Torremolinos contaba, en mayo de 2022, con 3.193 viviendas registradas como de uso turístico, conforme a los datos de la Junta. Con esas cifras, que recuerda IU-Podemos, la formación trató entonces, sin éxito, de que prosperara una moratoria en la expedición de este tipo de permisos. En el mismo registro de la Consejería del ramo, actualmente, las viviendas de uso turístico (VUT) son 4.892. En apenas dos años, el número de alojamientos de este tipo dados de alta se ha incrementado un 34,8%.
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Con estos números, el único concejal de IU-Podemos, David Tejeiro, acudirá a la próxima sesión plenaria del Ayuntamiento torremolinense, prevista para la semana que viene, con un ruego: aplazar, de forma inmediata y 'sine die', la concesión de licencias de vivienda de uso turístico; también pedirá que no se renueven las que decaigan y, además, que Torremolinos sea declarada zona tensionada en materia de vivienda. Estas acciones, consideran, además de ser, a su juicio, de fácil adopción, «tendrían una repercusión directa en el mercado de alquiler».
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No es la primera vez que desde esta bancada se reclaman soluciones así, el pasado mayo, solicitaron que el centro de menores de San Francisco de Torremolinos, clausurado para este uso y puesto a la venta por la Junta, se destine al alquiler asequible.
«Encontrar una vivienda, con una habitación, por menos de 900 euros al mes, se ha convertido en una quimera», apunta el edil para ejemplificar lo que considera como «uno de los problemas más graves» del municipio.
El nuevo intento de IU-Podemos de frenar la concesión de licencias VUT llega en un momento en el que el Gobierno local del PP acaba de anunciar un plan para facilitar el acceso a la vivienda, bautizado como 'Vivir Torremolinos'. Por ello, los responsables municipales, invitan a IU-Podemos a sumarse a su estrategia, con la que, dejan claro, «se pretenden abordar todas las medidas sin sectarismos y con datos». De hecho, casi se niega la mayor, puesto que fuentes municipales, indican que el «número de licencias no se corresponde necesariamente con los usos turísticos reales».
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No obstante, la Administración torremolinense no descarta establecer un máximo de VUT por zonas, en caso de que se detecten carencias habitacionales en algunos barrios, pero siempre que la actividad turística quede clara. «Trazo fino y no brocha gorda para que el sector que más empleo crea no se vea innecesariamente castigado», esa es la guía de la alcaldesa, Margarita del Cid, para medir cada paso.
Eso sí, ya hay movimiento, al detectarse una preocupación entre la ciudadanía por las carencias habitacionales. Por lo pronto, se ha anunciado que el aprovechamiento como alojamiento de una casa o piso no estará permitido por el Ayuntamiento si el explotador no dispone de un acceso único y es capaz, por ejemplo, de cuantificar, por separado, gastos como la luz y el agua. También hay suelo municipal liberado para construir hasta 358 VPO.
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