![MART se despide de la combustión](https://s3.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/2023/10/23/mart-RohVNYtTdZeSBPLii0kqbEL-1200x840@Diario%20Sur.jpg)
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Antonio Contreras
Martes, 24 de octubre 2023, 10:37
Esta será la última temporada que Málaga Racing Team, el equipo de Fórmula Student de la UMA, nos permita escuchar el bramido que el bloque de la Honda CBR 600 emite a lomos de su monoplaza, el MA23RT. Si bien para esta temporada no se abandonará por completo el desarrollo de este monoplaza, el grueso de los recursos irá destinado al desarrollo del monoplaza eléctrico y, en un segundo término, al desarrollo de un monoplaza completamente autónomo, según comenta Adrián Espinosa, actual Team Leader del equipo.
Este verano el equipo se enfrentó con el MA23RT a escuderías mucho más veteranas y con presupuestos mucho mayores, tanto dentro como fuera de España. Aun así, consiguieron subir al podio hasta en cuatro ocasiones, consiguiendo la plata en la clasificación Overall de la competición celebrada en España. «La temporada anterior los resultados fueron espectaculares. Nos marcamos una serie de objetivos que considerábamos bastante ambiciosos, como competir en la Fórmula Student de Alemania. Y lo conseguimos».
Para la nueva temporada el equipo competirá con dos monoplazas, tanto con el MA23RT como con el nuevo monoplaza eléctrico. «La unidad de potencia en el de combustión dejará de desarrollarse, aunque se seguirán trabajando otros aspectos, como la aerodinámica», comenta Espinosa. «El eléctrico sí que supone un desarrollo mucho mayor. Estamos fabricando un nuevo chasis y suspensión entre muchas otras cosas», explica el Team Leader. La idea del equipo no es centrarse únicamente en el eléctrico, sino que ya están empezando a destinar recursos en un modelo de conducción autónoma que esperan que vea la luz dentro de unos años. «El plan es solo eléctrico y coches autónomos, que poco a poco ya estamos empezando a trabajarlo», confiesa Espinosa.
A diferencia de las competiciones en Moto Student, donde la unidad de potencia es compartida por todas las motos, en la Fórmula Student esta parte es independiente de cada equipo. Algunos equipos optan por comprar los inversores, mientras que otros prefieren fabricarlo ellos mismos. En el caso de MART la unidad de potencia es comprada a una firma externa. «Existen inversores comerciales que funcionan muy bien. Nosotros tenemos capacidad para desarrollar uno propio, pero no hay necesidad de hacerlo», explica Espinosa. De hecho, el equipo de Fórmula Student de Sevilla utiliza el mismo inversor que el malagueño debido a los buenos resultados.
Si bien no se establece una unidad de potencia equivalente en todos los monoplazas sí que se determina una potencia máxima para estandarizar a todos los competidores. «La potencia máxima actual ronda los 60 kilovatios».
Actualmente la escudería se encuentra en periodo de captación de nuevos alumnos interesados en formar parte del proyecto. «Ahora mismo somos unos 35 o cuarenta miembros, pero se prevé que igualemos o superemos la cifra del año anterior», aclara Espinosa. El año anterior el equipo contaba con 70 miembros que, por finalización de estudios en la mayoría de los casos, han tenido que abandonar el equipo. «Este año estamos empezando a abrir nuevos horizontes de trabajo en nuevas ramas, por lo que necesitaremos nuevos alumnos para cubrir estos puestos». Este año MART espera crear una base de datos que les permita tener al alcance todas las métricas del equipo con el objetivo de analizarlas para poder mejorar en distintos campos, desde el rendimiento del monoplaza hasta la estrategia a seguir en las redes sociales.
Para este año el equipo aún está estudiando diferentes horizontes para guiar sus objetivos, aunque aún no están completamente definidos. Un objetivo claro es competir en alguna competición con el coche eléctrico, aunque también les gustaría participar en una última competición con el MA23RT para despedirlo por todo lo alto. «En España correremos seguro, es nuestra tierra y nos sentimos muy cómodos, pero también nos gustaría participar en alguna fuera de las fronteras españolas», reconoce Espinosa.
Cabe destacar que la construcción del monoplaza es, en realidad, un objetivo secundario. Aquí lo que importa es el modelo formativo que se esconde detrás. «Al final esto del motorsport no es más que una excusa. Podría no ser un coche y seguiríamos trabajando con las mismas ganas. Aquí lo que importa es el equipo y la familia que creamos dentro».
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