La Junta fía el futuro del centro de menores de Torremolinos a un informe técnico

Desde la Junta de Andalucía se apunta a que, por el momento, no hay decisión alguna en firme sobre el devenir de estas instalaciones y, por lo tanto, «el cierre es provisional, como se dijo». Para saber si es definitivo, o si se reabre, habrá que analizar la opinión que aporten los peritos, los presupuestos para el arreglo y, además, mantener reuniones con el Ayuntamiento de Torremolinos, puesto que se trata de una dependencia que, aunque gestionada por Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, se encuentra en El Calvario, en el corazón de la ciudad.

Aunque no se aclare este extremo, también pesará en que hacer la petición del propio Gobierno municipal, que ya se conoció en forma de propuesta electoral por parte de la alcaldesa, Margarita del Cid en campaña, que pasa porque el Ejecutivo autonómico cambie el uso del edificio para que albergue otro tipo de recurso sociosanitario. De hecho, la regidora, cuando buscaba ser elegida en los pasados comicios de mayo de 2023, desveló que había predisposición a atender esta demanda. El contexto también es clave, ya que el centro de menores está junto a una escuela infantil y anejo a un inmueble, abandonado, que debería de haber servido para su ampliación, aunque nunca fue así. Allí, se registraron algunos incidentes, vinculados a la okupación, lo que contribuyó a generar cierto malestar vecinal, no exento de algo de rumorología, sobre el comportamiento de los menores tutelados.

Al margen de lo que ocurra con el edificio, en el corto plazo, se ha tenido que decidir sobre la plantilla. Este procedimiento fue seguido de cerca por Comisiones Obreras, sindicato que cuenta con la mayoría en el comité de empresa de la Junta en la provincia. Juan Antonio Perles, coordinador de Sector Autonómico de la Federación de Servicios a la Ciudadanía, confirma que, una vez concluida la negociación, en la que «la Administración ha demostrado cintura», está ha sido «satisfactoria». Gracias a ello, los profesionales han encontrado acomodo, sin que sus cometidos y condiciones se hayan visto empeorados, en otros servicios de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, tales como la residencia de mayores de El Palo, en Málaga, o centros de participación activa en otros puntos de la provincia. En lo que respecta a los menores, estos están en otros recursos autonómicos, sin cambiar de estatus.

Fuentes de la plantilla sospechan que, en los planes de la Junta, lo que realmente se contempla, es cambiar el uso del edificio cerrado en Torremolinos y, eso sí, reabrir un centro de menores, aunque de otras características: más reducido, para propiciar una atención más cercana.