La Junta da luz verde a la construcción de viviendas en el solar del antiguo Meliá de Carlota Alessandri en Torremolinos

Estas salvedades versan en torno a cuestiones como la contaminación atmosférica, acústica y lumínica, lo que implica, por ejemplo, el empleo de iluminación eficiente y que permita «preservar las condiciones naturales de oscuridad en beneficio de los ecosistemas»; la garantía de que el desarrollo urbanístico deberá contar con la disponibilidad de los recursos hídricos necesarios; o, en materia de prevención del cambio climático, relacionado con la anterior, la plantación de especies de alta capacidad de retención de dióxido de carbono y reducidas necesidades de mantenimiento o el mínimo consumo de agua, con acciones como el uso de suministro hídrico tratado, provenientes de aljibes de recogida de aguas pluviales, pozos o depuradora, para el riego, o que se implementen surtidores con control horario.

En cuanto al estudio de alternativas para el aprovechamiento de este suelo, se presentan tres, la 0, que implica paralizar el proyecto y que el suelo quede con uso hotelero; la 1, que gira en torno a una aprovechamiento residencial como manzana cerrada, con una edificabilidad de 45.000 metros cuadrados y 410 viviendas y cuatro patios en el interior, y la 2, finalmente, la mejor valorada, con una «edificabilidad más ajustada al entorno» de 40.000 metros cuadrados y 360 viviendas; en lugar de cuatro, contaría este conjunto con una gran lonja central, que casa con la idea de una «ciudad más sostenible, que favorece que se construya comunidad«. A su vez, tal y como recoge el informe, «esto dotaría a la parcela de espacios libres y zonas verdes comunes, lo que preserva y potenciando la calidad del paisaje«. Del mismo modo, esta opción propone grandes espacios para la plantación de arbolado y creación de zonas verdes que contribuyen a la mitigación y reversión del cambio climático.

El terreno para el que se ha emitido el informe, primero estuvo ocupado por un establecimiento hotelero. En 1962, abrió allí el Meliá Tres Carabelas. Este alojamiento estuvo allí hasta 2008, cuando fue derribado para, en teoría, dar paso a un nuevo símbolo de los tiempos. Iba a ser otro hotel de cinco estrellas, esta vez con 22 plantas y hasta un helipuerto, el Cruiser, pero no prosperó. Primero la Junta de Andalucía no vio con buenos ojos el proyecto, que tuvo que ser modificado y, cuando llegó el visto bueno, la promotora ya estaba sumida en una serie de deudas de las que no pudo recuperarse. Las obras llegaron a iniciarse, pero al poco de su comienzo, en 2009, se paralizaron y desde entonces hasta ahora el terreno ha permanecido igual, convertido en un tremendo socavón.

Con el nuevo convenio aprobado para esta parcela, además de desbloquear el solar, el Ayuntamiento recibirá el 15 por ciento del aprovechamiento urbanístico que se genere por parte del promotor del proyecto residencial, cinco puntos por encima del mínimo que exige la ley.