Cristina Jiménez
Martes, 23 de abril 2024, 10:53
El calendario marcaba el año 1973 cuando empezaron a escucharse los primeros sones de la tuna de Medicina. Cincuenta años han pasado y las voces y las guitarras de la tuna siguen interpretando sus canciones bajo los balcones, por las calles y por los bares y restaurantes de Málaga.
Publicidad
Júbilo, emoción, cariño y admiración son solo algunas de las emociones que transmite Fernando Fernández al hablar de su querida tuna. Comenzó como novato hace cuarenta y seis años, toda su vida ha estado ligada a esta tradicional actividad, desde que comenzó con sus estudios, hasta cuando decidió convertirse en profesor. Ha compartido momentos musicales con muchas generaciones de estudiantes; mientras que compañeros de sus inicios decidieron viajar para buscar su futuro en otro lugar, él permaneció en Málaga, unido a la UMA y a su pasión musical.
Exactamente entró en el año 1977, al poco tiempo de estar en la tuna fue consciente de que su vida estaría muy ligada a ella. Lo primero que aprendió fue que, entre los miembros, «no nos conocemos con nuestros nombres, cada uno tiene su mote», aclara. Fernando, o más conocido por su mote, Flanaghan, fue profesor titular del Departamento de Fisioterapia, ahora está jubilado y sigue ejerciendo como profesor colaborador en algunas asignaturas, algo que le permite seguir con su hobby musical.
La tuna, tal y como la define Fernández, «es el orden más desorganizado que existe». Con su orden, igual que la vida misma, el jefe de la tuna marca todas las pautas en cuanto a uniformidad, horarios y acciones. Pero cuando todo está correcto y establecido se da paso a esa diversión que Fernández define como «orden desorganizado».
Todo el que quiera formar parte de la tuna tiene que estar ligado de alguna forma a la universidad, para poder así pertenecer a la agrupación musical de su facultad. La tradición es que aquellos que están estudiando una carrera formen parte de la tuna de su propia facultad, pero con los años «se ha permitido cierta flexibilidad», explica. Hay casos en los que las distintas carreras no cuentan con una tuna propia, entre otras circunstancias, y por ello, se permite que los estudiantes puedan pertenecer a otras agrupaciones musicales distintas de sus carreras. Para poder cumplir con esto existe un requisito: «Que lleven siempre bien la beca, con decoro y comportándose como si fueran alumnos de esa facultad», explica.
Publicidad
Fernández recuerda que los inicios fueron más clasistas, esto implicaba que «si no eras de Derecho no podías estar en esa tuna». La evolución que ha tenido la tuna durante estos cincuenta años se puede apreciar en muchos aspectos, uno de ellos es la inclusión de las mujeres en esta tradición musical. La Facultad de Medicina cuenta con su propia tuna femenina, algo que ha provocado todo tipo de discrepancias, respecto a este asunto Fernández aclara que «tienen el mismo derecho que cualquier otro estudiante, además es una tuna muy activa».
Entre otro de los aspectos que han cambiado durante las décadas han sido las facilidades en cuanto a la difusión, antes era mucho más complicado dar a conocer las actividades que se organizaban, ahora «gracias a las ventajas que tiene whatsapp o las redes sociales se difunde todo mucho mejor», explica. Los desplazamientos grupales forman parte de estas facilidades que han ido evolucionando, en autobús o andando por la calle era la forma más común que tenían para moverse, eso provocaba que sus viajes estuvieran más limitados. «Ahora tenemos la posibilidad, antes no podíamos disfrutar de los viajes y cantar fuera», recuerda.
Publicidad
Han sido cincuenta años cantando y viendo cómo la tuna cada vez evolucionaba y crecía más y más; generaciones han compartido momentos, vivencias y recuerdos, y todos ellos comparten una misma cosa: «La música es lo que nos une y hace la amistad que tenemos», cuenta.
Para aquellos que emprenden esta aventura musical lo hacen como novatos, primeramente tendrán que pasar por una serie de pruebas y exámenes para estar durante un año en un periodo de ensayo, para así demostrar lo que han ido aprendiendo. Más adelante formarán parte de esta familia que viaja, disfruta y, sobre todo, canta. Para todos los miembros de la tuna es de vital importancia el comportamiento, la puntualidad y el orden, unas actitudes que Fernández recalca que son necesarias «cuando el jefe dice señores al pasacalle es al pasacalles, cuando manda callar hay que callar, esto marca ese orden desorganizado».
Publicidad
Además de aprender sobre la música y la interpretación, formar parte de la tuna les aportará mucho más. «Ventajas musicales, personales y sociales que les van a facilitar un dominio de ciertas situaciones laborales y profesionales gracias a lo que viven», explica. A los novatos, durante este periodo de prueba que pasan durante un año, se les piden ciertas cosas que les obliga a tener que buscar recursos lingüísticos y actitudes diversas. Fernández explica que los someten a una serie de retos en los que «por ejemplo tienen que conseguir una multa por aparcar el coche en doble fila». Este es solo uno de los retos a los que algunos de los novatos se han enfrentado durante su primer año en la formación.
Para conmemorar estos cincuenta años de vida musical han querido celebrar unas jornadas marcadas por la unión y la fraternidad. Si bien es cierto que el aniversario coincidió con el pasado año (2023), por las elecciones a rector no se pudieron celebrar estas jornadas, sin embargo, tuvieron un pequeño evento con un importante transfondo social. Acudieron al salón de actos del Colegio de Médicos para organizar una actividad musical en la que todo lo que recaudaron por las entradas fue para Cudeca.
Publicidad
Este año sí han podido celebrar su deseado cincuenta aniversario. Primero hicieron un acto más institucional en el aula magna de la Facultad de Medicina, en el que «se le entregó una beca conmemorativa al decano de la facultad por parte del jefe de la tuna, en reconocimiento al trato ofrecido; también para la secretaria de la facultad y el vicerrector adjunto de Estudiantes», recuerda Rafa Zuazo, presidente de la tuna. Un acto al que asistieron profesores, alumnos y personal de la propia universidad, además estuvieron presente antiguos miembros de la tuna.
«Fue un acto muy bonito, se hizo dándole la importancia que creemos que merece la tuna», recuerda Fernández. Más tarde, ese mismo día, disfrutaron de una exposición que recorría los cincuenta años de historia de la tuna. Tras esta, les impusieron una beca conmemorativa a los componentes, lo hicieron desde los veteranos hasta los más jóvenes.
Noticia Patrocinada
Organizaron el XXXVI Certamen de tunas de Málaga en Mijas, con motivo de los cincuenta años de música. A este acudieron tunas del distrito de Málaga, Granada e incluso dos tunas de México. Celebraron un pasacalles en el que «se recorrieron las calles del pueblo», explica Zuazo, y un concurso de ronda, que consiste en «cantar debajo de un balcón como se hacía tradicionalmente». También tuvo lugar un concurso de tunas, en el que se escogió la que mejor bailaba, la que mejor bandera tenía o la que reunía las características de la más picaresca.
Disfrutaron de este certamen más de 200 tunos y, sin duda, «el pueblo se volcó», recuerda Zuazo. Aprovecharon también para hermanar a la tuna de Medicina con una de México, un acto al que asistió la alcaldesa de Mijas, Ana Carmen Mata. Toda una jornada que sirvió para unir a toda una familia musical que comparte una misma motivación, además como aclara Fernández, «sirve para que la sociedad comprenda que no es algo tan antiguo, cada vez hay más jóvenes». Una actividad que les enseña y sirve de complemento para la formación universitaria.
Publicidad
La pieza fundamental y el engranaje que hace que la tuna pueda seguir celebrando más aniversarios es que «cada año entran nuevos aspirantes», comenta Fernández. Por ello, cada vez es más importante la presencia de aspirantes mujeres para formar parte de la tuna, y que de esta forma sigan avanzando y celebrar dentro de una década un nuevo cumpleaños.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.