Torremolinos incluye en sus presupuestos de 2025 la Casa de María Barrabino y una pista de patinaje cubierta

En tiempo y forma. Así ha sido la presentación del proyecto de presupuestos municipales de Torremolinos para 2025, en palabras de la alcaldesa, Margarita Del Cid, satisfecha del cumplimiento de plazos, pues la previsión es que el debate económico llegue a finales de este mes y, por lo tanto, las cuentas estén en vigor en el ejercicio venidero. La holgada mayoría absoluta del partido de la regidora, el PP, en el salón de plenos, garantiza que los planes del Gobierno local no se tuerzan.

El número global que se consigna para la Administración local es de 117,9 millones de euros, con un incremento en los ingresos del 2,47% con respecto a 2024. Este aumento es obtenidos principalmente, por la actualización de tasas, algunas tras veinte años. Una de ellas ha sido la del callejero fiscal, en una decisión muy contestada por la oposición, principalmente, por IU-Podemos, como también ocurrió con la de oposiciones. Del Cid defendió esta medida, pues evita, como aseguró, que aumenten otras que, en sus palabras, «afectan directamente al bolsillo» de los vecinos, como es el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles y la de la basura, y, además, permite hacer frente, de forma adecuada, argumenta, a prestaciones que estaban «infrafinanciadas».

En cuanto a las inversiones, la cifra que manejará el Ayuntamiento con fondos propios rondará los 5 millones, aunque son partidas que hay que contemplar como porcentajes de gastos de mayor enjundia, aportados por otras vías. Como ejemplo de esto, las obras de la Casa de María Barrabino, que entran en carga presupuestaria, con 1,6 millones de euros, de los que el Gobierno central pone 1,4 y el resto sale de la arcas municipales. Igual ocurre con la conexión del municipio con la red de Emasa para recibir agua regenerada de Málaga, una obra que adelantó SUR, para la que Torremolinos reserva en las cuentas del próximo año unos 740.000 euros, eso sí, en el marco de una inversión millonaria en la que también aportan partidas el Ayuntamiento de la capital o la Diputación.

Otra de las grandes obras municipales será la del saneamiento de Cañada de los Cardos, posible gracias a una parte de los aprovechamientos urbanísticos que redundan en la ciudad por el desarrollo del proyecto en el antiguo Meliá de Carlota Alessandri, que repercutirá unos 2,8 millones de euros a las arcas municipales en total. De esta suma, un tercio aproximadamente irá a la infraestructura hídrica.

En materia deportiva, la alcaldesa adelantó que está prevista la rehabilitación del Pabellón del San Francisco de Asís, para el que hay consignados en presupuestos más de 600.000 euros, y la consecución de la pista de patinaje cubierta, una demanda histórica con una inversión de 240.000.

En cuanto al gasto social, habrá 7,19 millones de euros, 1,2 más que en 2024. En cuanto al presupuesto de movilidad, este área dispondrá de más de 500.000 euros, con lo que casi duplica la suma de las anteriores cuentas, al asumir el Ayuntamiento la gestión de las líneas de autobús urbano, en un limbo, arrastrado desde hace ya tiempo.

Del Cid también destacó el cambio en la relación con las empresas que prestan servicios al Ayuntamiento, con un periodo de pago a proveedores que situó en 36 días, frente a los más de doscientos del comienzo de su mandato, y la rebaja de dos millones de euros en personal, fruto dijo, de la «racionalización» en este apartado.

En cuanto a la elaboración de los nuevos planeamientos urbanísticos, ya hay garantizados 600.000 euros para 2025, tal y como apuntó la máxima responsable municipal. Fue la alcaldesa la que presentó directamente los presupuestos, acompañada del concejal de Hacienda, Miguel Quesada y con el resto de los miembros del Gobierno como público.

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