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José Rodríguez Cámara
Torremolinos
Viernes, 19 de enero 2024, 00:20
Poco han durado los paseos en barca por el estanque del Parque de La Batería de Torremolinos, recuperados el pasado mes de octubre de 2023, después de haber estado interrumpidos, desde marzo de 2020, a consecuencia de la pandemia del coronavirus. Otro imponderable fulmina, sine ... die, este atractivo turístico: la sequía ha llevado a que el Ayuntamiento decida emplear el agua del lago artificial para usos más urgentes. En concreto, los 4.500 metros cúbicos, es decir, 4,5 millones de litros, que almacena el vaso se emplearán para «el riego de emergencia de árboles u otras especies vegetales de especial interés».
El agua alagada se extraerá de la balsa, de la que desaparecerán las embarcaciones de recreo, mediante un sistema de bombeo para, de esta forma, poder rellenar los camiones de riego de la Administración local torremolinense. Aunque la medida está en vigor desde anteayer, no se sabe cuánto tiempo se mantendrá, todo dependerá del tiempo en el que se prolongue la situación de crisis hídrica. Lo que está claro es que, llegado el caso, si se agotaran los millones de litros embalsados, y las reservas de agua siguieran bajo mínimos, no se podría rellenar el estanque. De ser así, conforme a esta coyuntura, el Ayuntamiento de Torremolinos incumpliría su propio bando municipal, en vigor desde el 9 de noviembre de 2023, en el que se deja taxativamente claro que están prohibidos «fuentes y lagos, salvo que tengan sistemas de recirculación».
En el dictamen municipal también se establece que, a consecuencia de la falta de reservas de agua, se suspenden los baldeos de calles, lo mismo para aceras o fachadas, públicas o privadas, salvo las autorizadas por razones sanitarias; también hay restricciones al riego de jardines, huertos, praderas, parques o zonas verdes y deportivas, públicos o privados. En ningún caso se utilizará para este uso agua apta para consumo humano y se decreta la imposibilidad de llenado o rellenado de piscinas privadas, así como de duchas y surtidores públicos; de lavado de coches, salvo en establecimientos autorizados que tengan sistemas de reciclado y recirculación del agua, y no se pueden utilizar el agua de las bocas de riego e hidrantes, sin autorización expresa y por escrito de la entidad suministradora o el Ayuntamiento, salvo en los casos de incendio.
A pesar de las prohibiciones, en Torremolinos, por el momento, no han llegado otras medidas que sí afectan a municipios como Rincón, con cortes de agua nocturnos, o Fuengirola, donde se reduce la presión del agua en esa franja.
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