Sin zona muerta: el embalse de La Concepción se prepara para dar agua hasta niveles mínimos

Se define como embalse muerto a la zona de los pantanos que queda por debajo de las tomas y que teóricamente no se podría utilizar. En cada pantano es distinta porque depende del tipo de cuenca y de los arrastres del río. En terrenos rocosos, por resumir y simplificar mucho, el embalse muerto es muy pequeño. En terrenos fangosos o arcillosos, es mayor. A ello hay que sumar el hecho de que los embalses van perdiendo capacidad por la acumulación de tierra en el fondo del vaso. El de La Concepción, empezó en los años 60 del siglo pasado con 61 hectómetros. La última batimetría marca algo más de 57. Y se fijaba un volumen muerto de 5 hectómetros cúbicos. Hay mucha vida por debajo de ese nivel y se puede aprovechar casi toda el agua, aunque va bajando de calidad: más metales, más sedimentos, más materia orgánica y menos oxígeno. En ocasiones, hay que realizar hasta despesques.

Para actualizar todo este sistema de extracción la Consejería de Agricultura de la Junta ha aprobado un proyecto valorado en más de 1 millón de euros. Ha pasado este martes por Consejo de Gobierno. Todo tiene que estar afinado por si es necesario en este contexto de sequía, aunque el pantano sigue aumentando por las escorrentías tras el paso de la borrasca Mónica. En el parte de las 19 horas, embalsaba ya 19,69 hectómetros cúbicos, cuando a principios de año rondaba los 13.

«Se trata de un sistema de bombeo que data de 1970 y que se había quedado obsoleto y no aportaba la suficiente garantía de suministro que se precisa en este momento. De ahí que se haya aprobado actuar con diligencia en la modernización de esta infraestructura a fin de evitar graves perjuicios sociales y económicos a la zona», detalla la Junta de Andalucía en un comunicado.

«Además, se va a proceder a la sustitución de la tubería de fibrocemento por una de acero al carbono y a instalar en el cuenco amortiguador de aguas abajo los equipos de bombeo que permitan impulsar el caudal hasta el canal de salida de la presa, a través de la toma superior y adosada al paramento de la presa con un caudal de 500 litros por segundo [5 bombas]. De este modo se puede simultanear el bombeo mencionado con el de las bombas del paramento de aguas arriba capaces de suministrar un caudal de 400 litros por segundo hasta la embocadura de la toma intermedia», se reseña.

En cualquier caso la experiencia y las mejoras en varias fases demuestran que se puede usar casi todo el pantano, hasta la última gota prácticamente. ¿Y cómo se ha conseguido mejorar el rendimiento de este embalse? La explicación se remonta a varias acciones que se desarrollaron en las duras sequías del 82 y el 95.

Teóricamente, La Concepción tenía, como se ha dicho, un nivel de embalse muerto en los últimos 5 hectómetros. En el nivel de embalse muerto todavía hay mucha agua por extraer, con bombas sobre tarimas y otros sistemas, por un lado, y con refuerzos en los procesos físicos (filtrado y decantación) y químicos (cloración y reactivos) en el momento de hacer potable el agua.

En el año 1982, se conectó con una tubería de fibrocemento la toma inferior y el desagüe de fondo, para suministrar agua a la estación de bombeo, y de aquí al canal de abastecimiento. Se conectaron en serie los grupos de bombeo. Todo ellos para aprovechar 4 hm3 del total del embalse muerto, que, como se ha mencionado, era en 1982 de 5 hm3.

Trece años más tarde, con la metasequía de 1995, se logró llegar a aprovechar otros 0,9 hectómetros, el 90% de lo que quedaba. Se instalaron tres bombas con capacidad para 300 litros por segundo en el paramento de la presa.

Pero es que ese mismo año, mediante una bomba de trasiego de agua, se consiguió aprovechar unos 60.000 m3 de los 100.000 m3 aproximados que quedaban en el embalse. O sea, apenas 40.000 metros cúbicos de 'poso' que ya eran inutilizables y ofrecían una calidad paupérrima. Ahora, por ejemplo, en plena sequía, desde La Concepción salen para ser tratados algo más de 47.000 metros cúbicos diarios, 7.000 más de los que quedaron en el fondo del vaso hace 29 años.

En paralelo, también se han desarrollado importantes tareas de mantenimiento en los túneles que conforman el triple trasvase Guadaiza-Guadalmina-Guadalmansa, que suman sus aportes a los del Verde y dejan al embalse insuficiente en los añorados ciclos lluviosos.

Este verano, el agua del embalse contará con el refuerzo de los pozos de Fuengirola y Estepona y con 1 hectómetro cúbico al mes de la primera ampliación de la desaladora de Marbella. En principio, no está previsto por parte de Acosol solicitar agua al Campo de Gibraltar pese a las lluvias, que también han mejorado la situación en aquella comarca. Durante muchos veranos el acuerdo con Arcgisa, la empresa de aguas y residuos de la zona, se ha venido produciendo.

Los 11 municipios de la Costa del Sol tienen bajadas drásticas de presión como medida de ahorro pactada durante la noche exceptuando los sábados (al objeto de no castigar en exceso al ocio y la hostelería).