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José Rodríguez Cámara
Torremolinos
Miércoles, 17 de abril 2024, 19:24
Todo ha quedado en un susto, aunque lo ocurrido este fin de semana en los juzgados de Torremolinos aviva la histórica queja de los profesionales ... que prestan este servicio a cuenta del mal estado de su lugar de trabajo, unas dependencias que, además de dispersas, han sufrido episodios como la aparición de roedores, problemas de accesibilidad o carencia de espacio y condiciones adecuadas para el almacenamiento de archivos, además de la caída de parte de la pared de los calabozos. En concreto, en este caso, el suceso afecta a la planta 4 del edificio judicial de la Avenida Palma de Mallorca, 41, donde se ubican Instrucción y Primera Instancia número 5, la Fiscalía, el Servicio Común de Actos de Comunicación (SCAC), el de Atención al Ciudadano, el Decanato, el Servicio Común de Actos del Partido Judicial y la Sala de Vistas.
El pasado domingo, 14 de abril, cuando estas dependencias estaban de guardia, se detectaron grietas y losetas levantadas en la planta cuarta, por lo que el personal se trasladó al edificio que alberga los juzgados 1, 2, 3 y 4, en el número 32 de la misma Avenida Palma de Mallorca, tal y como informa la secretaria del Decanato, al tiempo que se dio aviso a la Delegación de Justicia de la Junta, a Bomberos y al Ayuntamiento. Desde el primer momento, se descartó que fueran daños estructurales, aunque, al repetirse el episodio al día siguiente, la jueza decana decidió que el inmueble quedara desalojado, en tanto no hubiera un informe que ratificara la ausencia de riesgo. Las vallas colocadas en la puerta continuaban allí hoy. Este documento ha llegado ya, por lo que, a primeras horas de la mañana de este miércoles, el inmueble ha vuelto a ocuparse. Eso sí, tal y como explican trabajadores, no en su totalidad, ya que la planta cuarta, estará sin uso mientras duren las labores de reparación de la solería.
Esta circunstancia afecta a una decena de empleados de Justicia, en concreto, a los destinados a Instrucción y Primera Instancia número 5, la Fiscalía y el Servicio Común de Actos de Comunicación (SCAC). Debido a ello, tal y como aclaran desde el Decanato, tendrán que teletrabajar, en el caso que sea posible, o ubicarse en el número 32 de la Avenida Palma de Mallorca y también en esta vía, aunque en otro punto, el número 40. Los juicios, eso sí, se celebrarán en la sala de vistas del edificio de la Avenida Palma de Mallorca, 41.
La Delegación del Gobierno andaluz en Málaga deja claro que el informe de la cata al inmueble, junto al que se ejecutan obras para la construcción de un complejo residencial, dictamina que los daños no son estructurales, conforme al primer análisis de los Bomberos y los técnicos de la Delegación desplazados al edificio judicial nada más notificarse lo ocurrido, así como hoy. La explicación sobre la grietas, aclaran desde la Junta, es que ha estado ocasionada por una dilatación en el suelo de la cuarta planta por los cambios de temperatura registrados estos días. Por lo tanto, al ser necesario arreglos, y por indicación del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, habrá cambios temporales en los lugares de trabajo.
Alfonso Justicia, del Sindicato Profesional de Justicia Unión Sindical Obrera, en contacto permanente con los afectados, considera que estos hechos son un nuevo exponente de la necesidad de acometer, cuanto antes, mejoras en las sedes judiciales de Torremolinos. «Es fundamental que se busquen soluciones», asevera, con la vista puesta en la ejecución, a la mayor brevedad, del prometido Palacio de Justicia, en una parcela que está reservada al efecto, desde hace 20 años, por la Administración local. El pasado mes de diciembre, se rubricó un compromiso para desbloquear este proyecto y que se basa en la siguiente fórmula: La Diputación construirá una nueva sede judicial en Torremolinos que unificará todos los órganos jurisdiccionales, cabe recordar que esta sede también atiende a la vecina Benalmádena; el Ayuntamiento cederá el terreno y la Diputación, que será la propietaria del edificio, lo arrendará a la Junta de Andalucía, por treinta años y a un precio que le permita recuperar la inversión, para que asuma su gestión y pueda destinarlo a prestar el servicio público.
Mientras tanto, las quejas se suceden entre los que tienen que acudir a diario a los juzgados de Torremolinos. «Cualquier día pasa a ocurrir algo», resumía un abogado a las puertas de una de las sedes.
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