La Casa de María Barrabino. J. R. C.

Vía libre a la contratación urgente de la rehabilitación de la Casa de María Barrabino de Torremolinos

El Ayuntamiento quiere agilizar el procedimiento para cumplir los plazos de un proyecto 2,5 millones, subvencionado por la UE, y que tiene que estar listo a finales de febrero de 2026

Martes, 4 de febrero 2025, 00:06

La alcaldesa, Margarita del Cid, anunció, durante la pasada edición de Fitur, que las obras de rehabilitación de la Casa de María Barrabino, vivienda señorial del XIX que firma Jerónimo Cuervo, arquitecto del Teatro Cervantes, comenzarán pronto. El objetivo es que el palacete, en una ... ubicación excepcional, abra para la ciudadanía y los visitantes como futuro Centro de Interpretación sobre Regeneración Urbana, Cultural y Patrimonial. Para que sea posible, el Ayuntamiento de la ciudad costasoleña acaba de poner en marcha la licitación del proyecto de recuperación del inmueble, en muy mal estado.

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El procedimiento tiene la consideración de urgente, con la idea de acortar al máximo los trámites y, de este forma, cumplir los tiempos que lo marcan, pues los trabajos son objeto de una ayuda concedida dentro del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, en concreto del Programa de Impulso a la Rehabilitación Energética de Edificios Públicos, y están financiados por la Unión Europea.

Subvención condicionada

Gracias a ello, la Administración local recibirá el 65,03% de la inversión necesaria para la reapertura del inmueble, incluida su restauración y arreglos, que se estima en 2,5 millones de euros; a cambio, las obras «deben estar finalizadas y recepcionadas antes del 26 de febrero de 2026, de conformidad con lo establecido en el expediente relacionado con la subvención».

De ahí que el plazo de ejecución previsto sea de 11 meses. Si se le da la vuelta al cronograma, toda vez que la fase de presentación de ofertas de contratistas, abierta el pasado 31 de enero, tras la rectificación del pliego publicado un día antes, termina el próximo 12 de febrero, los obreros tendrían que ponerse a trabajar para llegar a tiempo en torno a marzo.

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Proceso complicado

El paso anterior a la contratación del proyecto en sí, la redacción del mismo, tuvo que repetirse. A primeros de 2024, la Administración local desistió, de forma unilateral, de celebrar el contrato que ya tenía un adjudicatario de facto, el arquitecto José Ojeda, que había sido el único que había optado. Esta medida, como explicaron desde el Gobierno municipal, se tomó al detectar un error al cuantificar el presupuesto de ejecución. Por lo tanto, nunca llegó a materializarse este trámite.

El concurso volvió a ponerse en marcha y, finalmente, fue adjudicado al estudio de Alfonso Valencia, en septiembre de 2024. La propuesta de Ojeda que, sin éxito, presentó alegaciones al proceso, fue la segunda mejor valorada.

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Un manifiesto

Recientemente, además, Ojeda ha comenzado a recoger apoyos para un manifiesto que impulsa, junto al arqueólogo, Miguel Vila, en el que solicita que los trabajos que se ejecuten en la casa sean respetuosos con su historia y sus elementos constructivos originales . El documento cuenta con el respaldo de voces representativas de la cultura, de dentro y fuera de Málaga, como el Premio Nacional de Arquitectura, José Morales, entre otros.

El manifiesto está sustentado en un informe en el que, técnicamente y con numerosas imágenes que lo ilustran, se analiza la propuesta ganadora del contrato para redactar el proyecto de rehabilitación del edificio. En el escrito, se juzga que, aunque la intervención prevista es legal, conforme al nivel de protección del inmueble, «no garantiza la conservación de su valor artístico». De ahí que Ojeda anuncie que solicitará la tutela del Departamento de Conservación del Patrimonio de la Junta y la declaración de Bien de Interés Cultural de la casona.

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«Ni amenazante, ni destructiva»

Ante este movimiento, el equipo de Gobierno deja claro que agradece la iniciativa y sostiene que la obra prevista ni es «amenazante, ni destructiva» y que contempla tanto la sustitución «de elementos estructurales inviables de conservar por seguridad» como «cuidar los detalles que acompañan a la arquitectura original».

«El edificio no perderá su composición arquitectónica ni el conjunto de su valor original, pero tampoco continuará con graves problemas estructurales que ha derivado en el colapso de algunos de sus forjados, el desplome de varios de sus techos, el desprendimiento de muchas de sus ahora frágiles molduras y el proceso ruinoso de las plagas de termitas que devoran la estructuras de madera», anuncian. «La rehabilitación del inmueble para su utilización es la mejor manera de poner en valor el conjunto arquitectónico», defienden desde la Administración local torremolinense.

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En esta línea, insisten: «Es fundamental comprender, tras conocer el estado en el que se encuentra la Casa María Barrabino, que esta importante intervención es un equilibrio entre la recuperación de apreciada arquitectura decimonónica y la seguridad de las personas que la podrán estimar cuando la visiten; de tal forma que la preservación de elementos debe tener como límite el uso funcional de un equipamiento que merece ser disfrutado por los torremolinenses».

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