Nadie arregla la pasarela sobre las vías del tren que lleva al colegio Atenea de Torremolinos

Lo que denuncia el edil no es nuevo. La AMPA Torremar, que representa a las madres y padres del colegio, hace ya tiempo que llama la atención sobre la necesidad de arreglar el paso elevado. De hecho, como argumentan, que se repare la pasarela es una petición que está recogida, por escrito, entre otras medidas relativas a la mejora del entorno, en el informe que elaboraron para poner en marcha un recorrido a pie hasta la escuela Atenea. Sin embargo, la intervención todavía está por ejecutar.

IU-Podemos tiene claro que es responsabilidad del Ayuntamiento mantener en perfecto estado esta infraestructura, «aunque no fuera de su titularidad» y demandan que, lo antes posible, se sellen los accesos a la pasarela y se subsanen el resto de deficiencias en el cerramiento para, posteriormente, afrontar un arreglo integral que permita su uso. No en vano, la existencia de la pasarela responde a que, si se cruza, se evita dar un importante rodeo.

Pero, ¿de quién es la pasarela? El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) deja claro que no es de su titularidad. La explicación es la siguiente: Por norma general, la entidad pública se hace cargo de pasarelas de este tipo que sirvan de entrada o salida a las estaciones de Renfe, no de otras, como es el caso de la que hay entre Jonh Lennon y Ava Gardner , que dan continuidad a la trama urbana, y está entre dos apeaderos. Además, en lo que se refiere a la del colegio Atenea, precisan, su construcción correspondió al Ministerio de Fomento, en el marco de las obras de mejora de la línea de ferrocarril Málaga-Fuengirola, materializadas en los primeros años de este siglo. Lo normal, indican, es que el Ayuntamiento hubiera recepcionado este puente peatonal, una vez terminado, pero no fue así, a pesar de las gestiones, y en ese limbo continúa.

La Administración local, por su parte, asegura que, en varias ocasiones, ha contactado con ADIF para abordar la solución de esta y otras pasarelas, precisamente, por las dudas sobre a que entidad corresponde su cuidado, pero sin éxito. No obstante, como apostillan, la voluntad municipal es de total colaboración y de diálogo para poner fin a la controversia.