Acceso a la urbanización Santángelo Norte, en Benalmádena. L. Cádiz

La maldición de vivir junto a la autovía en Benalmádena: diez robos en viviendas en lo que va de año

La urbanización Santángelo Norte de Benalmádena reclama la instalación de cámaras de seguridad ante los continuos asaltos que sufren, también con intentos de ocupación de viviendas

Lorena Cádiz

Benalmádena

Sábado, 15 de febrero 2025, 00:34

Lo de los robos en la urbanización Santángelo Norte en Benalmádena no es nuevo. Son constantes y a veces llegan en oleadas, como es el ... caso ahora. Este entorno, construido por encima de la A-7 a su paso por el término municipal y con salida directa a la autovía, tiene la bendición de no tener que soportar tráfico alguno para los que tienen que salir a diario en dirección a Málaga o a Marbella, pero la maldición de ser un blanco fácil para los amigos de lo ajeno.

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Solo en lo que va de 2025, en la urbanización se han producido ya una decena de robos, según detalla el presidente de la asociación de vecinos, David Domínguez. A ellos hay que sumar dos intentos de ocupación de viviendas en el primer mes del año.

  

Esta situación, que se repite año tras año, hace tiempo que tiene en alerta a los vecinos de la zona, que se sienten inseguros y desprotegidos. Es por ello que una de sus principales reivindicaciones desde hace tiempo es la instalación de cámaras de seguridad en la urbanización, que estén directamente conectadas a la Policía Local y que puedan reducir el número de asaltos.

Recientemente el alcalde de Benalmádena, Juan Antonio Lara, mantuvo una reunión con los vecinos de la urbanización. Fue una reunión pública, celebrada en el exterior y en ella enumeró algunas de las inversiones previstas por el Gobierno local para la zona, entre ellas nuevos espacios infantiles y deportivos, pero sobre las cámaras simplemente dijo que continúan trabajando en ello.

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«Se han comprometido a instalarlas, pero lo cierto es que el año pasado por estas mismas fechas ya sufrimos otra oleada de robos, se comprometieron igual y las cámaras aún no se han instalado», afirma el presidente de la organización vecinal, quien se queja de que además son muchas las personas que acuden a esta urbanización, aún con muchas parcelas sin construir, para «verter basuras y escombros».

Seguridad privada

De esta forma, ante la falta de concreción respecto a las cámaras «hay ya varias comunidades que han contratado seguridad privada y cuentan con un vigilante que pasea por las instalaciones y controla que todo esté en orden». Una medida que «el resto de comunidades ya estamos valorando implantar también, si conseguimos cuadrar un precio con la compañía».

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