
IATUR: el nuevo instituto andaluz de investigación e innovación en Turismo
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El director, Enrique Navarro, afirma que nos encontramos en escenarios de crisis climáticas y que «la sociedad aún no se lo cree aunque haya evidencias»Isabel Cisneros
Málaga
Martes, 9 de enero 2024, 09:28
Con un equipo de casi 70 miembros multidisciplinares, el Instituto Andaluz de Investigación e Innovación en Turismo (IATUR) ha constituido una sede en la Universidad de Málaga y ha sido reconocido como un agente del conocimiento andaluz por la Junta de Andalucía.
La Universidad de Málaga, la de Granada y la de Sevilla le propusieron al Gobierno de Andalucía la creación del instituto. El director del instituto en Málaga, Enrique Navarro, explica que «no es una certificación como tal, sino la aprobación de que estamos capacitados para investigar». Al ser una iniciativa de tres universidades es un proceso que se ha dilatado en el tiempo durante unos cuatro años, aproximadamente, porque necesita coordinación entre los tres centros para presentar el proyecto de instituto. Enrique Navarro cuenta que pretendieron, desde el principio, que tuviese «calidad y rigurosidad», además de que fuese «fiable». Cuando la propuesta está enviada se pasa a un tiempo de evaluación por parte de la DEVA (Dirección de Evaluación y Acreditación), que es el organismo de calidad universitaria de la Agencia Andaluza del Conocimiento. Tras este trámite llegó la aprobación, que solo se publica una vez al año en julio. «No hay tantos institutos que tengan este reconocimiento y mucho menos, en las ciencias sociales. Somos el primero en Turismo, eso es lo importante», expresa Navarro.
Las tres universidades tienen las mismas líneas de investigación, aunque cada una tiene las suyas propias. Enrique Navarro hace hincapié en que «esto es una primera piedra para que estas tres instituciones tengan más acciones juntas, tanto en investigación, como en formación». Esas líneas son: Planificación y Gestión de Destinos Turísticos; Gestión e innovación en Organizaciones, Empresas y Servicios Turísticos; Historia y Patrimonio Turístico; Inteligencia en el ámbito Turístico. TIC y Análisis de Datos y Análisis Económico del Sector Turístico. Además de eso tienen especial interés en la formación. Navarro amplía que «no es formación de grado en Turismo, sino para la investigación porque está orientado a esa actividad, no a la docencia». «Creamos seminarios para formar a investigadoras en digitalización, inteligencia artificial, Big data y distintas temáticas como planificación y gestión de los destinos», cuenta. Estas enseñanzas van dirigidas hacia sus doctorandos (investigadores en formación), recién doctorados e incluso, los jubilados que se quieren reciclar en determinadas tendencias o campos. Estos estudios están orientados a métodos y técnicas de investigación, así como avances e innovaciones en este ámbito. «Precisamente por esto es por lo que somos agentes del conocimiento. Nosotros planteamos el conocimiento desde el punto de vista de la investigación», añade Navarro.
Uno de los puntos importantes de IATUR es la relevancia que le dan a la transferencia. Su director, Enrique Navarro, insiste en que para ellos es «algo fundamental» y que la colaboración con las empresas la realizan a través de ella. Esta transmisión la hacen para la sociedad, para las administraciones públicas y para las empresas. «Eso no significa que no hagamos un curso para empresarios para mejorar el conocimiento de determinado tema, lo podemos hacer, pero lo engrosamos en transferencia del conocimiento, no como formación a los empresarios», desarrolla Navarro.
Es cierto que el mundo de la investigación se suele relacionar con el campo de las ciencias de la salud y tecnológicas, pero encajarla en la rama de las ciencias sociales suele ser difícil para una persona que no tenga conocimiento sobre investigación. En IATUR también trabajan en laboratorios orientados a la tecnología, como relata el director del instituto, «la tecnología es muy relevante en turismo como campo de estudio y después como herramienta». «Nosotros destacamos en la rama de la tecnología y aplicación de la sostenibilidad, que son transversales. La tecnología no es solo para los ingenieros y la sostenibilidad no solo es medioambiental. La sede de Málaga está especializada en esos ámbitos», explica.
Cuentan con un laboratorio con una plataforma de ciencia de datos, es decir, de datos masivos, Big Data; lo que ellos califican como 'ciencia de datos'. Este portal se comparte con las otras universidades. Además, tienen un laboratorio de tecnología con un técnico informático que les asesora sobre esos estudios. Estas cifras analizan el nivel de empleo, la estacionalidad, la crisis climática, el consumo de agua y residuos por parte del turismo y del territorio para ver qué sistemas son más sostenibles, la educación ambiental… «IATUR está colaborando con el Ayuntamiento de Málaga en el Observatorio de Sostenibilidad para observar los datos y crear unas políticas de sostenibilidad medibles y más avanzadas», comenta Navarro.
IATUR trabaja actualmente en cuestiones que están relacionadas con la historia del arte, tiene un proyecto de paisajes artísticos y culturales como el paisaje híbrido andaluz, por ejemplo. Orientados a la sociedad destaca un proyecto de consumidores y pequeños profesionales para ver cómo se puede contratar en mercados digitales, muy directamente orientado a la práctica y a la transferencia, y otro para ver cómo las cooperativas vecinales de personas mayores para el envejecimiento activo se pueden mejorar. Uno de los que puede resultar más práctico es una investigación que trata de averiguar cómo se invierte el euro que se gana en turismo (qué porcentaje va a la salud de los ciudadanos, a la educación, a los servicios sociales, a infraestructura…). «Esto sirve precisamente para trasladar a los ciudadanos esa importancia que se le da al turismo de una forma materializada porque ellos no lo ven en su día a día. Queremos demostrar esos beneficios o cuando no los haya, decirle a las administraciones qué está pasando más allá de las percepciones que existan», desarrolla Enrique Navarro.
El director de IATUR, Enrique Navarro, afirma que «desde hace 60 años se estudia el cambio climático, que ya se ha convertido en crisis climática. Desde hace 40 años hay análisis y diagnósticos muy precisos de lo que iba a ocurrir y desde hace 20 los pronósticos son bastante claros. Ahora estamos en esos escenarios y aún hay personas que no creen que sea algo real. Si la investigación no llega a la sociedad es normal porque no lo asumen aunque haya evidencias».
Navarro confirma que «no quiere ver poderes oscuros ni incitaciones a un plan maléfico de las personas que están en el gobierno, sino que hay cosas que se saben, pero las personas no quieren verlas».
Estos problemas de la transferencia de las investigaciones, el director de IATUR los traslada a realidades de la ciudad malagueña: «Tenemos investigaciones que plantean que es mejor no crecer tanto urbanísticamente en algunos lugares. Nosotros estamos diciendo el interés económico a medio y largo plazo, que para no generar tantos conflictos, distribuyamos mejor a los turistas e intentemos no urbanizar en primera línea de playa. Llevamos 20 años diciéndolo. Y las empresas y las administraciones no nos hacen caso. ¿Por qué? Porque la rentabilidad a corto plazo se garantiza. Nosotros le estamos hablando a medio y largo plazo. Es que vamos a tener un problema con la urbanización despegada al mar, por ejemplo».
Enrique Navarro hace alusión a urbanizaciones que hay en la Costa del Sol que están viviendo esta situación y confirma que «la investigación y el conocimiento van muy por delante de la aplicación en la sociedad».
Navarro hace una comparación con el campo de la medicina, de las Ciencias de la Salud y recalca que «nada más se investiga, incluso antes de sacar el fármaco, ya sabemos que va a haber una solución para alguna enfermedad. Se transfiere rápidamente». «En las Ciencias Sociales hay muchos intereses contrapuestos y cuando ya tengamos un problema porque el mar llegue a las urbanizaciones y tengamos que hacer escolleras, poner piedra o le tengamos que decir a los habitantes que da igual la arena que pongamos porque el mar se la lleva, pues nos darán la razón», lamenta Enrique Navarro. Con esto el director aclara que «no quiere decir que no haya que ponerla porque peor es no tener playas, pero que en unos años la primera y segunda línea de urbanización en la costa se va a perder». Una de las cuestiones que Navarro critica es la creación de políticas que «solo sirven a corto plazo en vez de a medio y largo plazo».
Aun así, el director hace hincapié en que «esto no quiere decir que las investigaciones no se hagan» y que el sector del turismo tiene una relación estrecha con «el sector empresarial, administrativo y ciudadano», por lo que la transferencia es «muy importante».
Una de las cosas de las que puede presumir la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga es de la actividad de transferencia que realiza con la sociedad, las empresas y las administraciones. Trabajan a nivel municipal y estatal en sostenibilidad turística y proyectos con una empresa multinacional sobre cómo implantar destinos turísticos inteligentes. IATUR participa en un proyecto europeo que une a varios países. «Nosotros, los profesionales investigadores, estamos acostumbrados a que nuestro trabajo sea muy frustrante. Es una actividad muy constante que, además del laboratorio, se traslada a tu despacho los domingos en tu casa, cuando no sales a comer o no ves a tu familia porque estás haciendo una investigación. Es muy sacrificado. La investigación pública es muy vocacional y yo investigo porque creo que es mi deber y me gusta transmitirlo a la sociedad, aunque a veces no nos hagan caso», cuenta Enrique Navarro. Una anotación que el director de IATUR deja clara es que «no puede vivir solo de investigar y que tiene un sueldo fijo gracias a que da clases en la universidad».
De su trabajo como profesor, Enrique Navarro destaca que «sale de clase muy satisfecho cuando siente que ha transmitido a los estudiantes lo que se está avanzando en las investigaciones». En el cambio de la docencia en las últimas décadas, el profesor afirma que es verdad y no puede negar que «los estudiantes van menos a clase, tienen menos interés y están más distraídos». Sin embargo, Enrique Navarro matiza esta declaración y añade que «es porque tenemos otra sociedad diferente». «Cuando yo era estudiante, tener el libro de geografía física era imprescindible para la asignatura. Hoy en día el conocimiento es muy variado y está en muchos lugares. Tenemos a un estudiante al que no le motiva ese descubrimiento del conocimiento como nos pasaba a nosotros porque en realidad no le estamos descubriendo tantas cosas. Ya las conoce como sociedad. Nosotros ya no somos transmisores del conocimiento, sino que los dirigimos en el camino hacia las fuentes», insiste Navarro.
Uno de los aspectos que Navarro señala del cambio en la forma de impartir clase es el tiempo que los estudiantes son capaces de mantener la atención: «Los profesores tenemos que cambiar de dinámica o de tema cada veinte o treinta minutos. Tenemos que crear más actividades e ir creando más conocimiento práctico y los alumnos se tienen que adaptar a los métodos de aprendizaje. Es responsabilidad mutua. No me gusta decir que los estudiantes son peores que antes, no es fácil ni por parte de ellos, ni de los profesores, ni de las instituciones».
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