Luka y Aleks, dos proyectos de socorristas que ya han salvado a tres personas en Torremolinos

El escenario de su aventura fue la playa de La Carihuela, ya en el límite torremolinense con Puerto Marina, en Benalmádena. Es un lugar que conocen bien los amantes del surf, ya que es de los pocos que ofrece olas dignas de ser remontadas en la zona. «Había 3 bañistas que se metieron en el mar cuando nosotros empezamos la clase y, ya al terminar, cuando nos estamos cambiando, me dio por buscarlos, por curiosidad, y observé que una corriente de retorno los arrastraba», relata Aleks. Avisó a sus monitores, Juan Ángel Corrales y Víctor López, y, junto a su compañero, se puso de nuevo el bañador y se zambulló en el Mediterráneo, sin dudarlo. Se repartieron la faena, Juan Ángel y Luka fueron a «por el más grave» y Víctor y Aleks, por los otros dos hombres.

¿Sintió miedo? «No, la verdad es que no, estaba deseando poder hacerlo», asegura el mayor de los dos chavales. «Los turistas se metieron en una rasca muy grande, que los chupaba para adentro, y cada vez se los llevaba más lejos», explica Luka. «Salí corriendo, tras mi entrenador, y nos fuimos a por el que estaba peor, por eso tardamos más. Cuando salimos, nos ayudó mi compañero Aleks, que ya había puesto a salvo al otro bañista». Juan Ángel Corrales pone contexto a la situación. «Aleks y Luka tienen capacidad y conocimiento para lo que hicieron, este deporte que practican los prepara para afrontar momentos de este tipo, precisamente, vamos buscando los temporales para estar listos. Podemos confiar plenamente en ellos», precisa el responsable de Talasa, una entidad que tiene como masa social a medio centenar de deportistas, que se entrenan a diario. Las prácticas son tanto en piscina como en la mar, con obstáculos o maniquíes, de unos 70 kilos de peso, para su remolque fuera del agua. En el caso de Luka y Aleks, acudieron atraídos por un cartel colocado en calle buscando socios para Talasa. «Fue Aleks el que dijo: 'No salen, no salen'. Primero me tiré junto a mi compañero y, rápidamente, acudieron ellos para colaborar». «Lo peor que te puede pasar es que te coja una resaca muy fuerte en el mar, llega un momento en el que te tienen que sacar en barca, no nadando», recuerda Luka que, al igual que Aleks y su entrenador, llama la atención sobre la «poca conciencia de peligro» que tienen algunas personas cuando acuden a la playa y deciden darse un chapuzón.

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La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo no ha escatimado elogios para Luka y Aleks, de los que destacan su aplomo para poner en práctica ejercicios de reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios. «Han salvado tres vidas por su amor a un deporte, como es el salvamento y socorrismo, que ahora ha vuelto a demostrar que es un deporte que salva vidas», aseguró la presidenta de esta federación, Isabel García Sanz. Precisamente eso, que con su afición deportiva pueden librar del peligro a otros, se lee en las medallas que lucen con orgullo, logradas en la última competición en la que participaron. También tiene otra presea, que les han regalado sus compañeros del Talasa, más anchos que largos por compartir club con estos dos proyectos de socorristas que, eso sí, han demostrado que atienden en clase. «Esta disciplina tiene dos vertientes y está destinada a la preparación para convertirse en un socorrista profesional, aunque no tiene que ser así necesariamente, ya que, muchos la practican por ser muy completa», aclara Juan Ángel Corrales que no niega que la hazaña de Luka y Aleks ayudará a darle visibilidad a este deporte, nacido en Australia hace un siglo, y, actualmente, en horas un tanto bajas en Andalucía.

Esta misma semana, por lo pronto, volverán a promocionar esta actividad y sus bondades en el Ayuntamiento, al que acudirán Luka y Aleks, para recibir la enhorabuena de la alcaldesa, Margarita del Cid. «No paran de felicitarnos, estamos muy contentos», reconocen los chicos, que también adelantan que de aprendices quieren pasar a profesionales del salvamento.