Primeros trabajos para el cuidado de Los Pinares de Torremolinos en veinte años

Este proyecto, impulsado por la delegación de Medio Ambiente, supone una inversión que supera los 60.000 euros y tiene varias claves que lo hacen importante. En primer lugar, los beneficios para esta masa verde, necesitada de labores de cuidado, como clarear, para facilitar a entrada de luz y que se elimine la competencia entre los ejemplares de pinos que pueblan este bosque. Además, con esta acción, se regenera este reducto natural, con la retirada de masa muerta. Estas labores son buenas también por contribuir, de forma importante, a la disminución del riesgo de incendios, plagas y enfermedades de la cubierta vegetal. Todos los restos de ramas, producto de la poda, son trituradas en el mismo paraje y esparcidas por el suelo, lo que es beneficioso para la textura y composición del terreno.

En cuanto al resto de la materia vegetal que se genere, la madera será transportada a centros especializados para la obtención de biomasa.

Estas tareas, como justificó el Ayuntamiento cuando sacó a licitación el contrato para adjudicarlas, se habían aplazado a lo largo de los últimos veinte años, «por motivos presupuestarios» lo que, como quedaba escrito en la exposición de motivos de esta medida, había dado lugar a una gestión medioambiental «poco eficaz y prácticamente nula» en este pinar. De hecho, este proyecto está enmarcado dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, «Torremolinos, Paraíso Inteligente», que queda dentro de la estrategia territorial en esta materia para Andalucía en 2022 y, a su vez, está dentro Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Por lo tanto, en resumidas cuentas, está financiado en su totalidad por la Unión Europea, a través de los Fondos Next Generation.

Y es que otras de las claves de esta acción es su potencial turístico. Tanto es así que esta primera incursión en el bosque para su mantenimiento, está planteada como la antesala a un posible corredor verde que conecte la ciudad con sus montes. No hay que olvidar que desde el municipio parten muchas rutas para aficionados al senderismo o el 'trail' con gran éxito, como la de la Cañada del Lobo

Las tareas, recién comenzadas, irán por fase. La primera abarca una zona próxima al complejo de piscinas municipales y las instalaciones de la empresa de limpieza Litosa, en la avenida de San Antón. El cuadrante está debidamente señalizado, para evitar el acceso al área de trabajo de visitantes.

El Pinar de los Manantiales, justo al lado de la villa deportiva, a apenas diez minutos andando del casco urbano, está conformado por un frondoso bosque de pinus halepensis, situado al norte de la ciudad. En esta zona también se encuentra el Vivero Municipal, un centro especial de empleo en el que se pueden adquirir plantas, que está al lado de la ermita de San Miguel, que acoge cada año la romería y desde donde parte la ruta senderista del Camino del Agua. Además, con solo cruzar la carretera, se llega al parque acuático y al conjunto Los Manantiales y el Jardín Botánico Molino de Inca.

Esta gran zona verde no se libra tampoco de las consecuencias de la sequía. De hecho, desde el pasado verano, ya no es posible cumplir con una de las costumbres asociadas a este bosque, como era la recogida de agua de las fuentes de este paraje. Estos surtidores, ya sin grifo, fueron cerrados, mediante un bando de la alcaldesa, Margarita del Cid, dentro de la batería de medidas adoptadas para hacer frente a la falta de lluvia.