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Hace un año que Lucía Cuín, por entonces una desconocida, revolucionó Torremolinos. Pese a que se había presentado a las elecciones como número dos de ... Vox, formación que abandonó después de que le pidieran el acta por participar en el Orgullo LGTBI, su voto resultó decisivo para que el socialista José Ortiz mantuviese el bastón de mando y formase gobierno con Podemos e Izquierda Unida. Cuín mantuvo su posición en secreto hasta el último momento e impidió que la candidata del PP, Margarita del Cid, se convirtiese en la primera alcaldesa del municipio. Más de doce meses después, el eco de aquella decisión continúa sonando en cada pleno. Ahora le muestra su «solidaridad» a Juan Cassá; ambos casos, aunque diferentes, guardan similitudes.
-Un año después, ¿se arrepiente de lo que hizo?
-En absoluto. Hice lo que tenía que hacer. Me fui de Vox porque no representa los valores que me han inculcado desde pequeña. Para mí todo el mundo es igual. Y dimití del partido pero no dejé el acta porque yo entré en política para ayudar a la gente.
-Pero de la mano de unas siglas.
-¿No se puede ayudar a la gente siendo no adscrito? No lo entiendo. Si no les servimos a los partidos, nos llaman tránsfugas. Si les servimos, puentecito de plata... Lo que ha pasado con Juan Cassá es un ejemplo.
-¿Se siente identificada?
-Le muestro mi solidaridad porque tomar una decisión así es complicado.
-¿Complicado?
-Para mí lo fue. Y un año después siguen machacándome en el pleno porque dicen que soy tránsfuga. Me quieren quitar voz y voto en la junta de portavoces.
-Pero tanto usted como Cassá han usado el acta para mejorar sus condiciones económicas.
-No tengo mejores condiciones que el resto de concejales. Soy la que menos cobra de todo el pleno. Lo puede comprobar en el portal de transparencia. No tengo partidas de 50.000 euros para contratación de personal, como algunos partidos.
-Hay concejales que no tienen dedicación, ni siquiera parcial. Usted tiene una dedicación al 75 por ciento por la que cobra 46.000 euros anuales brutos.
-Quien no tiene dedicación es porque cobra de otra administración, y aun así cobra por asistencia a pleno. Estoy en el Ayuntamiento a diario. Sé las horas que le echo a esto, y la gente que me ve también lo sabe.
-Su excompañero de Vox, Antonio Sevilla, no cobra de otras administraciones y tampoco tiene dedicación exclusiva ni parcial.
-Así lo ha decidido. Yo sé las horas que le quiero dedicar a esto. No he venido para estar de paso.
-¿Piensa presentarse a las próximas elecciones?
-No es algo que me preocupe ahora. Faltan tres años. Con «de paso» me refiero a que, cobrando únicamente plenos y dietas, no podría venir al Ayuntamiento a diario para hacer el trabajo que hago. Parece que algunas personas somos indignas de estar en el pleno, cuando hay otras que llevan casi 30 años y no pasa nada.
-¿A quién se refiere?
-Por ejemplo, a Margarita del Cid. Lleva casi 30 años en política. Y me parece lítico, pero no entiendo el acoso contra mí. Cuando yo tenía cuatro años, ella ya estaba sentada en ese pleno. El PP quiere recortar mis derechos. Si los hubiera apoyado a ellos en la investidura, ¿ya sería digna? Insisto en el ejemplo de Cassá: se le ha doblado el sueldo, pero a Del Cid le parece estupendo porque beneficia a su partido.
-Si hubiera votado a Del Cid en el pleno de investidura celebrado hace un año, ella sería alcaldesa. ¿No cree que el PSOE le hubiera acusado de lo mismo de lo que le acusa el PP ahora?
-No lo sé. Los concejales del PP, fuera del salón de plenos, tienen buena relación con el resto de partidos, pero en el pleno se transforman. No sé qué quieren demostrar, aunque no les guardo rencor. Y no sólo se hizo alcalde a Pepe Ortiz con mi voto. También contó con otra parte de la oposición, como Por Mi Pueblo.
-Antes ha hecho referencia a las horas que pasa en el Ayuntamiento. ¿Cuál ha sido su aportación durante este primer año de legislatura?
-Estoy vinculada a las delegaciones de Bienestar Social y Cultura. Fiscalizo las acciones del equipo de gobierno. Ya se lo dije hace un año: estoy para sumar, no para restar.
-Y en esa fiscalización, ¿ha detectado algo que no le guste?
-Torremolinos necesita estabilidad. Claro que hay cosas que creo que pueden hacerse de otra manera, pero han aprobado unos presupuestos sociales, acorde a las necesidades de los vecinos por la crisis. Mi objetivo es que el Ayuntamiento ayude a las personas que más lo necesitan. Hay gente que no tiene para comer porque ni siquiera cobran ERTE o desempleo. Esa es mi prioridad.
-¿Qué le parece el recorte salarial propuesto por el Gobierno a la plantilla?
-Ya lo dijo la concejala de Personal (Carmen García) en el último pleno: aún no se ha comenzado a negociar. Me he reunido con los sindicatos y con el Gobierno. Hay que velar por los derechos de los trabajadores. Espero que sea la última opción que se tome. Pero recuerdo que hace dos legislaturas (cuando gobernaba el PP) aquí se despidió a casi 60 personas y se redujeron los sueldos de los trabajadores. No es algo que dependa de mí, pero haré todo lo posible para que sea la última opción. Ya nos han bajado un diez por ciento del salario a los concejales y cargos eventuales y me parece un primer paso acertado.
-¿Cómo se enteró de la propuesta del Gobierno de reducir los sueldos?
-Cuando vinieron los sindicatos a hablar conmigo.
-O sea, no se lo comunicaron la concejala de Personal ni el alcalde.
-No. Dicen que las negociaciones aún no han comenzado.
-¿Y le parece bien haberse enterado por los sindicatos de una cuestión tan importante?
-No. Me hubiese gustado saberlo antes para aportar otras medidas y posibles soluciones. Sé que la delegación de Hacienda está llevando a cabo un plan de ajuste porque la concejala, Maribel Tocón, ha contado conmigo desde el primer momento.
-¿Le está descuidando el alcalde?
-No creo que tengan que cuidarme ni descuidarme. Sé cuál es mi papel. No sé si se enteraron antes, pero también el concejal de Ciudadanos y la concejala de Por Mi Pueblo se han reunido con los sindicatos. No pienso que yo deba tener un privilegio especial.
-¿Por qué no apoyó la medida propuesta por Vox para suprimir los cargos de confianza del Ayuntamiento?
-Porque me parece demagogia. Si no vienes a trabajar, entiendo que no necesites un cargo de confianza. Pero aquí hay mucho que hacer. Tampoco me parece leal poner en esa situación a once trabajadores, de los doce que pueden contratarse. El PP ha apoyado esa medida, y no lo entiendo: en Diputación tienen 35 asesores. Y cuando gobernaban aquí había hasta 18 cargos de confianza. Imagino que dan lo máximo de sí y que son necesarios, como lo son los de este Ayuntamiento.
-¿Usted necesitaba un cargo de confianza?
-Sé que se refiere a una asesora de Alcaldía que me ayuda en algunas cuestiones, pero no tengo un cargo de confianza como tal, como tampoco tengo una asignación de 50.000 euros para contratar a un secretario, por mucho que lo repitan.
-Encontraron un subterfugio legal, asociando el cargo a Alcaldía, para que usted tuviera una asesora pese a que no está permitido por su condición de no adscrita.
-No considero que sea un cargo de confianza designado para mí.
-Es íntima amiga suya.
-No tiene nada que ver.
-Le pidió al alcalde que la contratara.
-Porque puede ser de mucha ayuda en la delegación de Tradiciones, pero igual que hay asesores en otras áreas. ¿La van a cuestionar por ser mi amiga? Los cargos de confianza tienen que ser precisamente de confianza. Todos los partidos cuentan con secretarios o personal contratado. Yo no dispongo de medios.
-¿Va a contratar a su hermana como secretaria?
-No sé de dónde sale eso. No tengo posibilidad de tener secretaria, y aunque tuviese... A mí me dan mil euros al mes para gastos de representación, como material y demás, y en un año no he gastado ni 150 euros. No voy a gastar más de lo que necesito. He llegado a leer que cobro 50.000 euros para contrataciones. No es verdad, aunque lo repitan como parte de una campaña de acoso contra mí.
-¿Cuántas denuncias ha puesto durante este último año?
-Tres, por los comentarios que recibo en redes sociales. Me han dicho de todo. En el último pleno, la concejala del PP Gloria Manoja dijo que mi sueldo había incrementado un 450 por ciento el gasto del Ayuntamiento...
-No fue así. Dijo que está cobrando un 450 por ciento más de lo que cobraría en caso de haber permanecido en Vox.
-Pero ella no sabe lo que yo había hablado con Antonio Sevilla (cabeza de lista de Vox en Torremolinos y único concejal de este partido en el Ayuntamiento tras la marcha de Cuín).
-¿Llegaron a hablar de las dedicaciones?
-Claro. Él tiene su empresa y no quería dedicaciones y yo dejé mi trabajo para volcarme en el Ayuntamiento.
-¿Vox hubiera pedido una dedicación para usted, entonces? ¿Cuándo lo hablaron?
-Después de las elecciones, pero cuando se armó el revuelo porque participé un acto del Orgullo LGTBI me di cuenta de que no era un partido que me representara.
-Cuesta creer que sea tan inocente como para no darse cuenta hasta entonces de que Vox no apoya este tipo de celebraciones y de que usted no encajaba en el partido.
-No es inocencia... Obtuvimos dos concejales en las elecciones. Antonio se fue de vacaciones y yo me quedé aquí. Siempre he participado en el Orgullo. Se lo dije y no le pareció mala idea. Cuando estaba en el balcón para colocar la bandera LGTBI escuché que había concejales que dijeron: «Ya tenemos la foto».
-¿Qué foto?
-Una foto en la que aparecíamos el PP, Ciudadanos y yo, que en ese momento estaba en Vox, en el balcón del Ayuntamiento... De repente me vi allí, acorralada, como si el pacto (para hacer alcaldesa a Del Cid) ya estuviese cerrado, pero tiempo antes yo me había ido del PP por la falta de democracia interna. En la última entrevista que me hizo, el año pasado, sacó de contexto algo que dije: que me habían votado a mí, no a Vox.
-¿Cree que Vox obtuvo dos concejales por su presencia en la lista?
-No considero que fuese por mí, pero en la política municipal se vota sobre todo a las personas... Hay gente que votó a Vox porque yo les pedí el voto, y no hubieran votado a ese partido de otra forma.
-Entonces no estuvo sacado de contexto: mantiene que parte de los vecinos que votaron a Vox la votaron en realidad a usted.
-Parte de los vecinos, sí, pero no los 5.000 votos. Yo pedí el voto a muchas personas.
-¿Y se arrepiente?
-Sí.
-¿Por qué partido se presentaría ahora?
-No es algo que contemple.
-¿Con qué partido se siente más identificada?
-Vivimos una situación complicada. No sabría decirle.
-Parece usted una concejala apolítica.
-Torremolinos es un municipio muy politizado. Hemos vivido veinte años de una acomodada mayoría absoluta, pero mi único interés es ayudar a los ciudadanos.
-¿Por qué se ha unido a la lucha del PSOE de hacer oposición a la oposición, en este caso al PP, pese a que llevan seis años gobernando? Era algo que tenía sentido al principio del mandato de Ortiz, cuando todavía la gestión del PP era reciente, pero ya ha pasado mucho tiempo.
-Le hago yo otra pregunta: ¿Por qué el PP no cesa en hacerme oposición a mí, en vez de hacérsela al PSOE o a Podemos?
-Conteste usted misma: ¿Por qué?
-Porque intentan presionarme.
-¿Para que apoye al PP en una hipotética moción de censura?
-O para que deje el acta. Algunos concejales comparten en redes sociales auténticas barbaridades sobre mí.
-¿Por eso se ha unido a hacer oposición al PP?
-El Ayuntamiento paga un millón y medio de euros de deuda cada mes. En 2015 había casi 200 millones de deuda. No pasa nada por reconocerla. Ella (Del Cid) formaba parte de eso. Es normal que se lo recriminen, igual que cuando pide que supriman los cargos de confianza y le recuerdan que cuando gobernaba el PP y ella era teniente de alcalde había 18 asesores.
-¿Considera que es hipócrita?
-No los voy a juzgar, pese a que ellos lo hacen conmigo. Pero en Málaga han doblado el sueldo de Juan Cassá. Imagine que eso me lo hubieran hecho a mí, que soy la concejala que menos cobra. Si les sirves, te tienen entre algodones. Si no, te machacan. Su objetivo es que me vaya.
-¿Y alguna vez se ha planteado dejar el acta?
-No, porque vengo al Ayuntamiento, veo a quién ayudo y me siento gratificada. Es duro cuando mis familiares leen ciertos comentarios en redes sociales o ven que han cogido fotos personales mías. Me duele. Somos políticos, pero también personas.
-¿Cómo es su relación con Ortiz?
-Siempre ha sido buena. Antes de las elecciones ya me parecía una persona cercana. Su propuesta fue trabajar por Torremolinos y lo está cumpliendo.
-¿No tiene nada que reprocharle, como la brecha abierta con la Policía Local, los cortes de luz de Endesa por impagos o los problemas en las empresas municipales?
-Todos lo haríamos muy bien si estuviésemos ahí. Es la ley del capitán a posteriori. Es fácil hacerse un vídeo en la Casa de la Cultura porque ha habido un corte de luz, como hizo el PP.
-¿Que unos lo hagan mal exime a otros de la críticas? Eso es más propio de la vieja política.
-No, pero entiendo la oposición de forma diferente. Yo también podría haber ido a hacerme una foto en un edificio donde ha habido un corte de luz por impago, pero entiendo que es más útil llamar al concejal de Servicios Generales, saber qué ocurre y ayudar a buscar una solución. Si el objetivo es que los usuarios de la Casa de la Cultura recuperen la luz, la forma de conseguirlo es colaborar. Pero si el objetivo es hacer campaña, hay que ir a hacerse la foto y ya está. Le voy a poner otro ejemplo: el año pasado vinieron casi todos los concejales del PP al izado de la bandera LGTBI por el Orgullo. Estábamos en campaña. Este año sólo han venido dos. Me parece triste.
-¿Por qué no se ha sentado con Del Cid hasta ahora?
-Usted vio cómo me saludó en el pleno de investidura, tan efusiva. No ha vuelto a hacerlo, aunque es verdad que la veo poco por el Ayuntamiento.
-No tiene dedicación en Torremolinos y ocupa un cargo en otra administración.
-Claro. Tiene que estar en la Diputación.
-¿Influyó que usted mantiene una relación de pareja con un cargo de confianza del PSOE en su voto a la investidura de Ortiz?
-No sabía que esto era el Hola... En absoluto. Ni siquiera es algo que hayamos tratado. No ha influido. Si me fui del PP de Torremolinos por la falta de democracia interna, como he dicho antes, ¿cómo iba a apoyar a Del Cid? Alguien que no practica la democracia en su partido, ¿cómo va a gestionar un Ayuntamiento? Era complicado que le diera mi voto.
-¿Y por qué mantuvo esa puerta tanto tiempo abierta, si lo tenía claro?
-Porque entendí que debía escuchar a las dos partes: a ella y a Ortiz.
-¿Conoce a Juan Cassá?
-Personalmente no.
-Podrían formar un partido.
-Uno independiente, por qué no... No, ya en serio: ha tenido la suerte de que se lo han puesto fácil. Aquí se dice que lo mío es un pago del alcalde y allí, que es una magnífica estrategia.
-¿En los medios? No ha leído mucho de lo que se ha escrito, entonces.
-Me refiero sobre todo a los partidos: cuando les favorece, todo perfecto; cuando no les favorece, es un tránsfuga. No entiendo por qué hay que estar ligado a unas siglas para trabajar.
-Es el sistema electoral, y son las siglas bajo las que ustedes se presentaron.
-Pero la figura del no adscrito está contemplada. No comprendo el machaque, pero cada uno verá.
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