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R. Romero / J. Cano
Lunes, 20 de mayo 2024, 00:36
En la televisión del bar Benito estaba puesto el Barça-Almería el jueves por la noche. Cuatro o cinco vecinos de Valdebótoa, una pedanía de Badajoz, seguían el partido entre comentarios y bromas. En unos instantes, entre cinco y seis personas (solo una mujer y el resto, hombres) entraron y se abalanzaron sobre un desconocido que apenas llevaba un rato en el establecimiento.
Agentes de la Policía Nacional desplazados desde Málaga acababan de atrapar a José Jurado Montilla, conocido como 'El Titi' o 'Dinamita Montilla'. Para las Fuerzas de Seguridad, se trata de un viejo conocido, encarcelado durante 28 años por cuatro crímenes en la década de los 80 y buscado como presunto responsable del asesinato de un joven en Los Montes hace dos años.
Los agentes utilizaron lo que denominan «investigación en fuentes abiertas», que no es otra cosa que rastrear las publicaciones en redes sociales en busca de información. Y 'El Titi', o al menos su paradero, es un libro abierto en Tik Tok, donde se ha convertido en un usuario muy activo que cuenta ya con más de 3.000 seguidores.
Para abrir su cuenta en esta red social usó su segundo apodo, 'Dinamita Montilla', sobrenombre que según él le pusieron en Galicia porque se pasó con la carga de pólvora al ayudar a preparar unos fuegos artificiales. Es un usuario muy activo. Su perfil está repleto de fotos y vídeos, algunos de ellos con recursos musicales incluidos, de los parajes naturales que recorre por toda España.
En los últimos días, José Jurado publicó dos vídeos que lo situaron en el que, a la postre, sería el escenario de su detención. El primer archivo lo grabó en el hostal donde se hospedó mostrando la habitación. En el segundo vídeo de Tik Tok estaba dentro del bar Benito y narraba un encuentro con dos vecinos del pueblo con los que conversó y que lo convidaron a comida y bebida en el establecimiento, que en línea recta está a sólo cinco kilómetros de la frontera con Portugal.
En el bar no daban crédito ante la escena. Los policías vestidos de paisano se echaron sobre el hombre, que estaba tomando un cubata con el resto de clientes habituales como uno más. Tampoco es que le abrieran los brazos, dice uno de los presentes, porque les llamó la atención «la mala pinta». Pero estaba cómodo.
Los agentes lo sacaron fuera, lo metieron en uno de los coches que tenían aparcado en las inmediaciones y buscaron al hombre que lo había llevado hasta el bar. El bar Benito está enclavado en el centro de Valdebótoa, junto a la plaza del Ayuntamiento que bien puede considerarse el parque de esta pedanía de 1.300 habitantes, situada a 12 kilómetros de Badajoz.
El conductor conoció a José Jurado en el bar El Rincón de María, de Gévora, apenas unas horas antes. Prefiere que no se le identifique, así que a partir de ahora se le llamará Manuel. Explica que estaba sentado en la terraza con una amiga en ese bar de Gévora cuando 'Dinamita Montilla' salió del interior a fumar un cigarro. «Tenía pinta rara y mirada peor», recuerda Manuel. Pero, a pesar de ello, el presunto asesino de Los Montes entabló conversación con ellos. Les dijo que iba en dirección a Alburquerque, pero que había perdido el bus.
Manuel le contestó que iba a salir hacia Valdebótoa en una media hora, que en la rotonda de entrada de este otro pueblo para un bus con destino a Alburquerque y que si quería se podía ir en su coche. El otro se apuntó al viaje. A Manuel le extrañó que 'Dinamita Montilla' se montara directamente en los asientos traseros de su vehículo y de forma inmediata, sin darle tiempo a preguntarle por qué no iba de copiloto. Con él, metió dos macutos grandes de piel.
Durante el trayecto, explica Manuel, el pasajero no abrió la boca. No dijo ni una palabra. Pero cada vez que miraba por el retrovisor, 'Dinamita Montilla' le estaba mirando. «Yo le miraba por el retrovisor y él me miraba. Tenía cara de pirado y la mirada así como escondida». El trayecto duró unos diez minutos.
Por el espejo, Manuel también veía a dos coches que iban a velocidad constante y a distancia prudente. Se preguntó por qué no le adelantaban si él iba a 80 kilómetros por hora en un recorrido de apenas 6,5 kilómetros. Ahora sabe que era la Policía Nacional, que les estaba siguiendo. Le perseguían agentes de Málaga. Cuando llegaron a Valdebótoa, «este se bajó y se vino detrás de mí al bar, casi como un acompañante mío», dice Manuel.
En el bar no estuvo mucho tiempo. Pero le dio tiempo a subir un vídeo. En esas imágenes cuenta que había estado en Gévora, que había conocido a un hombre y una mujer, que le habían invitado a comer y le estaban invitando de nuevo. Reconoce que está un poco achispado porque se ha bebido dos cervezas, un vino y ya va por el primer cubata. Enseña el vaso. Habla de la mujer, una señora de unos 80 años «con poderío y tierras» que no se montó con ellos en el coche. Alaba el carácter generoso y agradable de los extremeños.
Tras llevarse a 'Dinamita Montilla', uno de los policías entra de nuevo y pregunta quién ha llevado en su coche al detenido. Algunos testigos cuentan que le preguntan con insistencia si tenía algo en contra de la policía. Este repetía que no, que lo había conocido en un bar de Gévora, que dijo haber perdido el bus hacia Alburquerque y que se ofreció a llevarlo a Valdebótoa para que allí se subiera al siguiente.
Manuel recordó que el detenido había subido dos macutos a los asientos traseros de su coche. Entregó las llaves del vehículo a la Policía para que las cogieran y «miraran lo que quisieran». Los agentes supervisaron el coche y requisaron las dos maletas. «Tengo que decir que la Policía fue muy educada. Hasta me dieron las gracias por mi colaboración. Y yo les dije: pero si no he hecho nada, todo ha caído del cielo».
«A mí no me da miedo. Uno de los policías me preguntó que cómo subía a mi coche a un desconocido con esa pinta», dice Manuel entre risas. Este hombre, que ronda los 55 años, hasta bromea: «Estuvo muy calladito todo el rato, como si tuviera algo que esconder. La verdad es que es un bicho raro al que no he dado ninguna importancia».
La Policía entró de nuevo al bar. Pidió disculpas al resto de la clientela por el jaleo que habían montado y el susto que les habían dado. Algunos preguntaron al agente que por qué se lo llevaban y si era un asunto de drogas. El agente les dijo que no podía desvelarles nada, que no era posible. Dio de nuevo las gracias, salió y los dos coches se marcharon del pueblo con 'Dinamita Montilla' dentro.
Desde entonces, los clientes habían hablado poco del suceso. Hasta que ayer, domingo, HOY desveló que se trataba de un asesino en serie, que ya había cumplido condena por cuatro muertes y al que habían detenido como sospechoso de otro asesinato cometido hace dos años. En Valdebótoa no se hablaba ayer de otra cosa.
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