Un 40% de los militantes del PSOE de Torremolinos presenta una moción de censura contra su secretario general

La dirección en Málaga explica que, finalmente, todos los avales no se pueden tener en cuenta, hay una decena que no son válidos, pero que, en cualquier caso, los apoyos a la moción rondan el 40%, lo que, conforme a estatutos, supera en 10 puntos los requisitos para tomarla en consideración. Esto implica que, en primer lugar, hay que convocar, en los siguientes 15 días al registro, una asamblea en la que el secretario general someterá su gestión a escrutinio, tal y como confirma el propio Navarro. «Pase lo que pase, el que va a perder es el partido», reflexiona el secretario general al que no le extraña esta moción.

Navarro venía venir este movimiento, dice, desde que la ejecutiva que preside decidió relevar a Tocón del cargo de portavoz municipal, el pasado febrero, y asegura que es fruto de «una correlación de fuerzas en el seno de la agrupación»: un 60% respalda su labor y un 40%, no. Así resultó en la asamblea, del pasado enero, en la que ya sometió su gestión a la militancia.

La existente de dos bandos es lo mismo que arguye uno de los promotores de la censura, el ex concejal Antonio Ruiz, precisamente, para dejar fuera de la cúpula a Navarro. Ruiz le disputó a este la secretaria general, en 2019, y la perdió por 12 votos, de nuevo, un resultado ajustado. Esto, a su juicio, hubiera sido motivo para integrar una corriente y otra, pero, denuncia que no ha sido así, lo que ha generado una fractura de la que atribuye directamente toda la responsabilidad a Navarro. «Ha habido más de una docena de dimisiones en la ejecutiva desde que es secretario general. Como un cuco, ha ido echando al resto del nido y se ha quedado solo», le critica. «El tiempo del acuerdo ha pasado», sostiene, para dejar claro que, llegado el caso, la nueva ejecutiva local, para la que se postula como líder, sí podría contar con personas de la actual dirección, pero jamás con Navarro.

Navarro, origen de todos los males, según sus críticos, deja claro que, si no prospera el voto en su contra, «intentará bajar decibelios en pro del partido». En caso de que los partidarios de su salida se impongan, anuncia, seguirá en sus cargos de concejal en Torremolinos y diputado provincial.

Y, en este contexto, enrarecido, el PSOE provincial apunta que pueden ocurrir dos cosa, o bien, la ejecutiva local promueve la celebración de un proceso congresual, en caso de triunfar la moción, y se vota por un nuevo líder, o se pone en marcha una gestora, para tratar de reconducir la situación. No se sabrá, adelantan, hasta que se pronuncie la asamblea. En cualquier caso, lo que ocurre en Torremolinos dista del caso de Fuengirola, aclaran, dónde la gestora es fruto de la decisión de desoír las firmas en contra de la dirección local y, por lo tanto, de no convocar una asamblea para su debate.

La crisis interna golpea a un PSOE de Torremolinos ya débil. En este mandato, solo cuenta con 5 concejales, pese a coger la vara de mando en 2019. La moción de censura contra el que fuera alcalde, José Ortiz, precipitó cambios en la ejecutiva local y fue antesala de un resultado en las últimas municipales que ha dejado al PP en franca mayoría absoluta.