Torremolinos modifica su mapa de ruidos por la negativa de vecinos a que su calle tuviera consideración de turística

La decisión de la Justicia, conforme recoge el dictamen que ha recibido el visto bueno unánime de los corporativos, sin que hubiera ni exposición previa ni debate sobre el asunto, no anula por completo Zona Acústica de Torremolinos, aprobada definitivamente por el pleno el 26 de mayo de 2022. La modificación de la ordenanza queda «restringida a la porción de suelo ocupada por las citadas comunidades», tal y como se aclara en el informe que sustenta el punto que ha salido adelante. Esto no quiere decir, eso sí, que los efectos de la sentencia se circunscriban a la porción del casco urbano que ocupan las dos comunidades recurrentes.

Con carácter preventivo, desde el convencimiento de que puede llegar otro revés en los tribunales para la Administración local, puesto que hay otros recursos en marcha, el acuerdo plenario va más allá y extiende la modificación del mapa de ruidos a las comunidades de propietarios Complejo Urbanístico La Roca y al Conjunto La Nogalera. Estos vecinos también han llevado la Zonificación Acústica ante el juzgado.

Los denunciantes consideran que sus terrenos no deben de ser calificados como turísticos en lo que a contaminación acústica se refiere, con unos «argumentos esgrimidos y pruebas» que son, reconocen los letrados del Ayuntamiento, «del mismo orden que las aportadas por las Comunidades de Propietarios Castillo del Vigía y Roca Chica Bloque A». Ante esta evidencia, la Administración local da luz verde que, en ambos casos, los sectores tengan el límite de ruidos fijados para las áreas residenciales y, «por analogía», califican como de sensibilidad acústica «Tipo A» estos terrenos. El expediente queda ahora sometido a un periodo de información pública, con su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia y en los canales municipales de difusión y transparencia. Durante treinta días, una vez que el texto ya pueda ser consultado, los interesados podrán presentar reclamaciones.

Queda por ver, por lo tanto, si alguna comunidad, o vecinos de forma particular, emprenden el camino de los propietarios cuyas quejas han sido atendidas.

A finales de julio de 2021, con la Alcaldía en manos del PSOE, el Ayuntamiento de Torremolinos sacó adelante, de manera inicial, para que se aprobara prácticamente un año después, el documento para controlar la contaminación acústica en la ciudad. El objetivo, tal y como expuso el concejal de Medio Ambiente y Sanidad entonces, Antonio Ruiz, era compatibilizar el uso turístico con el residencial y de descanso.

La propuesta del Gobierno local contó con el informe favorable de la Junta de Andalucía y se basó en un documento elaborado por una empresa externa. Establecer los niveles de ruido admisibles es indispensable para articular las medidas para prevenir que haya excesos y, llegado el caso, autorizar o no una actividad o imponer las sanciones correspondientes.