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¿Rojo, naranja, amarillo o verde? ¿Qué colores pintan el mapa de Benalmádena? Recientemente el Ayuntamiento de esta localidad ha dado a conocer los resultados ... de un estudio elaborado por los técnicos municipales sobre la incidencia de las viviendas turísticas en el municipio. Dicho estudio se presenta como clave para determinar las medidas que a corto plazo pueda imponer el Ayuntamiento para limitar este tipo de alojamientos, dentro de sus posibilidades legales.
Esos datos muestran que Benalmádena cuenta con 49.500 viviendas, de las cuales, 7.542 están dadas de alta legalmente como alojamientos turísticos. Es decir, un 15 por ciento del total. La cuestión está en cómo se reparten esas viviendas. Según el mapa elaborado por el Consistorio, solo unas pocas zonas del municipio se tiñen de rojo, siendo este el color que marca las zonas más tensionadas por un porcentaje muy alto de vivienda turística en esos puntos.
Entre ellas está el entorno del puerto deportivo, el entorno del complejo Benal Beach o la zona de Gamonal. Todos ellos puntos que prácticamente nacieron siendo turísticos y que se han mantenido así hasta hoy. Según este estudio la incidencia de los alojamientos turísticos en los principales núcleos urbanos, como Arroyo de la Miel, Benalmádena Pueblo o una parte de Benalmádena Costa es escasa. Eso supondría que su presencia no puede estar afectando al precio del alquiler residencial en esa zona. Por tanto no sería necesario imponer medidas municipales de limitación para ese tipo de viviendas en esos puntos.
Esta parte es la que ha servido en bandeja la polémica. El PSOE en la oposición enarbola estos días un mapa del término municipal, prácticamente teñido de rojo y asegura que basándose en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) la incidencia de las viviendas turísticas alcanza unos porcentajes elevados en casi toda la localidad, excepto en zonas muy concretas como el entorno de la calle Las Flores y del polígono La Leala.
En el último pleno municipal este fue el marco de un largo debate a cuenta de una moción presentada por el PSOE pidiendo al equipo de Gobierno que tome medidas concretas para regular y limitar el crecimiento de las viviendas turísticas en la localidad, para que convoque una línea de ayudas que incentiven el alquiler residencial y para que proceda a la declaración de zonas tensionadas en el municipio, entre otras cuestiones.
«Estamos ante un problema estructural, con un considerable reducción de la venta y el alquiler a largo plazo que han provocado una subida de los precios. Municipios limítrofes como Fuengirola y Torremolinos ya han tomado medidas al respecto», recordó la concejal del PSOE, María Isabel Ruiz, quien entre otras cuestiones reclamó la convocatoria del Consejo Sectorial de Vivienda, que no se reúne desde comienzos de junio y que es el órgano donde acordar decisiones en torno a este problema, antes de ser llevadas a pleno.
«Vamos tarde respecto a otros lugares, solo entre junio y septiembre se han creado 1.076 plazas de viviendas turísticas en el municipio, eso es como si se hubiera levantado un macro hotel en cuatro meses», denunció por su parte el concejal de IU, Pablo Centella, quien además recordó que «los pisos turísticos no generan empleo».
«Compartimos la preocupación, pero no queremos tomar medidas precipitadas ni contrarias a Ley», respondió por su parte el concejal de Vivienda, José Luis Bergillos, quien pidió no caer en el «alarmismo». «Toda Benalmádena no está tensionada, es mentira», afirmó tajante y denunció que el mapa hecho público por el PSOE está «carente de rigor y profesionalidad, lleno de errores y cálculos ante un tema tan serio como la regulación de viviendas turísticas».
Bergillos detalló que hay zonas como la unidad de ejecución del puerto que tiene una saturación del 60% frente a Nueva Torrequebrada que tiene una saturación del 16% o Arroyo de la Miel, con una saturación por debajo del 5 por ciento. «En las zonas clásicas turísticas sí hay una saturación muy grande, pero en las residenciales no y por tanto no se puede utilizar la misma vara de medir», afirmó.
El alcalde, Juan Antonio Lara, aseguró que ya se está trabajando para implementar una serie de medidas para limitar las viviendas turísticas, que de momento no se han concretado. Sí se sabe que Benalmádena, por la antigüedad de su PGOU no puede acogerse a la posibilidad de limitar los alojamientos turísticos a aquellos que tengan una entrada independiente. Sí puede imponer, en cambio, una tasa de basura como actividad económica a los propietarios de ese tipo de alojamientos.
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