Para Raúl Ramos esta es la mayor victoria, y no los podios. «Nuestra mayor victoria es haber conseguido salir adelante, en constante crecimiento y sin perder nuestros valores en ningún momento. Hemos conseguido crear una estructura, tener un espacio de trabajo que nos permite seguir creciendo. Que los alumnos de la UMA tengan una vía en la que poder desarrollarse profesionalmente es el mayor logro que tenemos».

Es mucho más que un coche. El equipo cuenta con distintas divisiones, como MART Social, donde el equipo, una vez al mes, realiza acciones sociales con asociaciones malagueñas. «Realmente en cualquier asociación de Málaga en la que podamos ayudar por el simple hecho de tener dos manos intentamos aportar nuestro granito de arena».

También cuenta con MART Academy School. «A partir de esta matriz, el equipo, desde 2021, ha dado cerca de 20 charlas en colegios e institutos. Con estas charlas buscamos mostrar qué es la universidad y que dentro de la misma existen proyectos como este», comenta Ramos. «En MART Academy School es donde empieza lo que quiere abarcar MART, desde la generación de vocaciones al desarrollo profesional, que tiene lugar en MART Academy».

Una vez los estudiantes que quieren y consiguen entrar en la escudería pasan a formarse dentro de MART Academy, donde se busca nivelar los conocimientos de los miembros del equipo para que ninguno quede rezagado.

Por último, está el aspecto de inserción laboral, «gracias a que MART tiene muchas empresas que nos ayudan y con las que trabajamos en conjunto conseguimos también inserción laboral». Miriam, la directora de comunicación de Málaga Racing Team, es un claro ejemplo de las posibilidades de inserción laboral que ofrece el proyecto, ya que consiguió un puesto en la empresa La madre de los Beatles gracias al proyecto. «El año pasado Mart hizo la presentación de su monoplaza en Muelle Uno. La madre de los Beatles vio cómo Miriam se desenvolvía para realizar un evento en el Muelle Uno a principios de julio y la ficharon para su equipo».

De la mano de su crecimiento va la formación de sus integrantes. Es un proyecto que, bajo una pasión en común, ha conseguido crear una familia, pero también un equipo de profesionales, preparados para entrar al mercado laboral en aquello que más les gusta, que les llega a erizar el pelo, como le ocurrió en varias ocasiones a Raúl Ramos durante la entrevista. La pasión y las ganas de aprendizaje hierven en el interior de cada uno de los integrantes que conforman este proyecto. «El coche es un producto, pero lo que realmente es MART es un modelo de formación».

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