Científicos de la UMA dan un paso más en la lucha contra la depresión

Los tiempos cambian, en épocas anteriores no cabía la posibilidad de estar mal, no se sabían las causas del bajo estado de ánimo, hoy en día siempre hay algo por lo que derrumbarse o quejarse, a pesar de la mejora de calidad de vida. Incluso, a veces, se hace uso de la palabra depresión con demasiada facilidad. Existen aquellos a los que se les ha diagnosticado, aquellos que la tienen, pero, por desgracia, no han dado el paso para acudir a un especialista o no saben que la padecen, y otros que, por estar de bajón, aseguran encontrarse en una de sus fases.

Los científicos llevan décadas en busca de tratamientos efectivos para hacer frente a esta enfermedad, y aunque es difícil encontrar una solución, varios investigadores de la Universidad de Málaga parecen haber encontrado una vía diferente tras la prueba de un nuevo tratamiento en un ensayo preclínico. Después de más de sesenta años, este estudio liderado por Manuel Narváez (investigador de la Facultad de Medicina de la UMA) ha tomado un camino fuera de lo convencional para combatir la depresión. «Los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad siempre han estado basados en el aumento de los niveles de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor muy relacionado con el control de las emociones y el estado de ánimo», explica Manuel Narváez.

Esta alteración tiende a no hacer efecto en muchos de los casos y a producir efectos secundarios. De hecho, «se ha demostrado que con este tipo de tratamientos en la primeras semanas hay una elevada tasa de suicidio», afirma el inventigador de la UMA. Por ello, este nuevo ensayo preclínico se ha sustentado por alternativas diferentes a las comunes.

A través de un ensayo con animales, los investigadores han dejado a un lado el aumento de serotonina y han querido poner su punto de mira en la combinación de dos neurotransmisores conocidos como 'mensajeros químicos' del cerebro: el neuropéptido y la galanina. Así pues, con tan solo tres días de tratamiento se han podido observar resultados positivos en los animales durante varias semanas, es decir, esta interacción entre neurotransmisores potencia la mejora del estado de ánimo.

Por otro lado, se ha comprobado que «la mejora del estado de ánimo también produce sorprendentes cambios físicos en el cerebro, ya que se generan un mayor número de neuronas en la zona del hipocampo (zona del cerebro relacionada con el aprendizaje y la memoria)», detalla Manuel Narváez. Esto quiere decir que el tratamiento no solo mejora el estado de ánimo, la memoria también se ve reforzada de manera positiva.

El tratamiento muestra buenos síntomas, aún así, quedan varios ensayos claves para que se haga efectivo, puesto que el estudio se ha realizado en animales de modelo fisiológico, seres vivos en su estado normal. Eso sí, según afirma el investigador de la Facultad de Medicina, actualmente ya se encuentran probando el tratamiento en animales deprimidos, en concreto ratas.

Desde el primer instante en que Manuel Narváez empezó el Grado en Medicina sentía curiosidad por la investigación y cierto gusto por la docencia. Tras ser el mejor expediente de su promoción, decidió realizar una tesis doctoral que le fue concedida en el Departamento de Fisiología. Fuera de lo común, prefirió hacer la tesis en vez de centrarse en una especialidad concreta a través del MIR.

Tras formarse en líneas de investigación fisiológicas, decidió especializarse en neurociencia, ya que, desde su perspectiva, «el cerebro es lo más misterioso que el ser humano puede llegar a tener en el cuerpo, por su desconocimiento y dificultad para estudiarlo».

Por tanto, hasta el día de hoy la docencia y la investigación han sido un pilar fundamental en la vida de Manuel Narváez, tratando de aplicar los conocimientos que adquiere en los estudios realizados a las clases que imparte en la Facultad de Medicina como profesor titular del Departamento de Fisiología Humana. Además, colabora también con algunos hospitales privados pasando consulta a pacientes.

El proyecto llevado a cabo por el equipo de investigación de la UMA recibe ayuda de diferentes alumnos predoctorales y colaboradores de otros laboratorios. El estudio, que cuenta con el apoyo de 102.500 euros de la Junta de Andalucía, se llevará a cabo hasta finales de 2025.

A pesar de los problemas que supone el tratamiento de la depresión por falta de conocimiento, parece ser que poco a poco los estudios van dando resultados. Gracias al trabajo de estos investigadores de la Universidad de Málaga la búsqueda de una nueva solución se hace menos tardía, y con ello, la posibilidad de ayudar a miles de personas afectadas por esta enfermedad. Es necesario otorgar a este tema la importancia que merece y no tratar de extraños a quienes la padecen.

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