Miguel Padilla y Estrella Pérez, en la Redacción de SUR. Elisa Bruno

Experiencias que cambian la vida para siempre

Tres estudiantes de la UMA desarrollan su crecimiento personal a través de la asociación internacional AIESEC

Elisa Bruno

Martes, 27 de febrero 2024, 09:54

Salir de la zona de confort es un riesgo que muy pocos están dispuestos a asumir, pero quienes lo hacen fomentan su crecimiento personal y superan sus límites y miedos. La asociación internacional AIESEC da la oportunidad de vivir experiencias enriquecedoras a jóvenes como Candelaria Carletti, estudiante del cuarto curso del grado en Trabajo Social en la UMA; Miguel Padilla, estudiante del grado en Ingeniería Mecánica-Ingeniería en Diseño industrial, y a Estrella Pérez, que cursa Comunicación Audiovisual.

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Candelaria Carletti tiene 23 años y hace dos que se fue de voluntariado a Uganda con la organización Rafiki África. Tras esa oportunidad, el año pasado se interesó sobre la Cooperación Internacional de la Universidad de Málaga. «Me inscribí en un curso de voluntariado y me encantó, pero en ese momento ya todas las plazas estaban dadas y no pude ir con la UMA», comenta. De repente, antes de junio recibió un correo de AIESEC sobre cooperación internacional y fue a una charla informativa.

«Igualmente, los destinos que proponían tampoco eran tanto de mi interés porque a mí me gusta más África y lo que se ofertaba en ese momento en la charla no era ningún país africano, aparte de Marruecos y Egipto», explica Candelaria Carletti. Ella investigó en la página web de AIESEC y encontró el que iba a ser próximo destino, Ruanda.

AIESEC es una asociación internacional de jóvenes entre 18 y 30 años, aunque en Málaga la edad comprende los 18 y 26 años. Lo que busca es el liderazgo tanto personal como profesional en jóvenes mediante experiencias de voluntariado en el extranjero o formando parte del comité e impactando por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU de 2030. Además, tiene convenio con la Oficina de Voluntariado de la Universidad de Málaga por lo que sus estudiantes que realicen estas actividades pueden obtener reconocimiento de créditos. Asimismo, las personas de otras entidades no pueden beneficiarse de los créditos, pero sí pueden formar parte del comité de la asociación o hacer un voluntariado en otro país.

La presidenta de AIESEC Málaga es Estrella Pérez Martínez, una estudiante del tercer curso de Comunicación Audiovisual, quien motivó a Candelaria Carletti para emprender la aventura hacia Ruanda en junio de 2023 donde estuvo hasta finales de agosto. También le convenció el hecho de que en ese momento estaba la bolsa de viajes de la UMA que le permitía financiar parte del voluntariado.

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Un cambio de vida

«El primer día fue un poco 'shock', como siempre. Al llegar me recogió uno de los del equipo de AIESEC Ruanda en el aeropuerto y dormí en la casa de la asociación en Kigali, la capital», recuerda Carletti. Al día siguiente, voluntarias que ya estaban allí la recogieron y la llevaron a Gashora, donde dormía en una casa con voluntarios de todo el mundo, unas 20 personas en total.

El proyecto que desarrolló iba enfocado al ODS número 4 –una Educación de Calidad– y pretendía fomentar los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la población joven del área de Gashora. «Al final, al venir aquí y ver cómo era me di cuenta de que era muy complicado llevar a cabo ese proyecto y tuve que adaptarlo», explica. Según Candelaria Carletti, la ONG local de Ruanda también entiende que ese tipo de proyectos no se puede llevar a cabo allí sin adaptarlos.

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«Hay personas que es la primera vez que viajan fuera de sus países, lejos de sus padres y sienten un 'shock' muy grande. Conozco a otras personas que han estado aquí y no lo han pasado tan bien», reconoce la voluntaria. Ella admite que la experiencia «es muy enriquecedora, que se aprende mucho y vuelves a casa pensando en que somos muy afortunados».

Vuelta a 'casa'

Actualmente, ha vuelto a Ruanda por su cuenta porque «los lazos son muy fuertes» y ha decidido hacer su TFG allí sobre 'Cuáles son los aspectos psicosociales que justifican el retorno de las personas a Ruanda que se fueron a causa del genocidio a partir de 1995'. Ha realizado cuestionarios, escalas y buscado todo tipo de información. «Ahora puedo decir que lo he logrado, pero hasta hace una semana no sabía que iba a ocurrir porque al gobierno de Ruanda no le gusta ofrecer estos datos», dice Carletti.

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La joven se ha dado cuenta de que, si se comparte, las cosas salen mejor. «El estar aquí, poder disfrutar de ellos y compartir experiencias es lo que más me ha gustado y por ello sigo viniendo», comenta. En octubre, Candelaria Carletti pretende cursar el máster en Cooperación Internacional y Políticas de Desarrollo en la UMA, pero si no accede le gustaría irse un año a Ruanda con la ONG local y hacer otro máster de forma 'on line'.

El comité de AIESEC

La experiencia de Candelaria Carletti ha sido todo un ejemplo para Miguel Padilla, estudiante del grado en Ingeniería Mecánica-Ingeniería en Diseño industrial de la UMA y encargado de recursos humanos en AIESEC Málaga. «Es como abrir totalmente la visión de la vida en general y pensar que hay un millón de cosas que puedes hacer. Es súper enriquecedor el hecho de irte de voluntariado a otro país y conocer la cultura», dice.

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Miguel Padilla tiene 22 años y se incorporó a AIESEC Málaga en febrero de 2023 «porque quería salir un poco de la zona de confort y hacer cosas distintas a lo que suelo hacer en la carrera. También dije: quiero hacer algo más para relacionarme con las personas y quise unirme». A día de hoy, este miembro del comité define este año en AIESEC como «uno de los mejores años que he pasado en mi vida». Para él no hay que quedarse parado, ni tener miedo porque equivocarse es lo mejor que te puede pasar. «Yo este año me he equivocado más que nunca y más he aprendido», concluye Padilla.

Otro miembro del comité es Estrella Pérez, la presidenta de AIESEC Málaga, la cual cuenta el impacto que le ha causado la experiencia de Candelaria. «Me ha impresionado mucho porque yo he estado bastante con ella y que vuelva, me la encuentre y me diga: 'Estrella me has cambiado la vida. Muchas gracias por darme ese impulso'. Eso te impacta. Yo no recibo dinero, yo estoy ahí, pero no tengo un salario, no es un trabajo, pero lo más gratificante que he recibido ha sido escuchar que yo he cambiado la vida a alguien», señala Estrella Pérez.

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Generación de líderes

La asociación internacional AIESEC fomenta el liderazgo, ya que hay que cambiar los roles de cada persona del comité año tras año. «También se hace la cultura de pasar los conocimientos de todo lo aprendido a la siguiente persona que va a estar en el comité haciendo lo mismo que tú», explica Miguel Padilla. Asimismo, se intenta trabajar el desarrollo personal, el conocer a otras personas, el aceptar las críticas, la paz interna y el saber comunicarse con asertividad, entre otros. «AIESEC me ha enseñado que si te paras a pensar hay más soluciones que problemas», dice el joven.

Imágenes de Candelaria Carletti, durante su voluntariado de varios meses en Ruanda gracias a la asociación AIESEC y el programa de la Universidad de Málaga Crónica

Todos estos valores se trabajan los viernes por la tarde mediante sesiones con las que se está en contacto con otros miembros de la asociación internacional. Además, permite encarar los problemas y mantener en todo momento la comunicación. Tienen lugar en el edificio Rayo Verde, en la ampliación Campus de Teatinos. Para aquellos que quieran formar parte, el proceso de admisión para ser miembro del comité, de forma totalmente gratuita, tendrá lugar en septiembre y octubre, sin embargo, aquel interesado podrá ir a una sesión los viernes donde será informado del proceso.

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De igual manera, el plazo para el voluntariado está siempre abierto, pero depende de los proyectos que haya en cada país en ese momento. Para esta actividad si hay unas tasas fijas y unos costes que dependen del país destino, pero AIESEC ofrece alojamiento siempre.

El consejo en el que coinciden ambos miembros de AIESEC Málaga es «hazlo, aunque esté mal o bien, pero vas a ganar muchísimo por la experiencia que si no lo haces». Tanto Miguel Padilla como Estrella Pérez están agradecidos de la labor que ejercen y de todo lo que han aprendido y le ha aportado la asociación.

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