El viento derriba un árbol seco de 18 metros de altura en Benalmádena y alienta el debate sobre la sequía y la falta de mantenimiento

Junto a este ejemplar, otro de los daños que causó la noche de viento fue la caída de otro árbol en la calle Lucero. No es la primera vez que cuando llega un temporal de viento al municipio los árboles se vienen abajo. El pasado mes de noviembre el Ayuntamiento contabilizó la caída de nueve ejemplares, entre ellos el ombú de la avenida Antonio Machado, considerado por muchos un símbolo del municipio.

La falta de mantenimiento y de seguimiento de la masa forestal y la sequía son algunas de las causas que puede haber detrás de esta situación. En el caso del árbol caído esta pasada madrugada, se encontraba en terrenos de una urbanización privada y este viernes algunos vecinos ya aseguraban por redes sociales que el mal estado del árbol era conocido. «Árboles como éste pueden causar graves daños en su caída. Aconsejamos a la comunidades de vecinos que colaboren por mantener entornos seguros, está responsabilidad es compartida», apuntaron por su parte los Bomberos de Benalmádena en su perfil de Facebook. Un consejo que fue contestado directamente por la Asociación de Vecinos de Torremuelle, reclamando un mayor control de la masa arbórea por parte de la Patrulla Verde de la Policía Local.

Lo cierto es que el estado de los árboles está siendo también arma arrojadiza a nivel político, entre la oposición y el equipo de Gobierno. Desde el PSOE llevan meses denunciando la tala de árboles «sanos» en diferentes puntos de la ciudad. «En menos de un mes se han talado varias decenas de ejemplares sanos sin explicación... Desde el parque de Casablanca, pasando por la avenida de Retamar, avenida del Sol y hasta el entorno de la playa naturista... Es un atentado ecologista en toda regla», denunciaba el pasado jueves en sus redes sociales el secretario general del PSOE de Benalmádena, Víctor Navas.

Por su parte desde el equipo de Gobierno (PP) apuntan a la «falta de mantenimiento» que «durante años» han sufrido las zonas verdes del municipio, acusando así directamente al PSOE de esta situación, tras ocho años en el Gobierno. De igual forma han asegurado que son los técnicos quienes determinan una tala o trasplante, en función de las características del árbol, el estado en el que se encuentra, el daño que esté causando o el peligro que pueda suponer.

Claro está que la situación de sequía no ayuda en nada. Hay que recordar que desde el pasado mes de noviembre no se está regando ninguna zona verde debido al bando municipal de sequía (creado a raíz del decreto de la Junta de Andalucía) que prohíbe expresamente el riego debido a la situación de sequía extrema que vive la Costa del Sol.